Con 38 donantes y 85 trasplantes el pasado año, el Clínico da por superada la etapa del covid

Supone un incremento del 52 % en el número de donaciones y representa la cifra más alta del ejercicio de todos los hospitales gallegos // El objetivo, lograr que la negativa familiar, del 15,5 %, se reduzca hasta el cero

Carmen Rivero, coordinadora de donaciones y trasplantes del área sanitaria de Santiago y Barbanza. CHUS

Carmen Rivero, coordinadora de donaciones y trasplantes del área sanitaria de Santiago y Barbanza. CHUS / koro martínez

Con 38 donantes de órganos en el Clínico compostelano durante el pasado año, el CHUS se convirtió en el hospital gallego con mayor número de donaciones, experimentando un incremento del 52 % frente a los 25 del ejercicio anterior.

Se trata, según los datos facilitados desde el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, de la segunda cifra más alta en la historia de este centro desde la puesta en marcha del programa de donación, y supone dejar atrás la etapa de restricciones como consecuencia de la pandemia, puesto que “el covid influyó mucho, tanto por la saturación de pacientes que había que atender en las UCIs como porque se intentaba minimizar los riesgos con los posibles trasplantados”, según explica en conversación con este periódico la coordinadora de donaciones y trasplantes del Área Sanitaria de Santiago y Barbanza, Carmen Rivero.

Subraya que el balance de 2022 es “muy positivo, tras pasar lo que pasamos durante la pandemia, y demuestra que nuestro sistema sanitario es muy sólido, sufre con las crisis, pero se recupera muy bien, hemos recuperado la actividad de una forma satisfactoria, y eso es un mérito de todos, también de toda la sociedad en su conjunto”.

“El balance es muy positivo, ya que tras la pandemia se ha visto que nuestro sistema sanitario es muy sólido y hemos recuperado la actividad de forma satisfactoria”

Además de los 38 donantes, hubo otros cinco casos de donaciones en vida de un riñón, dos de los cuales eran parejas, otros dos hermanos y uno de madre a hijo.

Son las únicas donaciones dirigidas que contempla el sistema sanitario español, tal y como recalca Carmen Rivero, quien añade que “suelen ser donaciones de mayores de edad a alguien con quien tienen un vínculo familiar o emocional, aunque también es verdad que en alguna ocasión es una persona que de forma altruista realiza esa donación para alguien en lista de espera a quien no conoce de nada”.

El proceso es largo, puesto que “hay que comprobar las condiciones físicas del potencial donante, que no perjudique su salud física y ver cuáles son sus condiciones psicológicas, y después coordinarlo entre los médicos, llevarlo al comité de ética del hospital y, al final, que muestre su autorización ante el juez de primera instancia para esa donación”.

El perfil del donante fallecido fue el de una persona con una media de edad de 58 años, siendo el más joven de 25 y el mayor de 88. En 25 casos, el 66 % del total, la causa fue la muerte encefálica; siendo en 13 la asistolia; es decir, tras fallecer por parada cardíaca en el hospital. Un apartado éste muy importante desde el punto de vista de la coordinadora, ya que permitió aportar más de un 34 % de donantes efectivos, “y abre la posibilidad a contar con un número mayor de donantes”.

Desde que este programa se puso en marcha en el Clínico en el año 2017, se han llevado a cabo 47 procesos de donación en asistolia. Aclara que este tipo de proceso por problemas cardiorrespiratorios no estuvo contemplado hasta 2012, pero que se está consolidando como la vía más clara de expansión del número de donantes, y recalca que “son personas que no es que se mueren por el corazón, sino porque no les funcionan otros órganos, y ahora se puede recuperar ese corazón para trasplantar, dentro de un proceso que es muy complejo”.

En lo que se refiere al capítulo de trasplantes, el CHUS llevó a cabo un total de 32 de hígado, frente a los 34 de 2021, y 53 de riñón, frente a 40, lo que representa un aumento del 33 % en esta apartado. En conjunto, sumando ambos casos supone un incremento del 15 %.

Responsable de donaciones y trasplantes del CHUS desde 2012 y miembro del equipo desde 2001, destaca que la situación “ha mejorado mucho de forma multifactorial, en parte porque cuanto más tiempo se realiza una técnica, más se perfecciona; en parte porque los fármacos han mejorado muchísimo, y todo ello también te permite tener donantes que antes no considerabas, que no eran lo ideal, pero que ahora sí se tienen en cuenta”.

La tasa de negativa familiar descendió ligeramente, situándose en el 15,5 % frente al 16 de 2021, estando en todo caso por debajo de la media en Galicia (18 %) y a nivel estatal (16 %). Más del 84 % de las familias dieron su consentimiento a la donación en el Clínico compostelano.

No obstante, Carmen Rivero asegura que “necesitamos llegar al cero en negativa a la donación, es un objetivo muy difícil, pero que dependerá en gran medida de la formación y del esfuerzo que todos pongamos en ello”, y recalca que ser solidarios es algo que nos beneficia a todos, y más en un país como España, en el que tenemos la enorme ventaja de que el sistema sanitario es público y a él accede todo el mundo, independientemente del dinero que tenga, recibe un trasplante el que más lo necesita en cada caso”.

“Necesitamos llegar al cero en la negativa a la donación, es un objetivo muy difícil, pero que dependerá en gran medida de la formación y del esfuerzo que todos pongamos en lograrlo porque esta solidaridad nos beneficia a todos”

Un centenar de cirugías oculares y más de cien de injertos de tejido osteotendinoso

El Complexo Hospitalario de Santiago realizó también durante el pasado año más de un centenar de cirugías oculares e implantó más de cien injertos de tejido osteotendinoso. Una actividad que, tal y como explica Carmen Rivero, “no salva vidas como sucede con otros trasplantes, pero la donación de córneas o fragmentos de hueso, por ejemplo, sí que cambia significativamente la calidad de vida de las personas que necesitan este tipo de intervenciones. Un paciente puede pasar de no ver nada a hacerlo con total normalidad”, por lo que recalca que es también importante la donación de tejidos.

Agradecimiento a los familiares.

Consciente de la importancia que tiene la solidaridad de las familias de los donantes, la coordinadora del CHUS insiste en la necesidad de hacerles llegar el agradecimiento, no sólo del equipo al frente del que ella se encuentra, sino de todos los trasplantados “porque sin ellos y su infinita generosidad todo esto no sería posible”

Una generosidad que asegura que se fomenta incidiendo en la formación y la información, “cuanto mayor es, mayor predisposición a la donación.

Respecto al personal del hospital implicado, al que también hace extensivo el agradecimiento por su dedicación y trabajo, explica que se trata de un procedimiento en el que “interviene casi todo el hospital, trabajan muchísimas personas en un proceso muy complejo como es éste”, y gracias al cual el pasado año el Clínico, al igual que recibió órganos de otros hospitales, envió dentro y fuera de la comunidad 34 riñones, 14 pulmones, 7 hígados, 3 corazones y un páncreas.