Carracedo: “La USC es hoy uno de los polos del desarrollo de la genómica en el mundo forense”

El catedrático ingresa en la Real Academia de Medicina de Galicia agradeciendo la inspiración proporcionada por su antecesor en el sillón y mentor, el profesor Concheiro

Ángel Carracedo (c.), durante su ingreso como académico numerario de la Real Academia de Medicina de Galicia / ramg

Ángel Carracedo (c.), durante su ingreso como académico numerario de la Real Academia de Medicina de Galicia / ramg / KORO MARTÍNEZ

Apasionado de su profesión y de prácticamente todas aquellas actividades en las que se embarca, por dispares que a simple vista parezcan, y considerado toda una eminencia en su campo a nivel mundial, el doctor Ángel Carracedo se mostró feliz en A Coruña de haber tenido “la suerte de vivir esta revolución genómica en la que la Universidade de Santiago pasó a ser uno de los polos mundiales del desarrollo de la Genómica en el mundo forense, un lugar de peregrinaje al que vienen continuamente a formarse o a interactuar científicos de todo el mundo”.

El catedrático de la USC ingresó ayer como académico numerario del sillón de Medicina Legal de la Real Academia de Medicina de Galicia, en un acto en la sede de la institución que contó con la presencia, entre otros, de los rectores de las universidades de A Coruña y Santiago, Julio Abalde y Antonio López, respectivamente; así como del presidente de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación, José Luis Seoane Spiegelberg, y de la Real Academia de Farmacia de Galicia, Ángel Concheiro, además de compañeros académicos, familiares y amigos.

Carracedo ocupa ya el sillón de su mentor, el profesor Luis Concheiro, a quien quiso agradecer su inspiración porque con él “me introduje en la medicina legal que podía ir de la mano de la genética”, y recordó aquellos momentos de formación e investigación en los que la técnica de la secuenciación de Sanger inició una revolución en la medicina, con la legal como primera beneficiada, algo que atribuyó “al descubrimiento temprano por Alec Jeffreys y su grupo de regiones hipervariables del ADN que revolucionó la identificación de las personas años antes de que se iniciase tan siquiera el proyecto Genoma humano”.

Calificado por el doctor Francisco Martelo como el digno discípulo del profesor Luis Concheiro, el presidente de la academia destacó cómo el nuevo miembro “de forma modesta y abnegada, desde la medicina forense y la genética ha ido ampliando los campos de investigación para convertirse en uno de los profesionales con mayor índice de impacto, en la secuenciación genómica, en la medicina molecular y enfermedades crónicas, creando infraestructuras de la medicina de precisión asociada a la ciencia y a la tecnología, pero siendo capaz de dar el paso de aproximarse a los pacientes en directo, para ayudarles y aliviarles”.

En su discurso de ingreso, el director de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica habló sobre su trabajo Desde la biología forense a las ciencias ómicas forenses: historia de la evolución de la genética forense, refiriéndose al inicio del Proyecto Genoma Humano en 1990, “cuando se comenzaron a descubrir genes responsables de enfermedades mendelianas, lo que cambió rápidamente el espectro de la enfermedad genética identificable basada hasta entonces en técnicas citogenéticas”. Y recordó que “todos los hospitales gallegos querían desarrollar la nueva genómica y nos llamaban para ello”.

Apuntó que precisamente de ahí es de donde nace la Fundación Pública de Medicina Xenómica, de la mano de Fernando Domínguez, y dijo que “el desarrollo de esta nueva estructura, al que le dedico actualmente la mayor parte de mis energías, fue ya imparable”.

Hizo un recorrido por la genética forense y sus aportaciones en la introducción de nuevas tecnologías para la identificación forense, algo en lo que su laboratorio fue pionero, señalando que “cuando se descubrieron en la década de 1980 los poliformismos del ADN, la hemogenética forense, rama derivada de la hematología, dejaba su paso a la genética forense”.

Carracedo explicó que “al igual que sucedió en genética clínica, que ha pasado a una actividad más amplia que es la medicina genómica, está sucediendo lo mismo con la genética forense que está dejando paso a la genómica forense”.

“Genética es la ciencia de la herencia y no incluye ni la transcriptómica, el estudio del ARN, ni la mayoría de las modificaciones del genoma como la metilación. La genómica forense también se va abriendo a otras áreas de la medicina forense y de la medicina genómica clínica, lo que las enriquece mutuamente”, consideró.

En nombre de la academia le respondió el doctor Javier Jorge Barreiro, académico numerario del sillón de Anatomía Humana, quien dibujó un retrato cercano de Ángel Carracedo y sus inicios en la medicina con Luis Concheiro, comenzando por el estudio de los grupos sanguíneos y más tarde siendo pionero en el de la paternidad, gracias a la ley de filiación de 1981.

Aseguró que se decidió a investigar en áreas de genética clínica y a dedicarse “a pescar genes relacionados con enfermedades, potenciando la medicina personalizada que intenta que sea integrada por todos los profesionales desde la medicina de familia a las especialidades”, impulsado por sus inquietudes “por mejorar la salud de los pacientes”.

Tras relatar los innumerables reconocimientos obtenidos a lo largo de la intensa trayectoria profesional del nuevo académico, el doctor Barreiro afirmó que su mayor premio es “que el pueblo gallego lo considera el científico más conocido, importante y querido de Galicia”.

Y no solo Galicia, puesto que es uno de los investigadores de mayor impacto en el mundo en el campo de la medicina forense y de la genética clínica, formándose en su grupo de trabajo científicos de todo el planeta.

Es el investigador con más citaciones e índice H en medicina forense, y a él se le deben muchos de los avances más importantes en genética forense, como la estandarización e implantación de la prueba de ADN forense a nivel mundial, ayudando a la justicia en casos relevantes.

Autor de numerosísimas publicaciones y receptor de destacados reconocimientos, creó y dirige el Centro Nacional de Genotipado, la infraestructura Impact Genómica para el desarrollo de la Medicina personalizada en España, y junto con la profesora Mabel Loza la infraestructura Innopharma y Fundación Kaertor para el desarrollo de fármacos en fase preclínica.