Baños obsoletos y humedades en los colegios de Santiago en pleno siglo XXI

Con un parque de edificios construidos sobre todo en la década de los años ochenta, los problemas de goteras y fontanería, así como unas instalaciones envejecidas, son recurrentes en gran parte de los trece colegios públicos con los que cuenta la ciudad en la actualidad, el más antiguo de los cuales es el Quiroga Palacios, que data de los sesenta.

Una situación especialmente preocupante en el centro de Vite, donde hace poco más de una semana se registraron una serie de fallos en el sistema eléctrico, lo que “fixo rebentar a instalación e queimaronse varios aparatos electrónicos”, según explica a este periódico la presidenta de la federación de padres y madres de alumnos de la ciudad, Esther Martínez, quien añade que “era previsible que pasara”.

El suceso en esta ocasión se quedó en un susto en el que afortunadamente no hubo que lamentar mayores incidencias, pero puso el foco en el estado de los colegios públicos en los que estudian los escolares santiagueses. Colegios como el de Vite que, además de los problemas de electricidad, tiene deficiencias en la fontanería, y en el que es necesario acometer una reforma en su pabellón.

Un estado de conservación preocupante para Fanpa Compostela, que según su presidenta sufre asimismo el López Ferreiro, en el que las filtraciones de agua son continuas, y en el que es preciso que se arreglen los baños, además de acometer una intervención para el mantenimiento de sus pistas.

En el de Roxos habría que construir una pasarela entre los edificios para que los alumnos puedan desplazarse sin problemas, independientemente de las condiciones atmosféricas, y también habría que reformar los baños, ya que son muy antiguos, al igual que sucede con los de Monte dos Postes, donde “la renovación de sus baños es asimismo lo más urgente” a intervenir.

Las familias exigen cambios en los comedores, donde según Prol priorizan costes y proximidad lo más posible

Mientras, en el Ramón Cabanillas habría que actuar en la cubierta de la zona infantil, y en el Pío XII se observan numerosas humedades dentro del pabellón y el estado del suelo de su comedor es muy resbaladizo, lo que “supone un riesgo de caída para los usuarios”.

Esther Martínez insiste en que “en muchos casos se trata de edificios de más de cuarenta años, por lo que son muy viejos, y exigen una planificación de actuaciones a llevar a cabo, no arreglos de forma aislada, sino de una forma seria, organizada y sistematizada”, algo que entiende que no se ha hecho. Admite que probablemente algunas actuaciones corresponden a la Consellería de Educación, pero señala que desde su organismo “lo que pedimos es que no se fijen tanto en las competencias, sino que se pongan de acuerdo entre las administraciones para dar respuesta a los problemas que se presentan en los colegios”.

Preguntado por estos problemas de mantenimiento, el concelleiro de Educación, Rubén Prol, explica que “estamos preparando el plan de obras para el verano y empezaremos a desarrollar el de intervención en los patios inclusivos con Cogami”. Además, indica que comenzarán a realizar próximamente “visitas a los colegios para analizar la accesibilidad de las zonas exteriores y la planificación y uso del patio en períodos de recreo y tiempo libre”.

Por otra parte, Anpa Compostela sigue reclamando la convocatoria del Consejo Escolar Municipal, ya que considera que es un organismo “propicio para hablar de la situación de los centros escolares, de sus instalaciones, y en el que se podrían hacer propuestas para una distribución del presupuesto, de cara a atender esas necesidades”.

Su ausencia, según Esther Martínez, lleva a que “tampoco haya un espacio en el que los distintos colectivos implicados podamos exponer nuestros puntos de vista y alcanzar acuerdos que irían en beneficio de la enseñanza pública y del alumnado”.

Un problema en el sistema eléctrico en el centro de Vite hizo saltar las alarmas y quemó varios dispositivos 

También Rubén Prol entiende que es necesaria la convocatoria del Consejo Escolar Municipal, puesto que recuerda que la última concejala en convocarlo había sido Mercedes Rosón en el año 2011, y admite que “es evidente que deberá retomarse en el próximo mandato”.

Sobre la gestión de los comedores escolares municipales, la presidenta de Fanpa Compostela afirma que “queda mucho camino por andar en relación a la calidad de la alimentación; nuestra reclamación histórica va en la línea de un cambio de modelo en el que el servicio no sea de catering, más sostenible, que atienda a los productos de proximidad, con proveedores locales, y en el que puedan participar las familias, ya que el tiempo de comedor es también un tiempo educativo que se puede planificar”. Y añade que “sigue habiendo quejas, probablemente menos de las que nos trasladan porque cuando la gente ve que las cosas no cambian, se cansa de reclamarlas”.

Demandas ante las que el concejal de Educación subraya que “el tema de los comedores escolares es muy complejo, sobre él se debatió extensamente en un pleno, y el Concello priorizó tener las cocinas con la máxima proximidad posible y manteniendo el coste para las familias”.