Entrevista | Carles Sans Cofundador de Tricicle

“Tricicle compartíamos camerino, hoy hay silencio, los echo de menos”

Carles Sans, cofundador del trío cómico más exitoso de nuestra escena, debuta en solitario tras la despedida del famoso grupo. El jueves trae a Santiago ‘¡Por fin solo!’, un espectáculo lleno de anécdotas “cien por cien reales”, aclara

José Corbacho y Carles Sans, asesor y actor protagonista de forma respectiva del espectáculo de humor ‘¡Por fin solo!’ / cedida

José Corbacho y Carles Sans, asesor y actor protagonista de forma respectiva del espectáculo de humor ‘¡Por fin solo!’ / cedida / XABIER SANMARTÍN

A una puerta cerrada, otra abierta. El día que la Facultad de Periodismo de Barcelona le dijo “No” a un joven Carles Sans sin nota media suficiente para el acceso, empezó a trazarse un lado del triángulo teatral del Tricicle, el grupo cómico más exitoso de nuestra escena (¿y de Europa?), trío que se despidió en 2022. Y ante ese nueva puerta cerrada, Carles abre otra y cruza el umbral para volar solo. Lo ha hecho tras llamar a su amigo José Corbacho como asesor: “Sus sugerencias me han ayudado a mejorar el espectáculo”, aclara. Miembro fundador junto a Paco Mir y Joan Gràcia de ese mítico grupo de humor gestual, Carles Sans se renueva.

Gira por su cuenta con un espectáculo titulado ¡Por fin solo! Lo presenta este jueves 18 de mayo en Santiago (Auditorio de Galicia, 20:30 h., entradas desde 14 euros), el viernes 19 en el Teatro Principal de Ourense (20 h.; 12 €) y el sábado 20 en el Teatro Jofre de Ferrol (20.30 h.; a partir de 10 euros).

—¿Qué le dijeron sus compañeros al hablarles de su vuelo en solitario?

—No diré la expresión exacta, pero me vinieron a decir: “Joer, qué valiente.”, porque Joan, especialmente, ya estaba desde hace tiempo con ganas de dejar un poco los escenarios, ya le agobiaba un poquito esto de ser actor porque a él le gusta más estar fuera de la escena, trabajar en la dirección y cosas así; y a Paco ya le venía bien parar. En cambio yo, de los tres, soy al que más le gusta pisar las tablas. Cuando les dije, creo que voy a continuar, me dijeron: “Qué valor, pero... ¡adelante!”.

—¿Por qué ofrece una autobiografía?

—Yo no tenía la idea de hacer una biografía ni de hablar de Tricicle pero fue mi mujer la que me comentó: ‘¿Por qué estás buscando textos? No ves que en las sobremesas con los amigos cuando empiezas a contar anécdotas tuyas y del Tricicle todos se desternillan de la risa, ¿por qué no haces un compendio de eso?’. Y lo empecé a pensar, lo puse sobre un papel y comenzaron a salir tantas anécdotas que sentí: ‘Sí que puedo defender esto’. Fue una idea estupenda. Josep Plá decía que nada gusta más que las anécdotas y en mi caso todo lo que cuento es real, todo. Intento ponerle su sal y pimienta, claro pero todo está basado en hechos reales, y como son historias locas, divertidas, funcionan muy bien.

—¿Se siente cómico o actor?

—No diferencio entre una cosa y otra. Todos somos comediantes, todos hacemos comedia, a veces hacemos humor, a veces se hace drama pero, en el fondo, no sé si los monologuistas se sienten actores o no, pero creo que para hacer ese trabajo hay que sentirse actor. Yo me considero actor, actor de comedia, payaso, incluso mimo… Me he nutrido de muchísimas disciplinas, de eso ha nacido el actor Carles Sans. En este espectáculo voy más allá del monólogo, es mucho más teatral y el público reconoce la gestualidad del Tricicle, y ese es quizá uno de los motivos del éxito de la gira.

—¿Qué recomienda a quienes opten por empezar en su oficio? Es curioso, pese al éxito, más allá de Yllana Teatro, apenas han despuntado grupos de humor gestual.

—A veces yo también lo pienso. Es difícil. Cuando me preguntan por qué apenas hay grupos que hayan seguido nuestro género, creo que es como si alguien quisiera sacar un refresco de cola estando ya la Coca Cola, es un poco complicado, a veces puede que pasara eso. A quienes quieren dedicarse a este mundo, lo primero que les diría es que deben tener una voluntad firme, férrea, de querer hacer esto, y que un fallo, un obstáculo, un disgusto o un fracaso no debe suponer un freno; luego, recomiendo no querer ser famoso en cuatro días. Hoy en día, creo que la juventud persigue mucho lo de triunfar rápidamente, pero este es un trabajo de fondo donde son muchos los que quieren triunfar y pocos los que llegan. Este es un oficio maravilloso si realmente se ama, si se busca figurar y ser popular, así no llegas.

—¿Visita los mismos hoteles que con Tricicle?; ¿cómo se siente al viajar solo tras 40 años acompañado?

—Los hoteles son los mismos. Acostumbro a visitar los hoteles a los que ya hemos ido en muchas ocasiones, evitando aquellos que no se han actualizado. Son hoteles donde nos conocen, pero ahora hay algo muy diferente en los viajes, nosotros teníamos la peculiaridad de que compartíamos siempre el mismo camerino aunque hubiese diez camerinos en el teatro. Nos gustaba charlar antes de empezar la función, y ahora en el camerino hay un silencio sepulcral... Los echo de menos.

—¿Tiene algún nexo especial con alguien de Galicia?

—Soy muy amigo de Camilo Rodríguez, actor gallego que ha hecho mucho teatro en Madrid. Hemos quedado en vernos este jueves en Santiago.

—Ya que es columnista quincenal de deportes en El Periódico, un medio del grupo al que pertenece EL CORREO (Prensa Ibérica), ¿que opina de Xavi como entrenador culé?

—Este año, Xavi ha sacado petróleo de un equipo justito en unos momentos difíciles. Yo decía hace poco que hoy el Barça es como el Titanic, en cubierta están Xavi y los jugadores bailando con la orquesta, pero en la sala de máquinas están los directivos achicando agua para salvar al club.