Raxoi negocia ya en Lavacolla para incorporar las peticiones vecinales en el Plan Especial do Camiño

El bipartito tratará de encajar en la nueva normativa urbanística las 51 alegaciones presentadas, una de las cuales está firmada por 160 afectados

También muestra su “predisposición” para abrir una vía paralela de financiación

Las pancartas en contra del Plan Especial do Camiño que se pueden ver en Vilamaior (Lavacolla) llaman la atención de los peregrinos / jesús prieto

Las pancartas en contra del Plan Especial do Camiño que se pueden ver en Vilamaior (Lavacolla) llaman la atención de los peregrinos / jesús prieto / ARTURO REBOYRAS

El Concello de Santiago acaba de abrir una nueva vía de diálogo con los vecinos afectados por el Plan Especial do Camiño de Santiago de cara a negociar la incorporación de sus alegaciones (se presentaron un total de 51, una firmada por 160 vecinos) en la nueva normativa urbanística que afecta a las parroquias de Lavacolla, Bando (San Marcos) y San Lázaro; y que condiciona la concesión de cualquier licencia de obra en el trazado por el que discurre el Camino Francés entre el núcleo urbano de la capital gallega y el colindante Concello de O Pino.

En declaraciones a EL CORREO, el concejal de Urbanismo, Iago Lestegás, confirma que hace unos días se celebró un primer encuentro con la comisión que representa a los vecinos afectados por el Plan Especial do Camiño con el objetivo de comenzar a “estudar as diferentes posicións e ver a posibilidade de incorporar a maior parte das alegacións presentadas no planeamento urbanístico”.

Asegura que por parte del Concello “hai vontade” para llegar a un acuerdo que “satisfaga á veciñanza”, al tiempo que añade que también existe “predisposición” para crear una vía de financiación paralela al plan urbanístico y que sirva de apoyo para cubrir las necesidades que hay en todo el trazado o para ayudar a los ciudadanos a la hora de ejecutar proyectos individuales.

A la reunión de hace unos días no solo asistió el concejal de Urbanismo, que estuvo acompañado por la gerente del Consorcio, Belén Hernández, y varios técnicos tanto del Concello como del órgano ejecutor del Real Patronato de Santiago. El que se inicia no es un proceso sencillo ni tampoco rápido, aunque se espera que dé el resultado esperado: un Plan Especial do Camiño consensuado con los vecinos que permita proteger una zona destacada por su riqueza paisajística en el trazado jacobeo, pero atendiendo las necesidades de quienes habitan el entorno.

Desde la comisión que representa a los afectados, José Manuel Neira valoró ayer “de maneira positiva” la primera reunión que mantuvieron con el nuevo concejal de Urbanismo, un “encontro de presentación que ten que dar lugar inmediatamente a outros de traballo nos que se aborde directamente as modificacións que se deben facer no Plan Especial, de forma que non sexa só unha normativa urbanística pensada nos peregrinos senón nos veciños que viven na contorna do Camiño”.

“Temos a sensación de que toca empezar de cero, pero o que quixemos deixar claro nesta primeira xuntanza é que non pode haber un planeamento urbanístico se non se consensúa cos veciños”, declara Neira, antes de recordar que “Lavacolla se atopa nun estado total de abandono, que incluso foi recoñecido como histórico polo anterior alcalde”.

Con esto, la comisión de afectados reclama que la nueva alcaldesa, Goretti Sanmartín, “se implique tamén directamente neste asunto, porque é ela a que coñece ben todo o que aconteceu e o que supón a execución desta normativa urbanística”. Neira defiende “a paralización inmediata do Plan, posto que xa está ocasionando serios problemas a moitos veciños que ven como as solicitudes de licenza son paralizadas ou directamente rexeitadas porque non se axustan ás novas esixencias”.

Derribo de construcciones

“Hai que ter en conta”, apunta, “que para poder facer unha obra agora temos que obter o permiso habitual do Concello e a maiores o do Plan Especial”. También lamenta que “agora cando se quere facer nova construción temos un límite de seis metros de altura, cando antes tiñamos sete”. Así las cosas, exige “que se paralice o Plan e que se empecen a buscar solucións para os problemas que nos está a dar”, porque la nueva normativa “vai máis alá do que dicta a Dirección Xeral de Patrimonio: obriga incluso a derrubar obras que contempla como descontextualizadas na súa contorna. É evidente que para estes casos hai que consensuar coa veciñanza unha solución que sexa boa para todos”.

Y sostiene que para desarrollar una normativa urbanística de este tipo se tiene que impulsar de forma paralela “unha dotación orzamentaria que permita aos afectados executar todas aquelas obrigas que implica o cumprimento do Plan Especial”.

La parroquia más agraviada

En un pleno celebrado el pasado mes de enero en el pazo de Raxoi, cuando todavía era alcalde Xosé Sánchez Bugallo, la Asociación Lavacolla Activa ya había sido muy clara sobre su posición. Entonces, su portavoz señalaba que “muchos afectados todavía no saben que lo son, ya que de conocerlo todos el número de alegaciones sería muy superior”. Manifestaba ante la anterior Corporación que Lavacolla es la parroquia “más agraviada” por este Plan Especial do Camiño, elaborado por el equipo técnico del Consorcio a petición del Concello; y que plantea una serie de medidas encaminadas a la protección del valor etnográfico y paisajístico del trazado jacobeo; o lo que es lo mismo; condicionantes a la hora de solicitar cualquier tipo de obra de reforma o construcción, puesto que la zona quedaría protegida por el hecho de ser lugar de paso de la Ruta.

“Carecemos de alumbrado, de saneamiento y de alcantarillado; y a mayores soportamos la carga del aeropuerto y de los polígonos industriales”, señalaba la representante vecinal, que indicó que “si se pretende la protección del Camino debemos empezar por tener en cuenta estas cuestiones fundamentales”.

“Plan si, máis así, non”

En aquel mismo pleno de enero, la hoy alcaldesa, Goretti Sanmartín, manifestaba su confianza en que “a próxima corporación se comprometa co que aprobamos hoxe”, en relación a las proposiciones llevadas a aquella sesión por el Bloque y Compostela Aberta de cara a una negociación con los vecinos del Plan Especial. “Temos que plantexar un plan unánime e todos temos que ceder”, remarcaba, al tiempo que pidió “paralizar todo o procedemento para abrir un proceso de diálogo”. “Plan si, máis así, non”, concluía.