La Sala Yago agrava su abandono y el Concello ‘obliga’ a la propiedad a una actuación inmediata

Raxoi ya le ha requerido a que proceda a cerrar la galería y a limpiar las pintadas, entre otros trabajos

En caso de que continúe la falta de mantenimiento, el inmueble podría ser incluido en el Registro de Solares

Fachada principal del inmueble de la Sala Yago, situado en el número 51 de la Rúa do Vilar. Permanece cerrado desde el año 2007 / A. HERNÁNDEZ

Fachada principal del inmueble de la Sala Yago, situado en el número 51 de la Rúa do Vilar. Permanece cerrado desde el año 2007 / A. HERNÁNDEZ / JACOBO TÁBOAS

El inmueble que durante años albergó la Sala Yago, uno de los edificios más emblemáticos del casco histórico de Santiago, construido en 1906, podría ser incluido en el Registro de Solares si sus propietarios no realizan los trabajos de mantenimiento necesarios para “manter o inmoble en condicións de funcionalidade, seguridade, salubridade, ornato público e habitabilidade segundo o seu destino, e consonte ás normas de protección do medio ambiente, do patrimonio histórico e da rehabilitación”, tal y como indicaron a EL CORREO desde el gobierno local.

Las pintadas y la suciedad en el edificio han sido la tónica habitual a lo largo de los últimos años / A. HERnÁNDEZ

Las pintadas y la suciedad en el edificio han sido la tónica habitual a lo largo de los últimos años / A. HERNÁNDEZ / JACOBO TÁBOAS

El estado de abandono que arrastra desde hace años el inmueble, foco de las miradas de compostelanos y visitantes por la lamentable imagen que luce en pleno casco histórico, ha provocado que desde el Concello ya le hayan comunicado a la propiedad una serie de requerimientos para garantizar la seguridad del edificio, y aunque sus dueños presentaron un recurso de reposición, este fue rechazado por la Administración local.

Los requerimientos incluyen “a limpeza das pintadas/graffitis dos paramentos cegos da planta baixa en pintado en cor branca no prazo dun mes, de conformidade coas indicacións técnicas”, así como “a limpeza das pintadas/graffitis de todas as carpintarías de planta baixa, lixado e tratamento de protección con lasur das citadas carpintarías no prazo dun mes”. Asimismo, también se requiere a los propietarios “o peche da ventá da planta terceira no prazo de 15 días” y la “execución dun pechamento de ballesta seguindo as indicacións técnicas no prazo de dous meses”.

Ante la inacción de los propietarios del histórico inmueble situado en el número 51 de la Rúa do Vilar, a solo unos metros de la Catedral, desde el Concello señalan que en caso de que “persista a falta de mantemento e de conservación, estudarase incluílo no Rexistro de Soares, como corresponde nestes casos”. Este registro se creó “coa finalidade de incluír os soares e as construcións en ruína, inadecuadas ou paralizadas, como medio de instrumentar a edificación ou rehabilitación forzosa nos casos de incumprimento dos deberes urbanísticos de edificación nos prazos estabelecidos”.

Además, transcurridos dos años “desde a inscrición no Rexistro de Soares sen que se lle dese cumprimento ao deber de edificar ou, se é o caso, de rehabilitar, a Administración decretará a edificación forzosa do soar ou, se é o caso, a rehabilitación forzosa do inmóbel, ben de maneira directa ou a través dun particular, denominado axente edificado”.

Además, cuando se incumpla “o deber de edificar, a Administración poderá expropialo co fin de asumir a edificación ou ben encomendarlle a unha sociedade urbanística pública o desenvolvemento da actuación”. En este último caso, la sociedad urbanística “actuará como beneficiaria da expropiación e asumirá fronte á Administración, o deber de edificar nos prazos que se fixen no convenio que regule a actuación, que en ningún caso poderán ser máis longos que os outorgados inicialmente ao propietario”. La Sala Yago cerró sus puertas en 2007, y desde entonces su estado de abandono ha sido una constante. Durante este periodo el inmueble fue okupado en dos ocasiones. Primero, en 2011 y después en 2014.

Uso cultural

Desde el nuevo gobierno local señalan que una vez alcanzado este nivel de deterioro la solución pasa porque “a propiedade ou ben rehabilite o inmoble para uso cultural, como é preceptivo, ou ben proceda á súa venda para esa mesma finalidade”.

En este sentido, hay que recordar que en 1997 el Plan Especial de la Ciudad Histórica, en la recalificación del plan urbanístico, catalogó este edificio para el uso de actividades socioculturales y recreativas en gran parte del mismo, mientras que las dos plantas superiores tienen un empleo residencial. Tras el cierre del inmueble, la propiedad solicitó un cambio de usos que permitiese la actividad hotelera, si bien el Concello rechazó la propuesta.

El cine más antiguo de la ciudad

La Sala Yago, la más antigua de la ciudad de Santiago en su día, cerró sus puertas en junio de 2007. Su última etapa comenzaba en 1946, siendo el centro cultural de la vida de Santiago casi 50 años.

Los orígenes de la Sala Yago se remontan a 1946, cuando dejaba de ser la sede de Correos y abría sus puertas como sala de cine a cargo de la empresa Gesto Nieto, que también gestionaba ‘Capitol’, otro de los grandes cines de Santiago.

El declive de los grandes cines acabó con la renovación en 1998 de esta sala, y tras una transformación física que desembocó en una nueva etapa, en 2002, con Títeres Cachirulo y Teatro do Noroeste. Ganó el ‘Premio especial Max’ de la SGAE, junto con la Sala Galán y la Sala Nasa (que lo rechazaron) y Teatro Noroeste se convirtió en su compañía residente.

A mediados de 2019, los propietarios del inmueble pusieron a la venta el histórico edificio, a un precio de en torno a tres millones de euros.