La generación de TikTok aprende a saltar en el taller infantil de circo del Festival C

Greta Marí y Mercè Solé guían en la Almáciga una actividad didáctica gratuita que prosigue los días 17, 23 y 30

A la derecha, Greta Marí enseñando distintos tipos de saltos en el local de Circonove

A la derecha, Greta Marí enseñando distintos tipos de saltos en el local de Circonove / Antonio Hernández

“Es que me llegó un mensaje al reloj”, explica Álex para justificar por qué se distrae ante una tanda de volteretas. Todo proceso educativo encara hoy el pulso de la tentación digital y ayer lo hizo una quincena de escolares de la generación de TikTok que aprendió a saltar la comba gracias al taller de circo impartido por Greta Marí y Mercè Solé en el centro social de la Almáciga dentro del Festival C.

Ellas son parte del profesorado titulado de la escuela santiaguesa Circonove, impulsora de una iniciativa que sigue los días 17, 23 y 30 de agosto (11.30 h./ 13.30 h.) para participantes de 6 a 12 años con inscripción gratuita por email (circonoveoficina@gmail.com).

“Muchas niñas y niños descubren aquí habilidades que desconocían y logran cosas que no creían poder hacer. Te alegra ver que empiezan diciendo ‘No puedo, es imposible’, y luego logran superarse y completar las tareas. Yo a los tres años saltaba a la cuerda con las monjas en el cole, hoy eso es muy raro, y aquí hay chicos y chicas que no habían saltado jamás a la comba hasta ahora, ven que pueden hacerlo, y disfrutan” , cuenta la compostelana Greta tras una sesión de ejercicios de suelo con protagonistas que avanzan entre el mimo de tutoras con igual destreza verbal que circense. “Tienes que plantearlo como un juego”, añade Mercè Solé, artista de circo aéreo multidisciplinar, cofundadora de la compañía Duelirium y de Circonove.

Un ejercicio de cuerda con las profesoras Greta Marí y Mercè Solé explicando la comba  / ANTONIO HERNÁNDEZ

Un ejercicio de cuerda con las profesoras Greta Marí y Mercè Solé explicando la comba / ANTONIO HERNÁNDEZ

“A los chicos y chicas les gusta mucho lo de colgarlos y ponerlos del revés para ver el mundo boca abajo, las acrobacias aéreas suelen gustar”, indica esta barcelonesa afincada en Santiago, formada en el National Centre for Circus Arts (Londres) que reprende a la chavalería con bromas: “Por favor, que nadie haga break dance con las piernas, hay que girar con las piernas bien estiradas”.

Aros, cuerdas, colchonetas y otro atrezzo del taller de iniciación al circo contemporáneo conviven con mochilas arracimadas en una esquina de la nave de la Almáciga, donde “lograr concentración es de lo más complicado”, añaden las profesoras mientras tutelan dos hileras de actividad al tiempo que alrededor, Bea López Jerez, una de las coordinadoras del taller, atiende a una nena (Nasrin) que dice tener apetito en busca una mochila cuyo color no recuerda, y un neno (Alex) se queja de forma exageradamente humorística del esfuerzo para soltar: “Me vais a enterrar”, mientras a su vera, Lucas, reitera que sería feliz “con un juego en el sofá”, pese a ello, todos van entrando en la dinámica de juegos variados que hilan un aprendizaje entretenido, a base de mimo, conocimiento, humor y paciencia, mucha paciencia.

Y así, la sedentaria generación de TikTok descubre la magia de su cuerpo en acción y las posibilidades que esconden los objetos en movimiento.

Ensayo de volteretas en el taller realizado ayer en el centro social de la Almáciga  / ANTONIO HERNÁNDEZ

Ensayo de volteretas en el taller realizado ayer en el centro social de la Almáciga / ANTONIO HERNÁNDEZ / XABIER SANMARTÍN

“Los talleres de verano ayudan a la conciliación. No hay cole y esta actividad permite canalizar su energía. Además, el circo de hoy, el circo contemporáneo es algo muy variado donde se mezclan muchas técnicas y disciplinas, danza, música, malabares, acrobacias, y en los talleres hacemos juegos con aros, cuerdas, volteretas, cosas muy variadas”, apunta Mercè, que al minuto dice enérgica: “Si doblamos los brazos al girar, ¿qué comemos?”, a lo que responde un grito: “¡O chan!”, dicho a coro por Nasrim, Irene, Diego, Sofía, Lucas, Álex, Xiana, Eva, Miriam, Alyson, Keisy, Martina, Xulia y Helena.

Greta, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la especialidad de Danza y graduada en Expresión Corporal en la Faculdade de Motricidade Humana (FMH) de Lisboa, recalca que trabajar con un grupo de menores exige un puntito más de lo habitual a la hora de esmerarse en fondo y forma. “Es importante cuidar la comunicación al dirigirnos a ellos porque el mundo ha cambiado y hay niños que igual tienen dos papás o dos mamás, y hay que tener tacto igual para hablar de su entorno familiar como para corregirles en los ejercicios. También cuidamos la comunicación no verbal para que aprendan a ser respetuosos con los demás, por eso fomentamos los ejercicios de cooperación”.