Galicia clama en las calles de Compostela contra el "desmantelamiento" de la sanidad

Miles de manifestantes piden el refuerzo de los servicios en una marcha convocada quince días antes del adelanto electoral pero que el PPdeG tacha de "electoralista"

La reciente encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revelaba que la sanidad era la segunda mayor preocupación de los gallegos. Una inquietud que llevó este domingo a miles de personas, llegadas de todos los rincones de la comunidad, a movilizarse en las calles de la capital gallega para denunciar “el desmantelamiento” de los servicios sanitarios gallegos.

Miles de personas salen a la calle en Santiago en defensa de la sanidad

Jesús Prieto

Así lo hizo Jesús, vecino de Moaña, que viene asistiendo periódicamente a las movilizaciones que cada domingo se organizan frente al centro de salud del municipio pontevedrés. “Con el COVID, nos cerraron el servicio de urgencias y a día de hoy todavía no las han vuelto a abrir”, razonaba. En su opinión, las decisiones políticas en el ámbito sanitario incitan a pensar que “quieren que paguemos una póliza privada”.

Laura, de 29 años, acudió a la llamada de SOS Sanidade Pública para denunciar la precaria situación laboral de los profesionales del Sergascomo ella, enfermera en el Hospital de Montecelo. “Llevo tres años encadenando contratos con una duración de días para cubrir bajas de otras compañeras. Así es imposible encontrar estabilidad”, lamentaba.

Finalmente Pilar, pensionista, acudió a la manifestación desde el municipio lucense de Chantada, para marchar de la mano de su nieta Sara. “Viñen por ela, non pode ser que non teñamos no pobo un pediatra para atendela”, revelaba.

Son tan solo tres de las miles de casuísticas –50.000 según los convocantes, cifra que la Policía Local reduce a 12.000– que se concentraron en la praza do Obradoiro al término de una marcha que demoró más de dos horas la llegada a su destino. Por ello, un par de actuaciones musicales y la actriz Isabel Risco tuvieron que amenizar la espera de los protestantes más apremiados hasta el inicio de la lectura del manifiesto.

Un menester del que se ocupó Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidade Pública. El sanitario agradeció la “impresionante movilización de la ciudadanía” ante una situación de los servicios sanitarios que calificó de “aberrante e inaceptable”.

Un estado al que en palabras de Martín, se ha llegado por la falta de voluntad política durante los últimos quince años de la Administración autonómica. “No es cosa del Gobierno central, sino de dotar a los servicios de los presupuestos que realmente necesitan”, señaló. Según el portavoz de la asociación detrás de este declive está la querencia de la Xunta por favorecer al ámbito privado. “Nuestra sanidad está en manos de especuladores”, acusó, antes de apostillar que “si no cambian las políticas, habrá que cambiar a los políticos”. 

Entre los principales problemas de la sanidad gallega, Martín enumeró “centros de salud y PACs inaccesibles; consultas telefónicas en lugar de presenciales; centros masificados, sin pediatras ni personal suficiente, con esperas de semanas; servicios de urgencias hospitalarias colapsados; o listas de espera manipuladas que esconden más de la mitad de los enfermos”, entre otros.

Ante ello SOS Sanidade Pública propuso trece medidas “urgentes” para afrontar este “momento crítico” entre las que se encuentran el incremento del presupuesto sanitario, especialmente de la atención primaria; la apertura de los centros de salud cerrados o el aumento del personal de medicina familiar, pediatría y enfermería.

El PP denuncia su “politización”

La cercanía de las elecciones del 18- F y la ya previamente anunciada presencia de todos los candidatos de la izquierda a la Presidencia de la Xunta provocó que a lo largo de la semana, los populares criticasen el carácter partidista de la protesta. “No es una manifestación que surja de una necesidad de la sociedad civil. Está absolutamente politizada”, lamentaba la secretaria general del PPdeG, Paula Prado, el pasado viernes.

No obstante, SOS Sanidade Pública convocó esta marcha el pasado 5 de diciembre. Es decir, dieciséis días antes de que Alfonso Rueda anunciara la convocatoria electoral para el próximo 18 de febrero.

En este sentido se pronunció, incluso, el propio presidente de la Xunta que apostilló que mientras el PPdeG hacía campaña la oposición se dedicaba a manifestarse. Por ello los manifestantes se acordaron en diversas ocasiones del candidato popular con proclamas como “Rueda escoita, a sanidade está en loita” o “que se poña Rueda, na lista de espera”.

Al término de la manifestación, y desde la Feira do Cocido de Lalín, el conselleiro de Sanidade Julio García Comesaña señaló que “respeta y toma nota” de las proclamas de la sociedad civil. Sin embargo, censuró que “ni los promotores de la movilización ni los que la secundan y financian están nunca al lado de la Xunta pidiendo solución a la falta de médicos”.

Manifestación, parada (o no) en el Cocido para recobrar fuerzas y a preparar el debate

La movilización de la ciudadanía gallega en defensa de una sanidad pública y de calidad sirvió a su vez de escenario para la concurrencia de las fuerzas políticas de la izquierda, dejando incluso instantáneas de confraternización como la de Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro. Y aunque no exista constancia gráfica del momento, la líder nacionalista se acercó también a saludar de manera afectuosa a Marta Lois, cuando la marcha ya había arribado a la praza do Obradoiro.

Precisamente, esa imagen de hermanamiento es la que los líderes de la izquierda buscarán dar este lunes en el debate de la CRTVG para escenificar una alternativa latente al gobierno de Rueda. Por ello, de cara a su preparación todos ellos liberaron en mayor o menor medida sus agendas durante la jornada de este domingo y la de este lunes.

Ana Pontón se comprometió a ser la presidenta que “recupere” la sanidad para la ciudadanía ante un PP que está “poniendo en riesgo” la salud de la gente. La candidata del BNG acudió tras la manifestación a la Feira do Cocido de Lalín para recuperar fuerzas. No obstante, liberó su agenda durante la tarde y buena parte del lunes para planificar el debate con su equipo de gabinete y una asesoría interna.

Besteiro, por su parte, lamentó que hoy en día “enfermar” sea un problema en Galicia. Por ello se comprometió a que las esperas para una cita en atención primaria no superen las 48 horas. Su agenda durante el domingo no contaba con más citas, aunque sí tendrá un acto la mañana de este lunes. El tiempo restante lo dedicará a preparar el debate con su círculo más próximo de asesores.

Finalmente, Lois auguró que el 18-F será el “fin de las políticas de desastre y desmantelamiento de los derechos y de la salud de los gallegos”. De cara al encuentro de hoy en el medio público, la compostelana está siendo asesorada por Errejón, Paulo Carlos López, Rocío Núñez y Guillermo Zapata.