MEMORIA Y PATRIMONIO DESAPARECIDO

Cinco lugares icónicos que ya no existen en Santiago: del Burgo a los árboles de la Quintana

Como cualquier ciudad, Santiago no ha escapado a la desaparición de edificios emblemáticos

Estos son algunos elementos que en su día fueron representativos del paisaje urbano y ya no están

Cinco lugares icónicos que ya no existen en Santiago

Javier Rosende Novo

El inmenso patrimonio material de Santiago de Compostela ha experimentado, como en todas las ciudades, cambios significativos que han alterado el paisaje urbano. Entre callejones empedrados y plazas históricas, la ciudad alberga recuerdos de lugares emblemáticos que ya no existen físicamente, pero que siguen habitando en la memoria colectiva de sus habitantes. A lo largo de los años han ido desapareciendo elementos icónicos que formaban parte del tejido cultural y arquitectónico de la ciudad.

En este artículo, recordamos cinco de estos emplazamientos que ya no existen en Santiago.

El edificio de la Inquisición: una historia oculta

La antigua Casa de la Inquisición en 1909 en el lugar que hoy ocupa el Hotel Compostela.

La antigua Casa de la Inquisición en 1909 en el lugar que hoy ocupa el Hotel Compostela. / Cedida

Si bien la plaza de Galicia es conocida como el lugar donde se ubicaba el edificio de la Inquisición en Santiago, este no fue su único emplazamiento en la ciudad. Según un estudio realizado por la investigadora Paula Pita Galán, la historia del Santo Oficio en Compostela se remonta a 1574, casi un siglo después de su creación. Inicialmente situado en el palacio de los condes de Monterrey, el Santo Oficio tuvo que trasladarse a la zona del Hórreo debido a disputas con la institución monástica. El antiguo edificio ahora está ocupado por el hotel Compostela, un recordatorio tangible de un pasado oscuro.

Burgo das Nacións: un símbolo de hospitalidad

Entre 1965 y 1982, la Avenida do Burgo das Nacións albergaba el Burgo de las Naciones, el primer albergue contemporáneo de Santiago dedicado a recibir a peregrinos de todas partes del mundo. Este lugar, que simbolizaba la diversidad y la hospitalidad de la ciudad, ahora ha sido reemplazado por servicios culturales y universitarios, dejando solo recuerdos efímeros de su pasado.

Interior del Burgo de las Naciones

Interior del Burgo de las Naciones / Francesc Català-Roca

Los árboles de la Praza da Quintana

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La Praza da Quintana estaba adornada con árboles / Cedida

La Praza da Quintana, un espacio emblemático de la ciudad, ha experimentado transformaciones a lo largo del tiempo. En el pasado, este lugar estaba adornado con árboles y farolas, creando un ambiente único en el corazón de Santiago. Sin embargo, con el paso de los años, el paisaje ha cambiado y hoy en día la praza da Quintana refleja una imagen diferente, aunque sigue siendo un punto de referencia clave en la ciudad. Eso sí, la histórica parra es el único elemento vegetal que ha sobrevivido entre la piedra rotunda del lugar por donde se accede a través de la Porta Santa a la Catedral en año Xacobeo.

El edificio Castromil: una historia de cambios urbanos

El edificio Castromil, que una vez albergó el Café Quiqui Bar y luego se convirtió en la sede de la empresa de transportes en autobús Castromil, fue demolido a mediados de la década de los setenta para dar paso al parque y jardín centrales de la plaza de Galicia. Este edificio, que representaba un punto neurálgico en la vida de la ciudad, fue víctima de intereses económicos y políticos que llevaron a su desaparición, dejando un vacío en el patrimonio que era la fachada del Ensanche compostelano.

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El edificio Castromil de Santiago fue demolido en los años 70 / Cedida

El Gran Hotel Suizo: un oasis de lujo y elegancia

El Gran Hotel Suizo, regentado por la familia Mengotti, natural de Suiza, fue durante décadas uno de los principales alojamientos de Santiago. Conocido por su prestigio y sus elevados precios, el hotel situado en Mazarelos acogió a personalidades destacadas como Miguel de Unamuno y Ernest Hemingway. Sin embargo, con el paso del tiempo, el establecimiento entró en decadencia y fue eclipsado por el éxito del Hotel Compostela, inaugurado en la década de los 30, dejando atrás un legado de lujo y elegancia que aún perdura en la memoria de la ciudad.

Estos son solo algunos ejemplos de los lugares emblemáticos que ya no existen físicamente en Santiago de Compostela, pero que continúan viviendo en la memoria colectiva. A medida que la ciudad evoluciona y se transforma, recordar y preservar su pasado nos ayuda a comprender su presente y a construir su futuro.