Los nuevos monjes carmelitas de Santiago también rezan en la calle

La comunidad religiosa procedente de Colombia que ha tomado el relevo a las madres descalzas se toma al pie de la letra el mandato del papa Francisco cuando dice que quiere una Iglesia que salga de los templos

Los hermanos rezan el rosario dirigiéndose a la Virgen del Carmen de la fachada del monasterio

Sus cánticos llaman la atención de no pocos ciudadanos a su paso: es el objetivo de los religiosos

La comunidad de carmelitas contemplativos durante sus rezos en el atrio del convento de Santiago, que intercalan con cánticos

La comunidad de carmelitas contemplativos durante sus rezos en el atrio del convento de Santiago, que intercalan con cánticos / CARMELITAS

¡Quiero que la Iglesia salga a la calle! ¡Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las parroquias, los colegios, las instituciones, ¡son para salir! Si no salen, se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG”. Son palabras del papa Francisco. Las pronunció durante la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro en 2013, pocos meses después de iniciar su pontificado. Desde entonces han pasado casi once años, pero el obispo de Roma y vicario de Cristo sigue insistiendo cada día en que su objetivo es conseguir una “Iglesia en salida” y “pobre y para los pobres”. 

Los Hermanos Carmelitas Contemplativos, que llegaron a Santiago hace apenas un mes para fundar una comunidad en el convento que hasta entonces habitaban las Madres Carmelitas Descalzas, se han tomado el mandato del papa al pie de la letra y desde el momento que aterrizaron en la capital gallega han tenido muy claro que la Iglesia tiene que estar en la calle. Incluso cuando se trata de un convento de clausura. 

Así, los monjes no han dudado en trasladar sus oraciones del cenobio al atrio del convento, donde rezan el rosario en presencia de todas las personas que se mueven por el entorno de las rúas de San Roque y Santa Clara. Pero no solo rezan, sino que también entonan cantos religiosos con el acompañamiento de la guitarra y otros instrumentos, como maracas o la flauta travesera. Los nuevos frailes, procedentes de Colombia, son muy activos en redes sociales, principalmente en Instagram, donde relatan su día a día en la vida contemplativa. De los vídeos que cuelgan en su perfil se deduce que los religiosos llegados de América Latina se han integrado muy bien en Compostela y que también han sido muy bien acogidos por los fieles habituales del Carmen. 

Celebraron la Semana Santa con toda solemnidad y optaron por realizar parte de las liturgias fuera de los muros del convento. El Domingo de Ramos, por ejemplo, la comunidad salió para celebrar en el atrio junto con los fieles la bendición de las palmas y los ramos; y el Sábado de Pascua hicieron lo mismo con motivo de la bendición del fuego durante la Vigilia Pascual, que presidio el hermano Mauricio de los Corazones de Jesús y de María, sacerdote y miembro de la comunidad de carmelitas contemplativos recién llegada a la ciudad. Lejos del canto gregoriano que habitualmente protagoniza las liturgias en el ámbito monástico, los nuevos inquilinos del Carmelo compostelano optan por ritmos más actuales, pero que invitan igualmente a la meditación. En el atrio de convento no solo rezan el rosario, sino que intercalan música con las oraciones. Lo hacen dirigiéndose a la imagen de la Virgen del Carmen que preside la fachada de la iglesia conventual. La presencia de los monjes en el exterior del cenobio ha llamado la atención de no pocos ciudadanos, a los que ha cogido por sorpresa esta nueva manifestación pública de fe que tiene lugar en el atrio del convento. 

Los siete monjes colombianos tomaron el relevo a las madres carmelitas descalzas el pasado 9 de marzo, en una ceremonia multitudinaria en la iglesia del Carmen, en el transcurso de la cual se produjo el traspaso de las llaves de la casa religiosa. Ya instalados en su nuevo hogar, los monjes han recurrido a las redes como recurso para compartir sus experiencias. En Instagram, por ejemplo, relatan cómo ha sido el traslado desde Colombia hasta el monasterio de Santiago. La semana pasada recibieron la visita del arzobispo compostelano, monseñor Francisco José Prieto, quien se ha implicado de una manera especial en la acogida a la nueva comunidad monástica. 

“Es una manera de expresar la alegría del carmelita contemplativo”

La nueva comunidad de carmelitas contemplativos se ha integrado muy bien en apenas un mes en la vida del barrio de San Roque y La Estila, en Santiago. A sus celebraciones litúrgicas acuden a diario las personas que lo hacían con las madres carmelitas. “Rezar el rosario en el atrio del monasterio es sin lugar a dudas una experiencia muy bonita”, explica el hermano Pedro de la Santa Cruz, antes de apuntar que “muchas personas pasan por este lugar sin darse cuenta de que Nuestra Señora está aquí, cuidándolos, acompañándolos, guiándolos”.

Con esta nueva práctica, indica, buscan “exteriorizar eso que ella está prodigando constantemente desde el lugar que ocupa en la fachada del monasterio, mirando al pueblo que pasa por estas calles”. El religioso añade que salir a la calle “es una oportunidad para expresar desde nuestro corazón enamorado por la Virgen la alegría del carmelita contemplativo”.