Crónica negra: el asesinato a hachazos del regidor de Negreira trascendió hasta el ‘Diario de Córdoba’ en el año 1854

Antonio de Leis fue encontrado con la cabeza abierta en su casa el 2 de marzo de esa fecha

El consistorio estaba en Aro, y achacan el suceso a los conflictos electorales de la época

A la izquierda, conjunto parroquial de Aro en Negreira y a la derecha, la página del 'Diario de Córdoba'

A la izquierda, conjunto parroquial de Aro en Negreira y a la derecha, la página del 'Diario de Córdoba' / D. Casal

"Al amanecer del 2 del corriente apareció degollado en su cama el honrado alcalde de Aro (Coruña) Don Antonio de Leis. El crimen se cometió partiéndole la cabeza con un hacha”. Esta es parte de la crónica que llevaba a sus páginas el Diario de Córdoba del 19 de marzo de 1854, para divulgar en el otro extremo de la Península Ibérica el asesinato del entonces regidor de Negreira, municipio que en esa época tuvo su sede consistorial en la Parroquia de Aro. El trabajo de recopilación del suceso es obra del vecino José Daniel Casal Leis, y fue divulgado por el historiador Amancio Liñares.

Pero la noticia no se queda ahí, porque desde el avezado diario andaluz, incluso, parecen tener clara la causa del óbito, al citar (siempre textualmente) que “como el autor ú autores de tan horrendo atentado no estrajeron cantidad ni efecto alguno, se cree que no fué el deseo de robarle lo que impulsó su perpetración”. Asimismo, relatan que en el distrito del Partido Judicial de Negreira “ha sido siempre muy viva la lucha electoral, como también la de los puestos municipales, no sería estraño que los resentimientos de cierto género hayan sido la causa de tan doloroso acontecimiento”, conjeturan. 

En este punto, Liñares confirma que este crimen “seguramente tivera que ver con liortas políticas e electorais”, apuntando que también se hizo eco del altercado la publicación El Católico de Madrid, tres días después que sus compañeros cordobeses, al tiempo que el Boletín Oficial de la Provincia ya corroboraba que, en aquel entonces, “efectivamente, Antonio de Leis era o alcalde do Distrito de Negreira”. Eran tiempos “da monarquía borbónica de Isabel II, no final da década moderada dos gobernos autoritarios de Narváez”.  

La trepidante narración del diario prosigue dejando caer que “de todos modos, aquella comarca está consternada, porque el crimen, grave en si mismo, escita mas el horror recordando el carácter benévolo y pacífico del alcalde asesinado”.

Valoración periodística

Y como no podía ser de otra forma, algo común en las publicaciones decimonónicas, el periodista no se resiste a dar su propia interpretación de la ética vigente, indicando que “de la actividad y celo del juez de primera instancia de Negreira y de todos cuantos allí tienen obligación de auxiliarle en la administración de justicia, depende que se haga un escarmiento ejemplar y saludable. A fin de que la impunidad no aliente a nuevos crímenes”, acaba, sin que existan más datos al respecto.