El Obradoiro cae en Manresa y no logra sumar su segunda victoria consecutiva

El Monbus Obradoiro no pudo sumar una segunda victoria consecutiva, tras superar al Baskonia después de dos prórrogas, y cayó derrotado en feudo del Baxi Manresa en un partido a priori muy interesante, pues ambos llegaban en buena dinámica y con la lucha por clasificarse para la Copa del Rey en la mente de todos, pero que sobre el Nou Congost se decantó de forma clara para los locales. Los catalanes pudieron imprimir casi siempre su frenético ritmo de juego y además de ser el equipo anotador de siempre también consiguieron brillar en lo defensivo secando a un equipo gallego que siempre tuvo problemas de anotación en la capital de Bages.

Moncho Fernández destaca la experiencia internacional de Kovliar

Tras un primer minuto bastante alocado y sin buena definición de nadie, Badzim inauguró el luminoso con un triple liberado tras un bloqueo directo. Un enceste y una distancia que repetiría poco más tarde para colocar el 2-6 en un comienzo de partido igualado donde la batalla táctica se resumía en que el entrenador local Pedro Martínez, con su base Brandon Taylor como ejecutor, trataba de jugar a la carrera mientras que el Obradoiro de Moncho Fernández no estaba por la labor, al menos como única forma de atacar al rival. Pero en todo caso y sin un ganador claro en cuanto a ritmo el choque siguió ajustado, sin apenas triples y mucha pelea en las pinturas, por lo que poco antes de llegar al ecuador del cuarto los catalanes tomaban la iniciativa en el electrónico (8-7 en el 4´).

Nada varió en el siguiente tramo y sólo en los últimos tres minutos los manresanos abrieron un poco más la renta gracias a dos triples consecutivos de Dani García y Valtonen (16-11 en el 8´). A la conclusión y sin que los santiagueses resolvieran sus problemas ofensivos, ni tampoco el de las muchas pérdidas, el resultado seguía apretado (17-13).

Un parcial de 0-4 en menos de un minuto empató el partido de nuevo. Las cartas estaban sobre la mesa y con las fuerzas intactas todo siguió más o menos igual, pero el Monbus no solucionaba ni sus problemas de anotación ni de pérdidas y tras un mate de Badjo a la contra después de robo Moncho Fernández paró el juego (23-17). De vuelta a pista Pustovyi fue protagonista en los dos aros, cogiendo rebote y asistiendo o anotando (25-23 en el 6´), pero la presión a toda pista manresana e incluso las veloces transiciones tras encajar canasta siguieron siendo un quebradero de cabeza.

De ahí al descanso el Manresa perseveró en su idea de ritmo endiablado y cuando dedicó especial atención sobre Pustovyi el Obradoiro se quedó seco. Con eso, las transiciones veloces y los robos, más un par de aciertos desde el perímetro el equipo del entrenador local Pedro Martínez lució un máxima de +14 con el 37-23 a falta de un minuto y se fue a los vestuarios dejando sus mejores sensaciones desde el inicio de todo. Al descanso 37-25.

Un triple de Howard y un segundo de Tinkle, aunque de por medio se vio uno del local Robinson, abrieron las hostilidades en el reinicio y dio ciertas esperanzas a los gallegos, porque el equipo había acabado la primera con 2/18 en esa suerte por 5/12 de los locales. Tener el recurso del triple era oro para un Obradoiro con serios problemas de anotación, pero todavía quedaba por revertir la dinámica infernal impuesta por los manresanos, que volvían a la carga con un ida y vuelta ciertamente incómodo para los santiagueses (42-33 en el ecuador).

Después el Obradoiro quiso emular los costa a costa del rival y por un momento le funcionó (44-37 en el 6´), pero jugando a eso finalmente la lógica se impuso y el BAXI a la conclusión del cuarto mantenía su valiosa renta ya conseguida antes del tiempo de descanso (50-39).

Contra todo pronóstico un 1-8 inicial en apenas dos minutos metía a los gallegos de lleno en la pelea (51-47). El BAXI Manresa por primera sufría mucho para anotar y sin el auxilio del triple, pues en la segunda sumaba un pírrico 1/10, parecía que el momento del Obradoiro estaba al caer. Pero entonces el local Robinson se enchufó dos seguidos y Mocho Fernández tenía que detener el juego pues en segundos se había instalado otra vez un doloroso -10 para los suyos.

Pero de vuelta a pista el local Badjo también anotaba de tres (60-47 en el 4´) y de la posible remontada gallega se pasó, con otro triple de Steinbergs, a la sentencia catalana (67-49 en el 6´). De ahí a la conclusión no habría pelea, y de hecho en el luminoso final se vería la máxima del choque con el 76-56.