Educadoras infantiles cargan contra unos servicios mínimos “abusivos” en la segunda jornada de huelga

“De 20 trabajadoras que hay en una escuela, solo pueden manifestarse 3”, indican desde los sindicatos

La patronal ha convocado una mesa de diálogo para el día 2 de noviembre

Imagen de la segunda jornada de manifestaciones en Vigo

Imagen de la segunda jornada de manifestaciones en Vigo / Cedida

Elsa lleva más de una década trabajando en una escuela municipal de educación infantil, las que acogen a niños de entre 0 y 3 años. A su cargo tiene una clase de 13 alumnos que, en algunos casos, todavía no saben caminar ni hablar. Según dicta el convenio, cobra menos de 1.200 euros al mes. En los centros privados, sus compañeras corren una suerte diferente. Tal y como recogen las tablas salariales, congeladas desde hace años, perciben una mensualidad de 1.028 euros, 50 por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Recuperar sus condiciones salariales ha sido el motivo principal por el cual decidieron convocar una huelga dividida en cuatro jornadas. Ayer se celebró la segunda, con un seguimiento que, según los sindicatos, rondó el 80%. Las concentraciones, que tuvieron lugar en las ciudades de A Coruña y Vigo, agruparon, según la CIG, a unas 200 participantes. No obstante, indican que la cifra está condicionada por el número de trabajadoras que pueden asistir.

Los servicios mínimos, delimitados de forma independiente por cada ayuntamiento pero con medidas casi parejas en todos, obligan a que en cada centro haya, además de la directora, una profesional por cada unidad. “Teniendo en cuenta que normalmente hay una profesora por clase, solo se le da derecho de hacer huelga al personal de apoyo”, explica una de las asistentes a la manifestación de A Coruña.

Desde los sindicatos convocantes expresan su malestar por la situación. “El seguimiento volvió a ser alto, pero el personal que puede salir a la calle está condicionado por unos servicios mínimos abusivos”, explica Henrique García, de la delegación de enseñanza de la CIG. Pone como ejemplo centros en los que, de 20 educadoras que forman la plantilla, sólo tres pueden hacer huelga. Hablando en cifras aproximadas, García subraya que los servicios mínimos comprenden al 80% de las profesionales de una escuela.

El motivo que explica esta cifra es que, según la orden, se contempla a las escuelas infantiles como servicios esenciales, algo sobre lo que las organizaciones sindicales difieren. “Un servicio esencial es el que abre 24 horas los 365 días del año, como residencias u hospitales. Los centros educativos cierran los festivos, los fines de semana y las vacaciones. No pueden entrar dentro de la misma categoría”, explica García.

Como comparación, expone el caso de la huelga del martes pasado en colegios e institutos, que contemplaba como servicios mínimos a una persona para abrir y cerrar las puertas. “Aquí se invalida el argumento de que son niños pequeños a los que no se les puede dejar solos. En los colegios de infantil y primaria, los padres también trabajan”, continúa.

Tras la primera de las cuatro movilizaciones previstas, que tuvo lugar la semana pasada, la patronal convocó una nueva mesa diálogo para el próximo día 2 de noviembre. La última se celebró en julio, tras la huelga que vació las escuelas en junio. No obstante, desde los sindicatos califican los avances alcanzados como nulos. El conflicto viene de antes. Contando la que tendrá lugar la semana que viene, en los últimos diez meses se celebraron once mesas de diálogo. Las próximas jornadas de huelga, convocadas para los días 8 y 10 de noviembre, dependerán de lo acordado en esa reunión. También, de cara a esa fecha, esperan que los ayuntamientos reconfiguren los servicios mínimos, para que, como explican las manifestantes de ayer, “toda nuestra fuerza se vea en las calles”.