El mejillón gallego se someterá a pruebas PCR para garantizar su trazabilidad

Una ración de mejillones

Una ración de mejillones / FDV

Un “pasaporte” virtual para controlar el mejillón. En esto consiste la nueva iniciativa llevada a cabo por el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Protexida (DOP) Mexillón de Galicia para proteger al bivalvo gallego del fraude y acreditar su procedencia cien por cien gallega. Para ello, la DOP implemenatará un tándem de lo más puntero en términos de vanguardia: tecnología blockchain combinada con técnicas de reacción en cadena de polimerasa, más conocido popularmente como las pruebas PCR. Mexillón de Galícia confía en que el proyecto se ponga en marcha y pase a la práctica para dentro de tres meses.

Desde el Consello Regulador, sostienen que esta nueva iniciativa surge “por el interés que hay en proteger al consumidor” de posibles fraudes en el producto. Así lo afirma el Secretario General de la DOP Mexillón de Galicia, Joaquín Garrido. “Teníamos la necesidad de fortalecer la trazabilidad del mejillón, que es un mecanismo esencial para diferenciar nuestro producto del extranjero”. Cabe destacar que este año fue especialmente pernicioso para la cría de bivalvo en las costas gallegas, que se presentó dificultosa para las bateas desde principios de este año, algo que deja un gran espacio para la estafa.

Esta novedad no es algo que haya surgido de la noche a la mañana, sino que es el resultado de más de un año de trabajo. El Consello Regulador está inmerso en un proyecto financiado por la Comisión Europea que figura dentro del marco del programa de iniciativas De la Granja a la Mesa (en inglés, Farm to Work) y cuenta con la colaboración de varias universidades y multinacionales, como es el caso de NTT Data, con sede en Japón y que figura como la octava empresa de más importante del planeta en el ámbito de las telecomunicaciones. En este proyecto para el molusco, NTT dará forma al software que se implemente. Además, también participan compañías del sector pesquero, como Nauterra (antiguamente Calvo), Angulas Aguinaga o la certificadora Kiwa.

“El blockchain, que en muchos casos se asocia al ámbito del bitcoin y las divisas virtuales, permite un sistema de supervisión de procesos que ninguna tecnología te permite a día de hoy”, explica el mánager del sector primario de la NTT en España, Fernando Monzón. “Los estándares de control los marca Mexillón de Galicia, y entonces entramos nosotros en escena para validar e inventariar todos los resultados y procesos, que quedan grabados en una base de datos compartida por los participantes. Nuestra máxima es la de la confianza cero”, sostiene Monzón.

Para que esta garantía llegue hasta el consumidor final, la idea es la de imprimir una etiqueta QR en cada envase del mejillón que distribuyan las empresas participantes . A través de ella, cualquiera podrá consultar una gran amplitud de datos técnicos del bivalvo en materia de trazabilidad, como de qué costa proviene, o por qué fábricas ha pasado.

La PCR

Aunque la trazabilidad en gran medida se apoye en documentación, la técnica de la PCR juega un gran papel en la iniciativa. “El ADN de un mejillón de Marruecos y uno de aquí es el mismo, lo que cambia es el entorno en donde se cría”, dice Monzón. “En cuanto al proceso, la prueba de la PCR se realiza en el estómago del bivalvo, y analiza la composición del agua que almacena, los niveles de oxigeno y sal, etc... A partir de esos parámetros se determina la procedencia real del mejillón, y ahora lo podremos monitorizar y controlar a grandes niveles mediante blockchain”, sostiene.