Poder en femenino

EN POLÍTICA, y a nivel internacional, algunos techos de cristal se han superado; pero todavía queda mucho por hacer. Aun así, hoy destacamos a algunas de las mujeres que mecen la cuna del mundo. Hablo, por ejemplo, de la abogada francesa Christine Lagarde, ex directora gerente del FMI, y actual presidenta del Banco Central Europeo (BCE); una mujer en un mundo de hombres que nos recuerda a otras lideresas al frente de importantes instituciones, como la médica conservadora alemana Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, o la joven abogada maltesa de centroderecha Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo.

Las tres abanderan el poder femenino en una Europa que también representan la periodista Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia y del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos (a la que por sus extremismos se tiende a comparar con la diputada francesa Marine Le Pen); la ambientalista liberal progresista Zuzana Caputová, presidenta de la República Eslovaca; la jueza independiente Katerina Sakellaropoulou, presidenta de la República Helénica; la sindicalista socialdemócrata Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca; la filóloga ecosocialista Katrín Jakobsdóttir, primera ministra de Islandia; la jovencísima licenciada en Administración Sanna Marin, primera ministra socialdemócrata de Finlandia; la economista demócrata-cristiana Ingrida Simonyte, primera ministra de Lituania; la abogada liberal Kaja Kallas, primera ministra de Estonia; la economista socioliberal Maia Sandu, presidenta de Moldavia; la estadista liberal-conservadora Salome Zourabichvili, presidenta de Georgia; la economista conservadora Ana Brnabic, primera ministra de Serbia; o la profesora nacionalista Vjosa Osmani, presidenta de Kosovo.

Pero también en África encontramos grandes mandatarias, con presidentas como la diplomática etíope Sahle-Work Zewde, o la economista tanzana Samia Suluhu Hassan; y primeras ministras como la togolesa Victoire Tomegah Dogbé, o la geóloga tunecina Najla Bouden. Asimismo, en Asia destacan las presidencias de la nepalí Bidya Devi Bhandari, la profesora taiwanesa Tsai Ing-wen, la abogada singapurense Halimah Yacob; o la primera ministra bangladesí Sheikh Hasina. En América cabe destacar a presidentas como la jueza trinitense Paula-Mae Weekes, la hondureña Xiomara Castro, y la jueza barbadense Sandra Mason; y a la economista y primera ministra de Barbados Mia Mottley.

En Oceanía, la jefa matai y primera ministra de Samoa, Naomi Mata’afa, se ha quedado sola tras la renuncia de la primera ministra laborista neozelandesa Jacinda Ardern; quien ha demostrado, a igual que la nacionalista escocesa Nicola Sturgeon, que también las mujeres saben retirarse cuando la presión o los motivos personales así lo aconsejan.