“Las células madre empiezan a usarse en la clínica, pero prima la seguridad del paciente”

Investigadores del Cimus explican que en la actualidad existen más ensayos que terapias // Alertan de la venta de productos que no están respaldados científicamente

Por la izquierda, Jannette Rodríguez Pallares, Juan Andrés Parga Martín y Ana Isabel Rodríguez Pérez, investigadores del Cimus (Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular e Enfermidades Crónicas / J.prieto

Por la izquierda, Jannette Rodríguez Pallares, Juan Andrés Parga Martín y Ana Isabel Rodríguez Pérez, investigadores del Cimus (Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular e Enfermidades Crónicas / J.prieto / lorena rey

Las células madres y la terapia celular llevan décadas empleándose en la clínica pero normalmente en aplicaciones limitadas como pueden ser las enfermedades hematológicas. Sin embargo, “ha sido en los últimos años, tras conseguir cultivar en el laboratorio células madre pluripotentes y embrionarias, junto con otras células madre extraídas de tejidos adultos, que se ha intentado utilizar estas células para muchas otras aplicaciones, aunque a día de hoy la mayoría son más ensayos que ya realidades terapéuticas”, comentan Ana Isabel Rodríguez Pérez, Jannette Rodríguez Pallares y Juan Andrés Parga Martín del Grupo de Neurobiología Celular y Molecular de la Enfermedad del Parkinson del Cimus de la USC en conversación con EL CORREO. Por el momento hay avances en muchos terrenos y ya hay patologías que se empiezan a tratar con células madre como pueden ser lesiones de cartílago o de piel. “También hay otras enfermedades donde se está investigando para poder dar el salto a la clínica. De hecho se han realizado ensayos en muchas patologías que están ahora en curso”, detallan estos investigadores. En concreto, en su laboratorio tienen una línea de investigación centrada en el uso de las células madre y terapia celular como posible estrategia para abordar el Parkinson.

El Grupo de investigación, liderado por José Luis Labandeira, tiene tres líneas de investigación. Una se basa en descubrir cuáles son las causas originarias de la enfermedad, otra se dirige a terapias que incluiría neuroprotección y regeneración de células que se han perdido y la tercera se centra en la identificación de biomarcadores tempranos de la enfermedad “para intentar encontrar algún tipo de marcador que nos permitiera adelantarnos al diagnóstico de la enfermedad ya que cuándo éste se realiza tiene manifestaciones clínicas marcadas y en un estado muy avanzado”.

Su grupo organizó ayer la jornada Unistem Day, el evento internacional de mayor envergadura en la divulgación sobre células madre y terapia celular promovido por la Università degli Studi di Milano hace 14 años, y que en el caso de la USC celebra su novena edición, tras dos años de parón por el Covid. Así, la Facultad de Medicina acogió a 370 estudiantes de Bachillerato y profesorado de casi una decena de centros educativos.

“En las charlas de la Unistem queremos trasladar que se trata de un campo con gran futuro, pero hoy en día, lo que se está haciendo es fundamentalmente a nivel experimental. Se trata de establecer las bases para futuras terapias, pero somos conscientes de que hay alguna gente que podría aprovecharse de estas esperanzas y trata de vender productos que no están respaldados científicamente”, comentan.

En el evento se trataron los mismos temas que en ediciones anteriores “porque nos centramos en conceptos básicos” con el fin de “estimular a los alumnos y que aprendan”. Los investigadores sostienen que las células madre y terapia celular es un campo en continuo desarrollo. “Hay charlas que siguen prácticamente igual, las que son de conceptos básicos en células madre y después hay otras sobre tratamientos que se van actualizando por los sucesivos avances que van surgiendo”, detallan.

Consideran que los estudiantes logran aprendizaje en las charlas y demás actividades llevadas a cabo. “Fomentamos el espíritu crítico con el objetivo de que salgan de la jornada sabiendo discernir aquella información que puede ser verídica de aquella que no lo es”, indican. Al respecto cuentan que hay centros que han participado en las mismas desde el primer año y nuevos centros que se van uniendo hasta completar aforo. “ Hay que despertar vocaciones científicas y que el alumnado reconozca la ciencia de cerca”, comentan.

Las células madre se están aplicando en la clínica, “pero ante todo lo que prima es la seguridad de los pacientes”. Indican que “muchas veces el desarrollo científico es más lento pero es un avance que va abriendo camino”.

Como ejemplo de ello se aprobó recientemente un ensayo clínico en la Universidad de Lund de Suecia que pretende utilizar células madre embrionarias en pacientes de Parkinson y hace unas semanas se trasplantó el primer paciente, teniendo como objetivo hacerlo hasta en ocho personas. “Son pequeños pasos que nos llevan hacia un futuro prometedor. La ciencia requiere tiempo, es una cuestión de rigurosidad que a veces, desde fuera, puede parecer lenta pero lo más importante es que sea segura y solvente científicamente lo que hace que muchas veces avance menos de lo que nos gustaría”, reiteran.