“Es habitual que los universitarios encuentren pareja gracias a Salseo USC”

Persona que gestiona a diario la cuenta de moda de ligoteo estudiantil, Salseo USC, que en su primera semana ya tenía unos 6.000 admiradores

Persona que gestiona a diario la cuenta de moda de ligoteo estudiantil, Salseo USC, que en su primera semana ya tenía unos 6.000 admiradores / lorena rey

Salseo USC nació en 2018 como una cuenta de Instagram dirigida a los universitarios de Santiago con la intención de ser una fórmula de ligoteo y búsqueda de piso, entre otras cuestiones. Detrás de ella está un cambadés que quiere mantener su identidad en el anonimato. En conversación con este medio sólo descubre que vive en la capital gallega como un estudiante más que compagina su día a día con Salseo USC, que en la actualidad tiene más de 50.000 seguidores.

La idea de crear este perfil le pasó por la mente cuando estaba cursando segundo de bachillerato. “Vi la posibilidad de poder crear una cuenta con un contenido que no existía. Probé suerte y cuajó”, dice Salseo, el apodo que recibe esta persona. A la hora de adentrarse en este proyecto también influyó que desde los 15 años siempre llevó alguna cuenta de Instagram por hobby. Tuvo una del Celta de Vigo con más de 30.000 seguidores y otra de música hip hop, que también llegó a más de 25.000 usuarios.

La esencia del perfil, ya desde su inicio, parte de colgar los mensajes de jóvenes que quieren dar con su crush, bien sea una persona con la que se encontraron por la calle de casualidad o bien en una biblioteca o cafetería. “Por mensaje privado describen a la persona con el fin de encontrarla y ver si surge algo. Yo lo subo y puedo decir que siempre se encuentra al señalado con independencia de que después se produzca ese encuentro o no”, comenta.

También se le da prioridad a anunciar objetos perdidos, alquiler de pisos o búsqueda de compañeros, los pasos de Ecuador (fiestas de las Universidades) ayudándoles a compartir carteles o torneos que realizan, e incluso marcas que piden colaboraciones. “Además, una de las cosas más importantes es que la gente que está por la calle cuando sucede algo me lo envía y yo lo publico. Dar noticias interesa y funciona super bien”, asegura. Todo lo transmite a los seguidores en publicaciones y también en historias.

Aunque puede sonar exagerado Salseo USC recibe entre 30 y 60 mensajes al día, “dependiendo de la época”. En ocasiones al administrador anónimo le resulta imposible contestar a todo el mundo por lo que tiene que hacer una selección de contenidos. “Si cada día subo 60 cosas a la cuenta la estropearía porque acabaría siendo pesado para la gente. Así que pongo un filtro de lo más importante o de lo más interesante”, explica. Es realista y ve “que tener una vida normal y contestar a todo es imposible”.

Para saber el tiempo que le dedica a diario al proyecto decide consultar los tiempos de uso de su teléfono móvil. La media es de cinco horas al día “aunque puede haber un día que esté conectado hasta diez horas” como suele pasar en el mes de septiembre coincidiendo con la incorporación de los universitarios a clase. “Lo que intento es no colapsar porque realmente hay muchas veces que cuando estoy así tanto tiempo respondiendo a la gente acabo un tanto cansado”, manifiesta.

La historia que más le marcó hasta el momento y que se le viene a la mente durante la conversación con EL CORREO es la de una joven que conoció a su pareja gracias a Salseo USC, “algo que se repite habitualmente”, y que recientemente ha tenido un bebé. “Me lo comentó la chica y realmente me alegré mucho”, dice.

Con tantos jóvenes y no tan jóvenes detrás, ya que confirma que tiene seguidores que rondan los cuarenta años, sostiene que desde un principio todo pintaba bien al no haber una cuenta con objetivos similares. “Recuerdo que a las dos semanas ya tenía 6.000 o 7.000 seguidores gracias al ‘boca a boca’. Con eso intuí que todo iba a ir por buen camino”, asegura. Aun así no se llegaba a plantear el tema de llegar a los 50.000 seguidores.

Hay mucha gente que le pregunta por su identidad, de si piensa dar la cara en algún momento. Los que lo hacen suelen ser estudiantes de primer año de carrera. Sobre esa curiosidad no le da mucha importancia. “En ningún momento desvelo mi identidad pero tampoco me voy escondiendo por la vida, si alguien me pregunta directamente me hago un poco el loco y le digo que no”, dice.

Junto con su mejor amigo coordina la oficina de Salseo, un espacio que se utiliza principalmente para la venta de entradas de algún tipo de evento que organizan y para la venta de la tarjeta Dazona que ofrece descuentos y promociones en un total de 110 establecimientos de la ciudad compostelana como academias, discotecas, tiendas de ropa o restaurantes. Se puede adquirir por 15 euros y se vende a inicios del curso académico.

A mayores, hay una segunda cuenta vinculada a Salseo con el nombre de Salseo USC 2, que está comenzando a funcionar. “Se usará cuando sea el momento de buscar piso o compañeros de piso porque así puedo llevar un poco de tráfico de gente ahí y no colapsar la cuenta principal”, destaca. También se utilizará para otras funciones como temas de movilidad, Sicue y Erasmus.

De cara a los próximos años, sólo piensa en que vaya fluyendo ese contacto con los estudiantes, pero no piensa en que la cuenta tenga que estar creciendo mes a mes. “Los seguidores se van reciclando, es decir, para el próximo año llegarán nuevos estudiantes que me van a seguir y hay otros que terminan sus estudios y que me dejarán a un lado”, dice. En este asunto es de vital importancia esa gente de más edad de Santiago que sigue la cuenta por ese interés en conocer lo que pasa a su alrededor.

Salseo está orgulloso con los resultados obtenidos al poder entretener a los estudiantes, pero también al poder echar un cable a la gente porque a la hora de comunicar objetos perdidos o anuncios de pisos, “la cuenta también es efectiva”. En este punto avanza que en verano para los estudiantes de primer año subirá un post con la pregunta “¿Qué carrera vas a estudiar?”, lo que hará que la gente vaya comentando y se vayan creando grupos de WhatsApp para ir estableciendo contactos.

Por ahora, a pesar de esos momentos de cierto estrés piensa en continuar a diario con la cuenta de Instagram. “Puede que dentro de unos años tome la decisión de pasársela a alguien porque me gustaría que siguiera funcionando”, asegura.