Danza

Óscar Cobos presenta en su Santiago natal: ‘Bailador’: “Para divertir divirtiéndonos”

Criado en Cantigas e Agarimos, reivindica, con música de Berrogüetto, el rol femenino de conservar la tradición

Óscar Cobos , coréografo compostelano de OC Danza, a la entrada de la Praza de Abastos. / ANTONIO HERNÁNDEZ

Óscar Cobos , coréografo compostelano de OC Danza, a la entrada de la Praza de Abastos. / ANTONIO HERNÁNDEZ / XABIER SANMARTÍN

Al pasar sin prisa por la Algalia de Arriba, si el tantán de turistas lo permite, aún se escucha el taconeo, los golpes de ritmo y los alalás de la antigua sede santiaguesa de Cántigas y Agarimos, grupo de música y danza tradicional donde se curtió Óscar Cobos (Santiago, 1971). “Cuando paso por esa calle me duele el corazón, 14 años de mi vida están ahí”, dice con una mirada que escribe sin palabras.

Coréografo y bailador criado en Canarias hasta los trece años, crecido entre Boqueixón y su Compostela natal (Cantigas) y viajado por siete mares, igual impartiendo clases en Nueva York que en Sudamérica, vinculado a muchos proyectos socioculturales de la Connsellería de Emigración, mañana presenta Bailador en la Cidade da Cultura (planta menos uno del Museo Centro Gaiás; 20.30 h.; entrada libre hasta completar aforo).

“Es un espectáculo para divertir divirtiendo, planteado para todo tipo de públicos, solo hay que sentir. Contamos con músicas del altísimo nivel de Berrogüetto. y con unas bailadoras de calibre superlativo, tanto que cuando las ves bailar dices: “Esto es tierra”. Y sí, es tierra pero de hoy en día por eso el vestuario es cómodo y por eso las estructuras coreográficas no van encaminadas a unas líneas y filas perfectas si no a que ellas se muestren bailando tal y cómo son, y esa fue la parte más complicada porque el elenco viene del mundo tradicional, de los grupos de baile, y que alguien les dijese “No quiero ver filas”, chocaba de inicio. De ahí la idea de contar con bailadoras y no con bailarinas. Las bailarinas tienen un lenguaje determinado a nivel técnico y físico pero en este espectáculo yo necesitaba bailadoras a quienes sus familias y allegados puedan identificar por ser ellas mismas no porque una lleva un moño azul y otro uno rojo”, subraya Óscar.

Bailadoras del elenco de ‘Bailador’.  / CEDIDA

Bailadoras del elenco de ‘Bailador’. / CEDIDA / XABIER SANMARTÍN

Bailador es una pieza de danza gallega planteada como homenaje y reivindicación del papel “fundamental” de la mujer como preservadora de las formas tradicionales, un canto al ayer desde el hoy.

Bailador está protagonizada por Cristina Canosa, Eva Diago, Nerea Fouz, Nuria Gesteira, Marta Mosquera, Ruth Pérez, Uxía Portela y Rebeca Tallón y Lorena Toimil.

Una de ellas, Marta Mosquera, ahonda en nombre del grupo:

“Bailador é unha proposta onde sentimos e bailamos unha realidade, a realidade das mulleres, que con esforzo e con traballo conseguimos calquera propósito que haxa na vida. E esta peza é un recoñecemento á superación desas mulleres que sempre se apoian unhas noutras para o bo e para o non tan bo. E neste caso cunha posta en escena que fai que o espectáculo vaia cheo de emocións”.

“Son nueve bailadoras que son nueve planetas. Juntas crean un caso tan organizado y tan maravilloso que cuando las ves bailar, no interpretando, sino bailando... te quedas mirando como cuando te quedas mirando el fuego o te quedas mirando el mar. Es una cosa muy bonita.”

La dirección artística es de Jaime Pablo Díaz, con ayuda de Iván Villar, quien junto a Jaime Pablo y el propio Óscar asume la coreografía, con vestuario y escenografía de Carolina Díguele, iluminación de Daniel Pais y sonido de Francisco Alvarellos.

CONSERVATORIO PROFESIONAL DE DANZA.

Explica Óscar Cobos, en charla con EL CORREO en la terraza del hotel Altamira, que no ha recibido ningún llamada pese a ser un nombre destacado del sector y ver que todos los grupos políticos aluden al eterno proyecto de crear un conservatorio profesional de danza en Santiago, idea que valora así: “Tiene que haber una voluntad política por apostar por la danza, el arte más primigenia que existe, un arte inherente al ser humano. En Lugo crearon el conservatorio y, de repente, empezaron a aflorar academias y se generó una actividad impresionante”.