Finaliza la fase de declaraciones de los afectados por el accidente del Alvia en Santiago

El trágico accidente, que enlutó a Galicia hace casi diez años, ocurrió cuando el tren circulaba a más del doble de la velocidad permitida en la curva de A Grandeira

Restos del Alvia 04155 accidentado el 24 de julio de 2013, que segó 80 vidas

Restos del Alvia 04155 accidentado el 24 de julio de 2013, que segó 80 vidas / Antonio Hernández

Redacción

Concluyen las declaraciones de los afectados por el trágico accidente del Alvia en Santiago, ocurrido el 24 de julio de 2013, que dejó un saldo de 80 muertos y cerca de un centenar y medio de heridos. Esta etapa ha culminado para dar paso a la fase de conclusiones e informes finales, que se espera finalice el 27 de julio.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha informado hoy que, desde el día 20 de este mes, se han reservado todos los martes, miércoles y jueves, exceptuando el 25 de julio por ser festivo, para presentar la documentación pertinente.

En la sesión correspondiente a esta jornada, los testigos, representados por el Ministerio Fiscal, han compartido sus testimonios sobre las secuelas que han sufrido, sus recuerdos del descarrilamiento (describiéndolo como "todo negro" y "un temblor"), el sentimiento de culpa por sobrevivir y, en algunos casos, la necesidad apremiante de "pasar página" al sentir que han sido completamente indemnizados.

Entre los testimonios se han mencionado pérdidas de conocimiento, estrés postraumático y dolencias físicas como consecuencia del accidente. Estos daños colaterales han sido expresados en la sala de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, donde se está llevando a cabo el juicio oral que comenzó el 5 de octubre de 2022.

Sala habilitada en la Ciudad de la Cultura para el juicio del Alvia

Sala habilitada en la Ciudad de la Cultura para el juicio del Alvia / EP

Uno de los testigos relató que, días después del accidente, realizó nuevamente el mismo trayecto en tren desde la estación de Chamartín en Madrid hasta la capital gallega. Aunque creía que era estadísticamente improbable que ocurriera otro suceso similar y que se habrían tomado todas las medidas necesarias, al subirse al tren no pudo evitar llorar y revivir en su mente el polvo y las escenas de personas llorando y gritando.

Este testigo enfatizó que la tecnología debería haber evitado cualquier posible error humano, ya que algo así no debería depender únicamente de la capacidad de frenado de una persona.

Otro testigo, que era menor de edad en el momento del accidente, compartió que obtuvo su licencia de conducir en 2018, pero aún siente pánico a la velocidad, especialmente en las autopistas. Además, experimenta temor en relación al transporte ferroviario.

Un tercer testigo, que tenía 15 años en aquel entonces, expresó su creencia en la existencia de "responsabilidades políticas" y su necesidad de "pasar página".

El trágico accidente del Alvia, que enlutó a Galicia hace casi diez años en vísperas del Día de la Comunidad, ocurrió cuando el tren circulaba a más del doble de la velocidad permitida en la curva de A Grandeira, que tenía un límite de velocidad de 80 kilómetros por hora.

En el proceso judicial, hay dos acusados: el maquinista Francisco José Garzón Amo y el antiguo responsable de seguridad en la circulación de Adif, Andrés Cortabitarte.