Motoristas y ciclistas urgen pasos de peatones con pintura antideslizante tras varios accidentes

El Concello sostiene que el color blanco se adapta a la normativa, aunque apunta que se realiza una mezcla ‘casera’ del fluido con áridos

Dos asociaciones alertan del peligro que supone circular por “pistas de patinaje”

José Arufe, con cabestrillo, toca la pintura del paso de peatones en el sufrió el accidente de moto, donde no se aprecia antideslizante

José Arufe, con cabestrillo, toca la pintura del paso de peatones en el sufrió el accidente de moto, donde no se aprecia antideslizante / Jesús Prieto

Motoristas y ciclistas de la capital gallega alertan del mal estado de los pasos de peatones de la ciudad y urgen una revisión de la pintura tras registrarse varios accidentes por su baja capacidad antideslizante, el último, el pasado viernes 2 de junio. Agustín Abalde, presidente de la asociación Motoclub Compostela, incide que Santiago “fue una ciudad pionera en España a la hora de utilizar pintura antideslizante en la señalética, también en los pasos de peatones”. Sin embargo, “en los últimos tiempos estamos viendo que la capacidad antideslizante de la pintura ha disminuido, lo cual supone un peligro ya no solo para los motoristas, sino también para ciclistas y para los propios peatones”, advierte.

Abalde indica que cuando llueve muchos pasos de peatones se convierten en una “pista de patinaje” porque la pintura no está en las condiciones adecuadas. “Creemos que no se está utilizando la pintura que recoge la normativa de circulación europea y que se está optando por materiales de inferior calidad por una cuestión de costes”, manifiesta.

Consultado por EL CORREO, el Concello de Santiago asegura que “a pintura utilizada nos pasos de peóns cumpre a normativa vixente”. De todas formas, llama la atención que el material utilizado es en realidad una composición que elabora quien se encarga de realizar los trabajos de sinalética. “A esta pintura engádenselle áridos, que é o que a fai rugosa e antideslizante”, apuntan desde el pazo de Raxoi. Un hecho que cuestionan los motoristas, puesto que “habría que saber en base a qué criterios y proporciones se hace esta mezcla”, cuando, indican, “en el mercado hay pinturas específicas para esto”. El Concello reconoce que “co tempo e as inclemencias metereolóxicas” el material “vaise deteriorando”. Pero añade que “todos os anos repásanse, cando a climatoloxía o permite, todos os pasos de peóns da cidade”. También subraya que “a pintura é conforme ao prego de condicións técnicas do Ministerio, á que se se lle engaden os áridos”.

José Suárez cruzando un paso de peatones del Castiñeiriño. Sarela

Paso de peatones del Castiñeiriño / koro martínez

José Arufe, motorista y miembro del Motoclub Compostela, es la última víctima del mal estado de los pasos de cebra. El pasado 2 de junio, al filo de las 16.00 horas, casi “me mato” tras perder el control de su motocicleta, una Honda ADV 350 de apenas un año, cuando circulaba por encima de una de las franjas blancas de un paso de peatones situado en la zona alta de la avenida del Burgo das Nacións, junto enfrente de la dársena de la avenida de Xoán XXIII. Llovía en ese momento y, pese a que asegura que circulaba a la velocidad limitada, el vehículo habría patinado sobre la pintura blanca: “Perdí en un instante el control y cuando me di cuenta ya estaba en el suelo”, afirma.

No es el primero que sufre un siniestro por la misma causa. Faustino Gómez, presidente de la asociación Composcleta, confirma que la entidad tiene constancia de otros accidentes a raíz de resbalones en pasos de peatones. “Temos precedentes de accidentes de ciclistas en pasos de peóns”, manifiesta Gómez, al tiempo que recuerda que “a normativa recolle que a pintura debe ser antideslizante”. En este sentido, muestra su sorpresa al enterarse de que es el propio Concello el que hace la mezcla de pintura y áridos, para conseguir que sea antideslizante.

Desde Composcleta, al igual que el Motoclub, también reclaman una revisión del estado actual de los pasos de peatones de la ciudad. Es más, Faustino Gómez quiere ir más allá e insta a la administración local a hacer un análisis de todos los puntos negros que suponen un peligro para bicicletas, motos y para los propios peatones, “como a curva de 90 graos entre a rúa das Rodas e San Roque, onde se producen saídas da calzada e caídas con moita frecuencia”.

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José Arufe tiene cinco costillas y el omóplato fracturado a raíz de la caída de su moto que sufrió en un paso de peatones en la zona alta de la avenida del Burgo das Nacións. “Yo quería incorporarme a Xoán XXIII, pero en cuanto toqué la zona de pintura fue como pisar el hielo: ya no tuve margen de maniobra y me vi en el suelo”, explica este compostelano, apasionado de las motos y propietario de una tienda de motocicletas en la capital de Galicia. Eran las cuatro de la tarde del viernes 2 de junio y estaba cayendo un chaparrón en este punto de Santiago. Arufe asegura que circulaba “despacio”, sin exceder el límite de velocidad, a la vez que insiste que en ningún momento esperaba encontrarse con esta trampa mortal. “Me caí, me quedé unos instantes sin respiración y tampoco podía hablar”, relata. Dos jóvenes acudieron en su ayuda: “Estoy tratando de localizarlos, porque quiero agradecerles en primer lugar que me asistieran en ese momento; y también pedirles si pueden testificar sobre lo ocurrido”. José Arufe ha puesto su caso en manos de un despacho de abogados. Su intención es denunciar al Ayuntamiento de Santiago por el mal estado del paso de cebra donde sufrió el accidente. A simple vista se puede comprobar que su conservación no es óptima. En un principio lo hará por vía administrativa, adjuntando el parte médico de las lesiones sufridas, y con un peritaje del estado de la moto, que también tiene cuantiosos daños, quedando el lateral izquierdo prácticamente destrozado. Arufe lamenta que en Santiago “no se apueste por la movilidad en motocicleta”, cuando “cada moto que hay en la calle es un coche menos”, y por lo tanto “una plaza más de estacionamiento, menos contaminación y menos congestión de tráfico en la zona urbana”. En este sentido, afirma que es “una pena” que iniciativas como la de “dejar que las motos circulen por los carriles de bus o por la rúa de San Pedro a baja velocidad” no hayan salido adelante”, puesto que permitiría “rebajar el volumen de tráfico y mejorar la movilidad”.