Plan conjunto de la Xunta y el Ayuntamiento para terminar con los actos incívicos en la ciudad

Raxoi decidió reforzar la presencia policial en las inmediaciones de la Catedral y ahora Rueda propone una campaña de concienciación

A pintada realizada na Praza das Praterías en 2018

A pintada realizada na Praza das Praterías en 2018 / ECG

En los últimos días la ciudad histórica de Santiago ha sido escenario de diferentes actos incívicos por parte de peregrinos y turistas. Primero fue una peregrina la que, con una tiza, escribió en el suelo de la plaza del Obradoiro los kilómetros recorridos durante el Camino de Santiago. Además, el fin de semana pasado en la ciudad se vivió cierto revuelo cuando un hombre fue sorprendido escalando por las esculturas de la Puerta Santa de la Catedral. La alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, aseguró el pasado lunes en una rueda de prensa de que estos hechos son “puntuales” y esporádicos. Sin embargo, reconoció que es un tema que preocupa al gobierno local, que decidió incrementar el refuerzo y la presencia policial en el entorno de la Catedral para “disuadir” comportamientos de este tipo.

En el día de ayer, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se mostró abierto a desplegar una campaña de concienciación, en colaboración con otras administraciones públicas, para evitar daños en el patrimonio tanto en Santiago como “en cualquier otro sitio de Galicia”.

Alfonso Rueda vinculó las actitudes incívicas conocidas no sólo con los turistas sino con “cualquier persona que no esté bien de la cabeza”.

“Tenemos que hacer una campaña de concienciación de preservar nuestro patrimonio histórico, el de Santiago o el de muchos otros sitios de Galicia, porque se podría dar en cualquier otro sitio de Galicia. A veces se producen ataques irreversibles o muy difíciles de reparar”, explicó el presidente, destacando que el patrimonio es uno “de los atractivos fundamentales” de la Comunidad a nivel turístico. Por ese motivo, Rueda dijo que debería cuidarse “especialmente” y, sobre la campaña, deseó que “ojalá no fuera necesario, porque cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta de que son tesoros que hay que preservar”.

En este contexto, reconoció que por ahora “no existe” un plan en marcha para desarrollar ninguna iniciativa, pero que “simplemente se pueden hacer más llamadas de atención”. “Ahora, si eso (una campaña) ayuda, ningún problema en hacerlo. Por eso decía que colaborando con otras administraciones podremos ser más efectivos. No creo que sea algo muy difícil de diseñar ni de ejecutar”, añadió.

En cualquier caso, Rueda insistió en que no es “un comportamiento generalizado” que se pueda atribuir únicamente a los visitantes: “Son gente disparatada que cualquier calificativo que se les ocurra vale para esta gente que, sea o no sea turista, provoque un atentado contra nuestro patrimonio como los que estamos conociendo”.