Entrevista | Jeane Costa Educadora y sexóloga

“El racismo lo impregna todo porque tiene su base en el poder”

La educadora y sexóloga brasileña Jeane Costa

La educadora y sexóloga brasileña Jeane Costa / Xosé Aldámiz

Xosé Aldámiz

La educadora y sexóloga brasileña Jeane Costa, de 42 años, ha colaborado con la Asociación Galega de Adopción y Acollemento (Manaia) realizando talleres para familias que han tomado a su cargo niños de otras etnias. Con ellos ha trabajado para abarcar los desafíos que pueden encontrar estos pequeños en su entorno. Nacida en Río de Janeiro, es graduada en Magisterio, en Educación Infantil y Primaria, además de educadora sexual, postgrado en Sexología y Género, Máster en Autoconocimiento, Sexualidad y Relaciones Humanas en Terapia de Reencuentro.

¿Qué trabaja en sus talleres?

Lo que hacemos es intentar que las familias salgan con herramientas nuevas para sus vidas y problemas. Las construimos para cada grupo y las familias siempre tienen una carpeta con materiales que le entregamos de dudas que pueden tener. Cosas que pueden trabajar en casa o dinámicas que suelen tener en los talleres. Facilitamos ideas como trabajar el autocuidado, las previsiones de transmisión sexual. También trabajamos con vídeos. Por ejemplo, acaba de salir Concha Buika haciendo un discurso muy potente hablando de la diversidad del cuerpo. Decía que cada persona tiene un cuerpo que es bonito, y que este cuerpo le gustará a unas personas, y a otras no. Pero te tiene que gustar a tí. Es un discurso muy mainstream, pero escuchado de la boca de una mujer negra, referente y cantante no es lo mismo que oírlo de la instagrammer de turno.

¿Cuál son los mayores problemas que afrontan estos niños de otras etnias?

El racismo. Lo impregna todo porque tiene su base en el poder. La discriminación por tener unos rasgos étnicos que se supone que no son de aquí, cuando son criaturas que llevan toda la vida aquí, es el principal punto de diferenciación que podemos encontrar. Otro tema es la cosificación. Por ejemplo, niños afrodescendientes, hay muchos de origen etíope, les llaman por nombres despectivos o considerando que su anatomía genital tiene unas dimensiones y una forma que no es así. Se ven cosificados por todos los estereotipos derivados de la pornografía. También puede ser el caso una niña de origen asiático que vean como diferente, exótica o rara por su origen y que eso haga una diferenciación en el comportamiento que puede tener con sus posibles parejas o sus parejas con ella. Estos son los casos que podemos encontrar más fácilmente.

¿Cómo definiría la educación sexual?

La educación sexual es para que las criaturas se conozcan, se quieran y se acepten; que vivan sus relaciones de una manera cuidada, amorosa e igualitaria. Que tengan conocimiento sobre uno mismo hasta el punto que no hace falta que digan usar un preservativo u otros métodos de cuidado porque eso ya viene dado. La educación sexual no es para “incitar a…” El ser humano por naturaleza quiere estar bien. Somos seres sociables y amorosos. Busca la palabra “bientratar”. No existe. Es necesario empezar a conjugar para crear la palabra “bientrato” porque la palabra maltrato ya existe. La educación sexual es para la vida. No es de incitación a conductas o hipersexualización para que pase algo. Es al revés.

¨Es necesario empezar a conjugar la palabra `bientrato´ porque la palabra maltrato ya exite¨

¿De dónde surge esta problemática sobre la sexualidad?

Creo que hay mucho miedo en las familias y mucho tabú extendido por una mala información. Las familias tampoco han tenido educación sexual, o la que tuvieron se mantiene y es a través del miedo. La pedagogía del miedo no funciona. “Si no utilizas el preservativo va a pasar esto, esto y esto”; eso es una demonización de la sexualidad. Es mejor decir, “Oye, si en algún momento tienes un encuentro íntimo con alguien y utilizamos métodos de cuidado como el preservativo o las bandas de látex, que poca gente conoce, vas a disfrutar más porque vas a estar más tranquila y segura”.

¿El sexo está estigmatizado?

Lo que está demonizado es el placer. La visión que se da sobre la sexualidad todavía es muy judeocristiana en la que el placer está demonizado; dónde la óptica sobre las relaciones íntimas es reproductiva. El placer no tiene que ver solamente con la reproducción. Tú puedes sentirlo entrando en el mar en un día de calor; escuchando música; viendo una película… No es simplemente genital o erótico. La educación sexual habla del placer porque somos seres placenteros. Nuestro cuerpo también tiene una anatomía que está fabricada para ello. De hecho, no hay ningún estudio científico que diga una función del clítoris más allá de dar placer.