El circo conquista el verano de Santiago con el Festival C

El premio nacional Manolo Alcántara y Joan Trilla ejecutaron la performance Maña, una obra centrada en la construcción de una pieza de escenografía

La actuación tuvo lugar este jueves a las 20.00 horas en la Praza de la Quintana dentro de la programación del Festival C, que continuará hasta el final de este mes

Joan Trilla y Manolo Alcántara durante su actuación en la Quintana, en el marco del Festival C

Joan Trilla y Manolo Alcántara durante su actuación en la Quintana, en el marco del Festival C / Jesús Prieto

Xosé Aldámiz

El Festival C se eleva ante el movimiento. La prosa del cuerpo queda evidenciada en una variada programación que pone en duda las concepciones tradicionales sobre el circo mientras maravilla a niños y hace reflexionar a los adultos. La praza de Quintana volvió a llenarse este jueves a las 20.00 horas con asistentes y curiosos ante la duda de lo que proveería el plato fuerte del festival, con un Premio Nacional de Circo sobre el escenario. Con su arranque y avance, la incertidumbre no cesó, pero quedó subyugada por una fascinación hipnótica.

La construcción del escenario entre su creador y su compañero de escena, Joan Trilla, dominó en su mecanismo. El carácter instructivo de este abuelo enseñando a su nieto transformó la pieza en un nexo de unión entre ambos y una metáfora de la evolución. El ingenio de Alcántara y su propia personalidad transpiraron con la negación de lo superfluo. Las piezas de Maña no poseen tornillos sobrantes como un mueble de Ikea, sino que son concretas y resaltan en su funcionalidad. Este aspecto hizo que la pregunta sobre el ¿por qué? de ‘Maña’ se intercambiase por el ¿para qué? de sus elementos; un interés por la artesanía cuyo éxito también se evidencia en las visitas de los videotutoriales de Youtube.

El sonido también sirvió para subrayar el foco de interés. Los crujidos y los golpes secos de la madera al juntarse narraban una nueva etapa de este proceso de constante crecimiento. Maña acabó con un sabor agridulce. La fuerza de su proceso dejó un ansia por edificar que no desapareció ante el resultado final; una emoción ante lo abstracto que pareció nacida de la añoranza.

Manolo Alcántara se despidió con este espectáculo, pero el Festival C aún tiene mucho que contar. El Parque do Verán regresará con otras dos sesiones a partir de las 11.30 horas los miércoles 23 y 30; una actividad para la que es necesaria apuntarse de antemano en circonoveoficina@gmail.com.

El cementerio de Bonaval será escenario de diversos actos como la sesión doble del lunes 21 de agosto con A raíz de, de Daniel Rodríguez, y Vestirme de ti, de Furia Sotelo; y las danzas de Alleo del Colectivo Glovo para el 28.

La Praza de la Quintana seguirán manteniendo algunas de las más destacadas actuaciones los jueves a las 20.00 horas. El 24 será el turno de Se der corda de Circo no Ato y el 31 de Laisse-Moi del Collectif Primavez.

Aparte de esta localizaciones, la estatua de Lorca, en la Alameda de Santiago, será testigo el miércoles 30 a las 20.00 horas de un diálogo musical sobre la leyenda medieval que da nombre a este espectáculo.

A lo largo de este mes de agosto los espectáculos del Festival C han instruido con el Parque de Verán de Circonove, actividad habitual de las mañanas que se repitió ayer a las 11.30 horas. Los más pequeños establecieron su toma de contacto con las técnicas de acróbatas y equilibristas; unas prácticas confeccionadas en las bases tradicionales del circo.

Programación para adultos

El límite de esta definición es explorado en las performances para adultos de Festival C. Los contornos del cuerpo y el escenario transcriben temáticas que atraviesan la frontera del simple entretenimiento para aportar profundidad. La Coreografías para un demente dibujó un análisis del submundo de los trastornos mentales a través de la danza de la compañía de Fran Sieira y Greed de Kine Circus Etiopía ahondó en la representación de la cultura de su país de origen. Al igual que el resto de sus trabajos, lo último de Manolo Alcántara también vino con su propio significado.

El artista de 53 años se categoriza como un autodidacta en un viaje de descubrimiento sobre el significado del circo. Esta fascinación le han granjeado críticas de detractores tradicionalistas y alabanzas coronadas con el Premio Nacional de Circo en 2021. En Rudo y Deja Vu, que ejecutó el pasado noviembre en el Auditorio Nacional de Galicia, Manolo Alcántara aprovecha su experiencia para experimentar con el apoyo de su Compañía. Maña supone el culmen de esta trayectoria.