El imán de nevera desbanca a la gaita y al botafumeiro

Los trabajadores de tiendas de regalos evidencian que la elección de sus productos viene determinada por las restricciones de transporte

Una gran cantidad de estos artículos proceden de países extraner

Productos de metal como el botafumeiro

Productos de metal como el botafumeiro / Jesús Prieto

Xosé Aldámiz

El final del Camino trae viajantes; personas que viven momentos únicos y los souvenirs representan esos instantes irrepetibles convertidos en recuerdos palpables. La rúa do Vilar está compuesta de múltiples tiendas de regalo en su trayecto hasta la Praza da Quintana y del Obradoiro.

Turistas y peregrinos exploran entre sus curiosidades a la caza de las más representativas de Santiago. Entre ellas, el objeto estrella resulta inesperado. El éxito del imán ha superado en los últimos años la musicalidad de las gaitas de juguetes, los botafumeiros en miniatura y otros objetos representativos.

Los imanes y las cintas de tela son lo que más se venden. La gente que hace el Camino lleva mucho los parches para la ropa. También los colgantes y los pendientes de concha”, cuenta una de las dependientas. La popularidad de estos pequeños y asequibles souvenirs parece haber oscurecido a otros de más volumen como los callados, símbolos del peregrinaje. “Debe ser porque la gente tiene miedo de las restricciones del avión o algo así”, añade la trabajadora del comercio.

Recuerdos Obradoiro aporta el toque ánime./ Jesús Prieto

Recuerdos Obradoiro aporta el toque ánime / Jesús Prieto

Isabel, que lleva vendiendo recuerdos desde 2005, corrobora la importancia del medio de transporte para las compras de los turistas. “Es muy diferente. A la hora de facturar llevan cosita pequeña; algo que no se rompa mucho como imanes. Sin embargo, si van en coche, pillan una tacita; algo de lo que les quede un recuerdo para siempre”. Aparte, deja clara la diferencia sustancial entre turistas de otros países y los nacionales. “En España somos más de souvenir y regalito, y los extranjeros son más de hacerse ellos su regalo”.

As persoas de México o así, que gustalles a relixión, levan moito o santo. A veces os de fóra lévanse máis os azulexos para colgar no xardín”, detalla otra dependienta al referirse a los turistas internacionales.

María, una turista italiana, se hace con uno de estos imanes para inmortalizar su viaje con su compañero Antonio y compartirlo con su familia. “Hemos comprado otras cosas”, cuenta entre risas portando algunos pequeños recuerdos como una campanita de metal. “Viví aquí dos años de Erasmus hace doce años; y ahora traigo a Antonio de vacaciones para mostrarle la ciudad”.

“He comprado unos vasos de recuerdo de lo que he visitado aquí, en Galicia, y uno de Santiago”, dice Virginia, un visitante boliviana procedente de Madrid, llegada para escuchar la misa de la Catedral.

María y Antonio portando un imán de recuerdo del Camino./ JESÚS PRIETO

María y Antonio portando un imán de recuerdo del Camino / JESÚS PRIETO

La versión ánime del Camino

Aunque parece que existe un modelo tradicional para estos negocios, Recuerdos Obradoiro se sale de la norma promocionando productos del Xacobeo con merchandising de los ánimes y mangas japoneses más reconocibles.

Tenemos la tienda desde hace 25 años. Empezamos con souvenirs y había cinco tiendas contadas. Ahora han pasado los años y las hay hasta debajo de una piedra. Así que hace unos dos o tres años pensé qué vuelta darle para variar un poco porque ya cansa el mismo recuerdo, y dije ‘Oye. A mí me gusta el manga y el ánime’”, narra Daniel Gómez, quien detalla cómo algunas láminas mezclan los dos géneros gracias al trabajo de un artista local.

Made in...

Lejos del estilismo oriental de Recuerdos Obradoiro, resulta llamativo el origen de muchos de estos objetos tan característicos de Compostela. Una gran variedad de artículos de metal están confeccionados por empresas locales como Fink Orfebres SL, pero otros muchos se solicitan de países extranjeros debido al bajo coste de la mano de obra.

“Desgraciadamente, y de esto ya hace años, tuvimos que importarlos de China y esas zonas. Ya no solamente por el precio en sí, sino por la facilidad con la que podemos personalizar ese artículo”, comenta Ángel Pardo, encargado de la cadena de tiendas Mira mira con una dilatada experiencia iniciada en 1993, durante el boom de la peregrinación Xacobea en España. Gorros de peregrinos, muñecas gallegas o reproducciones de coches de la Guardia Civil representan ejemplos de estas exportaciones. ”Esto aquí nos costaría dos veces más”, afirma.

El 90 % de las cosas vienen de fuera”, cuantifica Lara Credo, vendedora de un puesto en la Praza da Quintana que lleva ejerciendo esta profesión desde 2005. “Hay una calidad muy diferente. Yo tengo proveedores que me traen Made in China y otros que el Rosario, por ejemplo, lo cogen de Valencia; y son de mejor calidad y se venden muchísimo más”.