Las claves del 'caso Asunta': una década del crimen que conmocionó Compostela

Este jueves se cumplen diez años desde que la noticia del asesinato de la pequeña Asunta Fang Yong Basterra Porto, de 12 años, abrió una nueva página en la historia de la crónica negra de la capital gallega

Agentes de la Guardia Civil se personaron este lunes, 18 de septiembre, en la casa de Rosario Porto para detener a uno de los okupas de la casa de Teo donde asesinaron a Asunta hace diez años

Rosario Porto, con Alfonso Basterra al fondo, en el juicio por el asesinato de Asunta

Rosario Porto, con Alfonso Basterra al fondo, en el juicio por el asesinato de Asunta / Archivo

Este jueves se cumplen diez años desde que la noticia del asesinato de la pequeña Asunta Fang Yong Basterra Porto, de 12 años, abrió una nueva página en la historia de la crónica negra de la capital gallega. La niña fue adoptada en China en el año 2001 por el matrimonio conformado por la abogada Rosario Porto Ortega y el periodista Alfonso Basterra Camorro, quienes 12 años después, el 21 de septiembre de 2013, matarían a la pequeña.

En estos diez años han corrido ríos de tinta sobre un caso que se cerró con una condena de 20 años a prisión para Rosario Porto y Alfonso Basterra, tras demostrarse que llevaban tiempo sedando a su hija con altas dosis de Larazepam en el marco de un plan para acabar con la vida de Asunta. El móvil, pese a las diferentes conjeturas que se barajaron, nunca se ha esclarecido, puesto que ni Alfonso Basterra, que cumple su pena en la cárcel de Teixeiro (A Coruña), ni Rosario Porto, que se suicidó en 2020 en la cárcel de Brieva (Ávila), jamás admitieron los hechos ni mostraron ningún arrepentimiento y siempre han defendido su inocencia.

Basterra lleva 3.675 días encarcelado en Teixeiro, tiempo en el que no ha disfrutado de ningún permiso penitenciario, según confirmaron a EL CORREO GALLEGO dos fuentes carcelarias distintas, a pesar de que sí podría tener derecho a ello dado el período que ya ha pasado en prisión. Las veces que lo solicitó le fue denegado tanto por la Junta de Tratamiento de la propia cárcel de Teixeiro como en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Galicia. Estas son las claves del caso:

La desaparición de Asunta

Rosario Porto y Alfonso Basterra denunciaron la desaparición de su hija el 21 de septiembre de 2013, fecha del crimen. El cadáver de Asunta fue hallado al día siguiente en una cuneta del municipio de Teo, próximo a Santiago de Compostela. Dos personas encontraron el cuerpo en una pista forestal de la parroquia de San Simón de Ons de Cacheiras, a solo cinco kilómetros del chalet propiedad de Porto. Junto al cuerpo aparecieron restos de una cuerda, idénticos a los que horas después la policía judicial halló en el citado chalet.

La detención de sus padres

El rito funerario se realiza en el cementerio de Boisaca y asisten sus padres. Concluida la cremación de los restos mortales de Asunta, la policia judicial de la Guardia Civil detiene a su madre Rosario Porto, imputada de un presunto delito de homicidio por "las incongruencias y ambigüedades", así como por las "versiones contradictorias" en sus declaraciones. La primera decisión judicial no afecta sin embargo a Alfonso Basterra, que permanece en libertad y asiste en solitario al funeral que se celebra esa misma noche en la iglesia de San Fernando de Santiago.

Basterra es detenido un día después, después de que el juez decida por la mañana imputar al padre de Asunta para garantizar su seguridad procesal porque va a participar en el reconocimiento del chalet de Porto en Teo. La exploración de la vivienda concluye con la imputación de Basterra como presunto autor de un delito de homicidio. Después del registro, el matrimonio es trasladado a los calabozos de la Guardia Civil en A Coruña.

Las pistas del caso

Los análisis toxicológicos revelaron dosis de lorazepam en cantidades tóxicas en la sangre de Asunta -también que la menor consumió altas dosis de sedante en julio y en las horas previas a su muerte-. Posteriormente, los análisis forenses determinaron que la pequeña fue drogada con un represor del sistema nervioso central con propiedades sedantes y, a continuación, fue maniatada con unas cuerdas. Finalmente murió por asfixia.

Tanto el ordenador portátil y como segundo móvil de Alfonso Basterra desaparecieron al iniciarse la investigación.

Los análisis de la ropa de la niña también revelaron restos de semen en la camiseta. Un hombre de nacionalidad colombiana, cuyo perfil genético, correspondería con dichos restos, fue imputado en el caso en diciembre. Este hombre negó que estuviera en Galicia el día de autos. La autopsia determinó que no había sido agredida sexualmente, una de las hipótesis que se barajó en un principio.

El 19 de noviembre el juez levanta el secreto de sumario. En el auto, el magistrado está convencido de que los padres de Asunta tenían un "plan concordado" para matar a la niña. Según los investigadores, Porto dejó a su hija en el domicilio de Santiago haciendo tareas escolares mientras acudió a media tarde a un polígono industrial de Santiago a realizar unas compras. A continuación se desplazó a Teo, lugar dónde se encuentra el cadáver de la niña, para regresar a su domicilio. Cuando entró en casa sobre las 21.30 horas, la niña no estaba. Sin embargo, una cámara graba imágenes de Porto con su hija en un coche sobre las 20.15 y unos vecinos afirman haberla visto media hora más tarde. Asunta muere a las 21.00 horas. Una hora y media después sus padres denuncian su desaparición.

Juicio del 'caso Asunta'

El juicio empezó a principios de octubre de 2015 en la Audiencia Provincial de La Coruña, con un total de 84 testigos y 60 peritos.

El jurado popular determinó, por unanimidad, que la abogada y el periodista eran culpables del asesinato de su hija adoptiva a finales del mes de octubre.

Consideraron probado, además, que tanto Alfonso Basterra como Rosario Porto suministraron de común acuerdo y repetidamente a Asunta, durante al menos tres meses antes de su muerte, un medicamento que contenía lorazepam, así como que fue el padre el encargado de comprarlo, al menos en tres ocasiones entre los meses de julio y septiembre.

Finalmente, el 11 de octubre de 2016, el Tribunal Supremo confirmó la condena de 18 años de cárcel para ambos progenitores, teniendo en cuenta además el agravante de parentesco.

Rosario Porto se suicida

La abogada, que había cumplido siete años en tres prisiones -A Lama (Pontevedra), Teixeiro (A Coruña) y Brieva (Ávila)- fue hallada ahorcada en la cárcel el 18 de noviembre de 2020.

No era la primera vez que había intentado quitarse la vida. Ya lo había intentado el 12 de noviembre de 2018 enroscándose un cordón alrededor del cuello estando en la ducha y llamando a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo. El episodio terminó ahí, ya que los funcionarios acudieron de inmediato.

Aunque no quedó acreditado que quisiera acabar con su vida, a partir de ese momento se intensificó el protocolo de prevención de suicidios y se le asignó a otra interna de confianza.

El móvil del crimen

El móvil del crimen ha sido, y sigue siendo en la actualidad, una de las grandes incógnitas del caso.

Una de las hipótesis que más se trabajó giraba en torno a las motivaciones económicas, pues los abuelos de Asunta dejaron a su muerte un importante patrimonio a su nieta, que pudo haber motivado el crimen por las supuestas dificultades económicas que atravesaba el matrimonio, según el entorno familiar de la madre.

Otra de las hipótesis más relevantes se centraba en el estado psiquiátrico de Rosario Porto, que consumía antidepresivos.