Investigadores del IGFAE participan en un ensayo para reducir efectos negativos de la radioterapia

Pretenden crear dosis de radiación ultrarrápida a través de protones acelerados por láser para evitar dañar el tejido sano

 Con resultados correctos se probaría en modelos animales

De izquierda a derecha, Jose Benlliure, Adrián Bembibre, Juan Peñas, Alicia Reija, Aarón Alejo y Andrew Coathup, investigadores del IGFAE.

De izquierda a derecha, Jose Benlliure, Adrián Bembibre, Juan Peñas, Alicia Reija, Aarón Alejo y Andrew Coathup, investigadores del IGFAE. / Cedida

Una de las pocas técnicas que existen en la actualidad para tratar los tumores cancerígenos es mediante radioterapia. Lo que sucede es que cuando se hacen las radiaciones siempre hay tejido sano alrededor, aunque cada vez se intenta limitar más, y una parte mínima acaba siendo dañada. Con el fin de reducir ese daño, investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) han participado en un experimento pionero. “Lo que se vio en los últimos años de forma experimental es que hay una variable importante marcada por el tiempo que tardamos en hacer la irradiación del paciente. Con las técnicas actuales está entorno a los dos minutos, pero se ha comprobado que se consigue una mayor supervivencia en tejido sano y mantener el mismo poder de eliminación del tejido cancerígeno si esa radiación se proporciona en impulsos de tiempo muy cortos”, explica en detalle a este medio, José Benlliure, catedrático del departamento de Física de Partículas de la USC y coordinador del grupo de investigación del IGFAE que desarrolla el estudio.

 La cantidad total de radiación que se le proporciona al paciente es la misma, pero no se hace de forma continuada en el tiempo, sino de forma pulsada y en pulsos muy cortos. Benlliure detalla que en ese tiempo sin radiación entre un pulso y el siguiente, “el tejido sano es capaz de regenerarse y por tanto sufre menos”. Este proceso recibe el nombre de radioterapia flash.

Para irradiar a los pacientes con cáncer se utiliza un acelerador de partículas, disponible en todos los hospitales, que proporciona la radiación de forma continuada en el tiempo. Ahora, para conseguir esas dosis ultrarrápidas de alta intensidad se utiliza un acelerador láser. “Se trata de una nueva tecnología que se está desarrollando para acelerar partículas pero con láseres”, detalla.

Este experimento es en realidad una campaña de experimentos que comenzó el 15 de septiembre y concluyó el 10 de octubre. Los primeros ensayos se llevaron a cabo en Santiago en el Laboratorio Láser de Aceleración y Aplicaciones (L2A2) con un tipo de radiación con rayos X y en cultivos celulares que habían creado el equipo del IDIS, liderado por Ana Vega. A posteriori han desarrollado un ensayo con protones en el Centro de Láseres Pulsados (CPLU) de Salamanca “porque tiene un láser más potente que el que tenemos aquí en Santiago”.  

Los investigadores implicados tendrán que verificar que los resultados obtenidos son los correctos y a partir de ahí se pasaría a combinar células sanas con células tumorales en la investigación preclínica. “Es cierto que en algún sitio han empezado a trabajar en ensayos con pacientes con cáncer avanzado utilizando un acelerador convencional modificado para crear esos pulsos de irradiación tan cortos”, comenta.

“En algún sitio han empezado a trabajar en ensayos con pacientes con cáncer avanzado utilizando un acelerador convencional modificado para crear esos pulsos de irradiación tan cortos”

El próximo paso del experimento será aumentar la dosis instantánea. Esto se traduce en conseguir aumentar la cantidad de radiación que se mete en cada pulso que se envía sobre el paciente. “En el primer experimento hemos llegado hasta un valor determinado de radiación y para tener una eficiencia mayor en la efectividad de la misma sobre los células tumorales necesitamos aumentar la cantidad de radiación que ponemos en cada pulso de tiempo y eso es lo que tenemos que intentar en un futuro”, concluye Benlliure.