Las fuertes rachas de viento sacan a relucir la pericia de los pilotos para aterrizar en Lavacolla

Las maniobras de aproximación a la pista de aterrizaje de Lavacolla se convirtieron ayer en un auténtico reto para los comandantes de vuelo, que tuvieron que agudizar su destreza para hacer frente a las fuertes rachas de viento que sacudieron la capital gallega. La de ayer fue una nueva jornada tensa en el aeropuerto de Rosalía de Castro, puesto que muchos vuelos sufrieron retrasos y otros cancelaciones, tanto en salidas como llegadas, debido al temporal Domingos que azota Galicia, resultando afectados cientos de pasajeros en Santiago. En las inmediaciones del aeropuerto se pudieron apreciar auténticas maniobras de vértigo, sobre todo con respecto a aterrizajes.

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Las intensas lluvias acompañadas de fuertes vientos hicieron que el cuerpo de Bomberos de Santiago tuviese que acudir a diversos puntos del municipio tras recibir avisos durante toda la jornada de ayer. Pasada la medianoche del viernes, la Policía Local de Santiago notificaba a los Bomberos que una vivienda en rehabilitación en la rúa Fonte Sequelo tenía las contras abiertas, y que debido a las fuertes rachas de viento que se registraron, estas acabaron rompiendo los cristales de las ventanas. Para la seguridad de todos los viandantes, los efectivos procedieron al saneamiento de todos los restos de cristales que todavía permanecían en las estructuras, y en la fijación de las contras mediante unas bridas para impedir que se volvieran a batir.

A las 01.15 horas en la avenida Rodríguez de Viguri, varios bolardos de obra New Jersey, que se emplean para la separación de carriles, quedaron desperdigados por la calzada obligando a los Bomberos a tener que acudir para retirarlos.

Otra de las incidencias más repetida los días de temporal son las caídas de árboles, y Domingos no ha sido una excepción. En las primeras horas de la mañana, al filo de las 07.30 horas, un árbol cedió en la rúa Poza Real, afectando a un poste de Telefónica y quedando en medio de la calzada, procediéndose posteriormente a su retirada. Ya al mediodía, una vez más, los Bomberos de Compostela fueron requeridos en la Finca Simeón, en Vista Alegre, por el desprendimiento de una gran rama. También tuvieron que intervenir en Lugar da Cova (Figueiras), para de nuevo retirar un árbol caído sobre el tendido eléctrico. A estas incidencias hay que sumarle la tala de diversos árboles afectados en la rúa Casal da Horta, rúa Tomiño, Sarela de Arriba, Brañas do Sar, Bando de Arriba, Av. das Ciencias y en la Av. de Lugo.

Los fuertes vientos registrados en la capital gallega durante toda la jornada de ayer hicieron necesaria la actuación en varios tejados y cubiertas de edificios de la ciudad, como la retirada de una uralita plástica en la rúa Nova de Abaixo. En este sentido, fue necesaria la intervención en la rúa Picaños, rúa de San Pedro y en la esquina de la rúa Fonseca con Platerías, ante el peligro de desprendimientos sobre los transeúntes.

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Como consecuencia de las incesantes precipitaciones caídas en las últimas horas en Compostela, los Bomberos tuvieron que acudir, a las 10.30 horas, a una vivienda en Lamas de Abade. Vecinos del inmueble alertaron de que las bombas de achique del edificio dejaran de funcionar y que los garajes comenzaban a inundarse. También en la rotonda do Vieiro, en Fontes do Sar, se volvieron a formar balsas de agua, un problema más que conocido y cuya subsanación, apuntaban desde Raxoi, costaría un millón de euros.

Una de las incidencias más destaca de la jornada fue la actuación que tuvieron que llevar a cabo en la avenida de Ferrol. Los bomberos acudieron a un aviso que alertaba del peligro de derrumbe de una barandilla metálica en una terraza, con el consiguiente peligro para los viandantes. Finalmente fue asegurada y todo quedó en un susto.