Aún sin licitar el centro para víctimas de violencia sexual que prevé abrir el primer semestre de 2024

Mucho van a tener que acelerarse los pasos a partir de ahora para que el Centro de Crisis 24 horas para la atención a víctimas de violencia sexual de Santiago pueda entrar en funcionamiento durante el primer semestre del próximo año, tal y como tiene previsto la Secretaría Xeral de Igualdade. Y es que, según fuentes de dicho departamento consultadas por este periódico, el expediente de obra para la rehabilitación del edificio de conserjería del hospital Gil Casares en el que estará ubicado se encuentra “en fase de presentación de la documentación requerida al licitador propuesto como adjudicatario”.

Será posteriormente, y cuando ya esté adjudicado el contrato de obras por un presupuesto de 237.164,48 euros, cuando se proceda a la contratación del personal que prestará sus servicios en dicho centro.

Insisten en que “según los tiempos establecidos por la Ley de contratos del sector público y en base al plazo de ejecución ofertado por la empresa propuesta como adjudicataria, se prevé que la obra esté finalizada y entregada a lo largo del primer semestre de 2024”.

Recalcan asimismo dichas fuentes, al ser preguntadas sobre la fecha en la que entrará en funcionamiento, en que “se trabaja con la previsión de que esté operativo en el primer semestre de 2024”, si bien aclaran que “las comunidades autónomas disponemos de plazo hasta el 31 de diciembre de 2024 para abrir estos centros”. 

Fuentes de Igualdade recuerdan que “el Gobierno central tuvo que solicitar una prórroga de fecha a la Comisión Europea solicitada por las comunidades ante la dificultad de poder realizar los trámites burocráticos”, puesto que se iba a destinar una cuantía para ello de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

En un principio la idea era que hubiera al menos uno en marcha en cada provincia al finalizar este ejercicio. Así se recogía en la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de Garantía Integral de Libertad Sexual, conocida como la ley del solo sí es sí, que hacía referencia a la creación de estos centros de crisis para las víctimas de agresiones sexuales.  

Abierto las 24 horas del día durante los 365 días del año, el objetivo es que pueda prestar atención psicológica, jurídica y social, no solo a las víctimas de violencia sexual, sino también a sus familiares y a personas de su entorno que lo precisen. 

Para ello, el centro compostelano, al igual que los que también está previsto poner en marcha en Ferrol, Lugo, Ourense y Vigo, contará con un equipo multidisciplinar, que en el caso de la capital gallega estará compuesto por un mínimo de siete profesionales, entre los que habrá dos titulados en trabajo social, tres en psicología, uno en derecho y un auxiliar administrativo.

Además, y según explican desde Igualdade, su apertura irá acompañada de “un protocolo de funcionamiento en el que estamos trabajando y también prevé la coordinación con el resto de servicios existentes en materia de atención a víctimas de violencia de género”.

Se trata, recalcan, de un nuevo servicio ubicado en las diferentes áreas sanitarias, a través del que se pretende “brindar atención específica en materia de violencia sexual”.

31 delitos contra la libertad sexual en Santiago de enero a junio

Compostela ha registrado durante el primer semestre de este año un total de 31 incidentes tipificados como delitos contra la libertad sexual, diez más que durante el mismo período del ejercicio anterior, según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior.

Esta cifra representa un incremento del 47,6% de las agresiones sexuales ocurridas en la capital gallega entre enero y junio.

En sus estadísticas sobre criminalidad, Interior diferencia en el capítulo de delitos contra la libertad sexual entre agresión sexual con penetración y resto de delitos enmarcados en el ámbito de la violencia sexual.

En el primero de los casos, el número de agresiones con penetración fue mayor en 2022, cuando se registraron un total de siete frente a las cuatro de este primer semestre, lo que representa un descenso del 42,9%.

En cambio, el resto de delitos contra la libertad sexual experimentó un incremento del 92,9%, puesto que si entre enero y junio del año pasado se contabilizaron 14, en este 2023 la cifra se elevó hasta las 27.

En total, en el último ejercicio hubo 31 delitos contra la violencia sexual, siete de los cuales lo fueron con penetración. Un año antes, en 2021, se habían registrado 26, cinco de ellos con penetración.