El arzobispo de Santiago hace autocrítica e insta a la Iglesia a comunicar su día a día con transparencia

Monseñor Prieto admitió que la institución tiene un “desafío” desde el punto de vista de la comunicación

Monseñor Prieto, monseñor Retana y Manuel Blanco, en Ciudad Rodrigo

Monseñor Prieto, monseñor Retana y Manuel Blanco, en Ciudad Rodrigo / CEDIDA

El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto, ha hecho autocrítica este fin de semana durante una conferencia en Ciudad Rodrigo (Salamanca) en la que reconoció que la Iglesia tiene “un desafío” desde el punto de vista de la comunicación: “Es importante que comunique para decir lo que hace, desde su rica realidad, y eso deberíamos hacerlo con naturalidad”, manifestó.

El prelado admitió que, en ocasiones, ha faltado “una comunicación proactiva, salir al frente”, aunque apuntó que “no se trata de que se publiquen muchas informaciones sobre la Iglesia, sino de que se haga de manera significativa, o lo que es lo mismo, que la de la Iglesia sea una voz escuchada”.

El titular de la Mitra compostelana compartió estas reflexiones tras ser invitado por el obispo de Ciudad Rodrigo, monseñor José Luis Retana; y estuvo acompañado por el delegado episcopal de Medios de Comunicación Social de la Archidiócesis de Santiago, el sacerdote Manuel Blanco

Monseñor Prieto habló de “transparencia o de la falta de ella, algo de lo que se acusa de manera recurrente a muchas instituciones o entidades, entre ellas la Iglesia”. Al respecto, señaló que “la transparencia es comunicar la verdad, no se trata de la cantidad de cosas que decimos, sino de verdad”. En varias ocasiones se refirió al que denomina sacramento del encuentro, para hablar así de la “presencialidad” en la comunicación. Por otra parte, defendió que “la Iglesia lleva en sí misma esa vocación de comunicar”, al tiempo que resaltó que “los lenguajes son los propios de cada tiempo, pero sigue teniendo fuerza evocadora porque habla desde la verdad, tiene vocación de permanencia”.

 También explicó que la misión de la Iglesia es evangelizar: “Existe para anunciar la buena noticia, no para hablar de sí misma”. “Además de misión, comunicar es una oportunidad bajo la mirada creyente y desde ese punto de vista todos los bautizados estamos convocados a la misión de comunicar”, finalizó.