El arzobispo de Valladolid es el nuevo presidente de la CEE y monseñor Prieto será miembro de la Comisión Permanente

El metropolitano de Santiago también será el responsable del departamento que vela por el patrimonio cultural de la Iglesia

Monseñor Argüello y el cardenal Cobo, en primer plano, conun grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos

Monseñor Argüello y el cardenal Cobo, en primer plano, conun grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos / E.P.

El arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, después de que este martes obtuviese el apoyo de 48 prelados en las elecciones para la renovación de órganos que se están celebrando en el marco de la asamblea plenaria de la CEE. Por su parte, la vicepresidencia recae en el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, que consiguió 39 votos. Ambos eran los candidatos —el primero de tendencia conservadora y el segundo progresista, además de hombre del papa Francisco en España— que más sonaban para hacerse con el liderazgo de la Iglesia.

Por su parte, monseñor Prieto, que también sonaba en las quinielas, será miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal en su calidad de arzobispo metropolitano y en representación de la provincia eclesiástica de Santiago, aunque este no es un cargo electo. La Permanente es el órgano que se encarga de preparar las asambleas plenarias y ejecuta las decisiones que se adoptan en las mismas.

En cuanto al resto de órganos de la CEE que se han renovado, el arzobispo de Santiago ha sido elegido presidente de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural, que es la que vela por todos aquellos bienes muebles, inmuebles y documentales que, a lo largo de los siglos, la Iglesia creó, recibió, conservó y sigue utilizando para el culto, la evangelización y la difusión de la cultura. En las elecciones de este martes, monseñor Prieto obtuvo 48 apoyos en la segunda votación para este cargo.

Pero el arzobispo de Santiago, que en el sondeo para la elección de la presidencia de la CEE que se celebró este lunes logró dos votos —y ninguno era el suyo, puesto que se ausentó de esta reunión para impartir una ponencia en la Fundación Pablo VI— no ha sido el único prelado gallego que ha obtenido el apoyo del episcopado español para desempeñar responsabilidades en la Conferencia Episcopal. Monseñor Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo, seguirá siendo presidente de la Comisión de Educación y Cultura, tras obtener 61 votos en primera votación; mientras que monseñor Leonardo Lemos Montanet, obispo de Ourense, será presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia, con 64 votos en la primera votación. Monseñor Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, será presidente de la Subcomisión para las Migraciones y Movilidad Humana: con 41 votos en la segunda votación.

Aunque no es gallego ni ahora está en Galicia, el exobispo auxiliar de Santiago y actual obispo de Astorga, monseñor Jesús Fernández, muy querido y recordado en Compostela, también se hizo con la presidencia de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana.

Más allá de esta participación, ningún obispo gallego tendrá un papel fundamental en la nueva cúpula de la Iglesia española. La denominada Comisión Ejecutiva —podría leerse como consejo de ministros— estará conformada, además de por el presidente y el vicepresidente, por el obispo de Getafe, monseñor Ginés García; al arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz; el arzobispo de Burgos, monseñor Mario Iceta; el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent; el arzobispo de Sevilla, monseñor Ángel Saiz; y el arzobispo de Granada, monseñor José María Gil Tamayo. Monseñor César García Magán, obispo auxiliar de Toledo, es el secretario general.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Argüello, pidió este martes “unidad” en su saludo a los periodistas así como una Iglesia presente en la vida pública a través de los laicos. “Tenemos una especial responsabilidad, que es precisamente cuidar ese ejercicio de colegialidad de los obispos de España, su vinculación con el obispo de Roma, y desde él, con toda la Iglesia universal, y alentar también que todo el pueblo de Dios camine unido”, recalcó el prelado.

Tras su elección, los nuevos presidente y vicepresidente de la CEE quisieron saludar a afectados de la asociación de víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos, concentrados en la puerta de la sede de la institución. El cardenal Cobo aseguró que han “recogido” la protesta y recalcó la línea de “transparencia” que sigue la Iglesia. “También una línea que lleva la conferencia durante estos años, en todo lo que significa la transparencia, todo lo que significa cambiar también nuestra cultura y tener una voz de esperanza en nuestra cultura poniendo la centralidad de la víctima, no tanto los números ni los datos, sino la centralidad de cada víctima y la escucha de cada víctima”, afirmó el purpurado.