Santiago

Raxoi utiliza sensores para medir los lugares y momentos críticos de la masificación turística

Los dispositivos están instalados en siete puntos estratégicos de la ciudad

Los resultados servirán para evaluar las medidas a tomar para afrontar este fenómeno

Turistas disfrutan del buen tiempo en la praza do Obradoiro de Santiago

Turistas disfrutan del buen tiempo en la praza do Obradoiro de Santiago / Antonio Hernández

El debate surgido a principios de este mes sobre la necesidad de regular los flujos turísticos para evitar la masificación en determinados lugares y momentos llegó ayer al Pleno municipal a través de una pregunta del grupo socialista. En su respuesta, la concelleira de Turismo, Miriam Louzao, explicó que, entre las acciones para afrontar este fenómeno, desde el 29 de febrero están en funcionamiento unos sensores en siete puntos estratégicos de la ciudad para medir el número de personas que transitan por dichos puntos a través de los dispositivos móviles.

Tras el Pleno, fuentes municipales explicaron a este diario que los sensores se encuentran situados en los emplazamientos más emblemáticos de Santiago: la praza do Obradoiro, la rúa do Vilar, la rúa de San Francisco, el Mercado de Abastos, la praza 8 de Marzo, la cuesta de la Camelia y el paseo central de la Alameda.

Un concepto "moi amplo"

En su interpelación, el edil socialista Sindo Guinarte apuntó que “falar de fluxos turísticos é impreciso ou moi amplo, así que queremos saber a que se refiren e que medidas se van tomar”.

Louzao contestó que para dar respuesta a la masificación turística que “se produce puntualmente nalgúns lugares e momentos”, Raxoi está “desenvolvendo ferramentas para coñecer con exactitude onde se produce”. Entre ellas, citó estos sensores, además de la colaboración con la USC para ahondar en el asunto.

Otras medidas contra la masificación

La concelleira también recordó las medidas anunciadas hace varias semanas en torno al estudio y aplicación de las ordenanzas municipales y las campañas de concienciación para los turistas. Todo ello se enmarca en el objetivo del gobierno local de “un novo modelo turístico” orientado a la calidad y el valor añadido, lo que Louzao afirmó que “non é unha tarefa sinxela que se faga dun verán para outro”.

Los nuevos bolardos “non cambian a normativa”

El acceso al casco histórico fue objeto de debate en el Pleno municipal por una iniciativa de la concelleira del PP Olaya Otero, en la que aseguraba que los bolardos que lo regularán a partir del próximo 1 de mayo “están a xerar inquedanza entre os veciños polo xeito en que se está levando a cabo e a falta de información”.

El titular de Mobilidade, Xan Duro, señaló que la entrada en funcionamiento de estos dispositivos “non cambia nada a normativa” porque “as limitacións xa existían”. El edil añadió que “o que si suporá é un maior control sobre quen accede e por que accede”. En cuanto a las posibles dificultades que puedan encontrar los profesionales que necesiten acceder para realizar diferentes trabajos, Duro enumeró las opciones que tendrán para hacerlo y afirmó que “as facilidades son máximas”.