La compostelana Ana Pérez Ventura, ganadora del premio de la Fundación Taylor en París

La obra de la artista compostelana ha sido seleccionada de entre 120 trabajos de autores internacionales

Su creación representa la transcripción de una partitura realizando perforaciones sobre láminas de madera

La artista Ana Pérez Ventura con su obra / cedida

La artista Ana Pérez Ventura con su obra / cedida / adriana quesada

Adriana Quesada

De entre 120 obras hechas por artistas internacionales, la Fundación Taylor, en el Salón des Réalités Nouvelles de París, escogió la de Ana Pérez Ventura (Santiago de Compostela, 1981).

Su trabajo, Czerny, Schule der Geläufigkeit op.299, zweites Heft, perteneciente a la serie Notages (Notas), representa una transcripción musical que la artista, también pianista, hace realizando perforaciones sobre láminas de madera.

Una pieza de su serie Études (Estudios), la número 276.

Una pieza de su serie Études (Estudios), la número 276 / Cedida

De una familia proviniente de los Tilos, a las afueras de la ciudad, Ana es representada por la galería Metro en Compostela. Además, este no es su primer galardón, sino que ya fue premiada con el Artension y becas de la Fundación Barrie de la Maza y la Fundación Segundo Gil Dávila. Algunas de sus obras pueden encontrarse en el Centro Galego de Arte Contemporánea (GCAC), en la Diputación de Ourense o el Colegio de España de París.

Su pasión se inició a temprana edad: “Con 10 años me apunté en el colegio al taller de pintura y, en ese mismo momento, también me metí en el conservatorio. Al principio hacía todo por separado, pero luego fui encontrando las conexiones”, explica la artista sobre sus inicios.

Puntos en común

Formada en Bellas Artes en las universidades de Vigo y Barcelona y en música en los conservatorios de la ciudad olívica y Ámsterdam, en 2008 realizó un máster en la Sorbona sobre las relaciones entre ambas disciplinas y desde entonces reside en París, investigando sobre las posibilidades de la interacción entre las artes visuales y la música, con la repetición como recurso fundamental.

Para ella, a pesar de que las dos disciplinas están relacionadas con sentidos muy diferentes –la vista y el oído–, tienen un lenguaje común: “Ambas se usan para expresar emociones. Pero, además, en la pintura hay planos mientras que en la música tenemos planos sonoros. En la pintura hay color, algo de lo que también se habla en la música”, relata.

Una de sus series, Études (Estudios), explora la “temporalidad de los gestos pictóricos”. Para ella, la pintura es el resultado de una repetición rítmica del mismo gesto, mientras que en la música “por ejemplo, para aprender a tocar el piano, también se repiten gestos”. “Si ese movimiento lo pinto, lo atrapo. Lo que busco es atrapar el tiempo”, asegura Ana Pérez.

Su trabajo, representando una partitura, más en detalle.

Su trabajo, representando una partitura, más en detalle / Cedida

La obra galardonada

“Hacer agujeros empezó por un proyecto monocromo que me encargaron. Era negro sobre negro y se me ocurrió usar el estudio de Chopin (op.10, nº 5) en el que la mano derecha solo toca teclas negras, así empecé a agujerear”, explica Ana.

Czerny, Schule der Geläufigkeit op.299, zweites Heft, que es el nombre de su obra y de la partitura que transcribe, es otra forma de atrapar el tiempo. “Se me escapa. Cuando era estudiante hacía dos carreras a la vez, la musical y la de arte, y ambas requieren mucho esfuerzo. Me he pasado la vida luchando contra el tiempo”, asegura.

Además, a pesar del esfuerzo que hay detrás de este trabajo, define la partitura transcrita como “aburrida”, pero la escogió debido a que está pensada para que los músicos practiquen movimientos por medio de repeticiones.

Aunque su obra busca atrapar los momentos, la fuga del tiempo no fue un impedimento para mandar un dosier de candidatura del premio siendo así como la seleccionaron. “Siento una gran satisfacción personal y que, al final, el trabajo se ve recompensado”.

Se expone en el Salón des Réalités Nouvelles

El trabajo de Ana Pérez, de la serie Notages, se encuentra expuesto en la 77 edición del Salón des Réalités Nouvelles, una muestra internacional de arte abstracto contemporáneo que se celebra cada año en París.

El salón tiene una larga trayectoria histórica: su primera edición data de 1947, aunque la sociedad ya existiera en el 1936 y su trabajo fuera interrumpido por la Segunda Guerra Mundial. Según Réalités Nouvelles, “los artistas seleccionados para esta nueva edición exploran espacios sensibles donde el tema es una forma abstracta y una experiencia íntima con el acto de crear”.

La artista Sonia Delaunay creó esta importante sociedad con otros compañeros abogando por el estilo abstracto. El nombre de la misma refleja esa idea de que “el arte abstracto es la nueva realidad porque no se refiere ni imita ninguna imagen existente”, aseguran desde el museo Tate Britain.