Entrevista | Augusto Bruyel Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación para la USC

“La anomalía de la península ibérica es que España y Portugal no estén juntos”

Augusto Bruyel (izquierda) durante la presentación de su último libro en Santiago.

Augusto Bruyel (izquierda) durante la presentación de su último libro en Santiago. / Cedida

Augusto Mª Bruyel Pérez (Calatayud, 1948) es doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidade de Santiago de Compostela (USC), además de catedrático en Lengua Castellana y Literatura. Ha desarrollado su vida personal y laboral entre Aragón, Cataluña y Galicia. En esta última comunidad es donde lleva ya más de 40 años viviendo y donde llegó a ser asesor en la Consellería de Educación en varias etapas de los gobiernos de Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga Iribarne. En la actualidad, presenta la tercera entrega de la trilogía medievalista que comenzó en 2012. No pudieron hacerlo mejor: Alfonso I el Batallador, Urraca I de León, Obispo Diego Gelmírez es el título de su último libro, que cuenta los lazos que unen a estas tres figuras históricas entre sí y su papel en la unión de Aragón, Navarra, León, Galicia, Castilla y Portugal en el 1109.

¿Cómo surge la idea de desarrollar una propuesta relacionando estos tres personajes históricos?

Por una parte, yo soy aragonés y Alfonso I conquistó casi todo el Aragón actual. Por otra parte, él estuvo casado con Urraca I, un matrimonio que salió mal por cuestiones incluso eclesiásticas. Y luego el obispo Gelmírez, porque vivo en Santiago desde hace 41 años y él fue el que consiguió el arzobispado para Compostela.

¿Cuáles son las principales razones por las que fracasó la unión de Aragón, Navarra, León, Galicia, Castilla y Portugal durante el matrimonio de Alfonso I y Urraca I?

La primera es el miedo del noble más poderoso de Galicia en aquella época, el conde de Traba, de perder influencia sobre el hijo de Urraca I y heredero al trono con el segundo matrimonio de su madre. Por otra parte, la oposición de la Iglesia por el grado de consanguineidad de Alfonso I y Urraca I, ya que ambos eran bisnietos del rey Sancho III de Pamplona. La nobleza gallega tampoco quería ese matrimonio por si le quitaba la posibilidad de reinar al infante que se crio en Galicia.

¿Qué papel ocupa el obispo Diego Gelmírez en el proceso de unión?

Al principio no se sabe si estaba en contra, pero enseguida se opuso porque supo que Roma (la Iglesia católica) estaba en contra del matrimonio. Gelmírez quería el arzobispado para Compostela e hizo caso a lo que decía Roma, es decir, era interés eclesiástico.

¿Cuál es la posición de Galicia en aquella época de unión?

Hay que pensar que Galicia abarcaba desde Estaca de Bares hasta más allá de Coimbra, en la actual Portugal. Era importante en aquel momento porque era un reino grande como el de Castilla o el de León, pero dejaron que durara prácticamente seis años por las luchas entre nobles que acabaron con el rey García apresado.

¿Urraca I era una adelantada a su tiempo? ¿Con quién se podría comparar en la actualidad?

Urraca tuvo la importancia de que fue la primera reina europea de verdad. No era consorte ni regente, era reina de pleno derecho. En la actualidad el ser reina es algo normal, como Isabel II de Inglaterra. En el caso de nuestra reina actual es consorte, pero cuando le toque a Leonor también será de pleno derecho.

¿Cómo cree que hubiese cambiado el transcurso de la historia si Galicia hubiese continuado unida a los otros territorios?

Habría continuado unido el Reino de León con Castilla, con Galicia y Portugal. Se hubiesen ido uniendo todos los territorios hacia el sur. Pero el nombre hubiese sido lo de menos. Yo creo que la anomalía de la península Ibérica es que España y Portugal no estén juntos. Piense que en el S. XVIII cursa una reclamación sobre el nombre de España, ya que ellos también eran Hispania en la época romana.