PREMIOS INTERNACIONALES

Cómo el CHUS logró reducir su factura energética a casi la mitad en una década

El CHUS ha conseguido un ahorro del 40,5% en consumo energético en la última década

El plan incluía la renovación de las instalaciones o la sustitución del gasóleo como combustible de calefacción

Las medidas de eficiencia energética impulsadas por el CHUS han supuesto un gran ahorro

Las medidas de eficiencia energética impulsadas por el CHUS han supuesto un gran ahorro / Jesús Prieto

El Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha conseguido ahorrar en una década una media del 40,54 por ciento del consumo energético que registraba hasta la puesta en marcha de una serie de medidas incluidas en el plan de ahorro impulsado en el año 2012 por la Gerencia del mismo.

En concreto, y según los datos a los que ha tenido acceso EL CORREO GALLEGO, el ahorro experimentado en electricidad entre 2012 y 2022 fue de un 27,86%, mientras que el del gas se elevó a un 39,84%, siendo el descenso más significativo el relacionado con el uso del gasóleo, puesto que representó un 96,65%. En este caso, y si en 2012 el gasto en gasóleo en los cuatro hospitales públicos de la capital gallega -Clínico, Gil Casares, Médico quirúrgico de Conxo y Psiquiátrico de Conxo- era del 8,15%, el último ejercicio del que se tienen datos, 2022, la cifra era prácticamente anecdótica, del 0,27%.

Fuentes consultadas por este periódico explican que en los primeros años la reducción es menos evidente porque “se están realizando las mejoras en las instalaciones”, y añaden que algo similar sucede con el gas en 2021, cuando su consumo se eleva de forma significativa, pasando del 9,27% del ejercicio anterior al 18,53 “debido a que se está con la implementación de las mejoras” en este apartado.

¿Cómo lo ha logrado?

Fruto de una serie de medidas adoptadas entre el CHUS, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y el Instituto Enerxético de Galicia, el plan para disminuir el consumo energético en al menos un 20% y para reducir las emisiones de CO2 incluía, además de la renovación de las instalaciones y un mantenimiento integral, la sustitución del gasóleo como combustible de calefacción, apostando por el suministro energético integral de gas y electricidad.

Para ello, y en el apartado de generación de calor, se instalaron nuevas calderas de gas, bombas y válvulas termostáticas en el Gil Casares, el de Conxo y en dos salas del Psiquiátrico; mientras que para generar frío se optó por instalar seis nuevas plantas enfriadoras de altas prestaciones, además de por sustituir las válvulas de control de condensación y de recuperación de calor. Se cambiaron asimismo los intercambiadores de calor y se colocaron contadores de energía y variadores de frecuencia.

El estudio sobre eficiencia energética calcula cómo sería la evolución del consumo sin actuaciones de mejora, previendo un incremento del 14 por ciento, provocado sobre todo por el incremento del uso de la electricidad y, en menor medida del gas, y considera que la pérdida de la eficiencia como consecuencia del envejecimiento de las instalaciones supone un 1,5% en el caso de la electricidad, un 0,5% en el del gas y un 2% en el del gasóleo.

Analizando los resultados del suministro energético prestacional obtenidos entre septiembre de 2012 -cuando el plan se puso en marcha- y 2020, hubo una disminución del 37%, pasando de gastarse un total de 59.158.467 kilowatios hora a quedar en 37.202.722 kWh.

Las previsiones apuntan además a que entre 2021 y 2026 la reducción será de un 20% adicional, fijándose por tanto el consumo en 27.283.668 kWh.

Por fuentes energéticas, el gasóleo experimentó un significativo descenso entre 2012 y 2020, pasando de los 8.151.787 a los 269.529 en los que se mantiene desde entonces. El gas bajó de 15.786.182 a 9.267.330 y la previsión es que en 2026 quede en 7.016.992, mientras que la electricidad pasó en el primer tramo de la puesta en marcha del plan desde los 35.220.498 iniciales a los 27.707.220 de 2020. El objetivo es que disminuya hasta los 20.266.675 en 2026.

Por otra parte, y al margen del ahorro energético experimentado con la puesta en marcha de esta serie de iniciativas, los cuatro hospitales que integran el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago también han conseguido reducir sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en un 57,40% durante la última década.

El ahorro acumulado en emisiones de CO2 en electricidad fue del 26,84% -el más destacado-, mientras que en gasóleo fue del 21,69% y del 8,87% en el caso del gasóleo.

El área sanitaria ha recibido numerosos premios internacionales

El Área Sanitaria de Santiago y Barbanza está integrada dentro de la red de Global Green and Healthy Hospitals, una comunidad de hospitales, sistemas de salud y organizaciones profesionales y académicas a nivel mundial, cuyo principal objetivo consiste en intentar reducir su huella ecológica y promover la salud ambiental pública.

Con más de 1.900 integrantes de ochenta países, entre ellos el Servizo Galego de Saúde, han desarrollado una calculadora que permite cifrar la huella de carbono, algo que en el caso de la sanidad compostelana se lleva realizando desde 2020 y que le ha convertido en merecedora de numerosos premios.

Entre ellos, destacan la plata en liderazgo climático y en resiliencia recibidas en el año 2021; así como el oro en liderazgo, y plata en resiliencia y reducción de gases de efecto invernadero en 2022, y plata en liderazgo climático en el año 2023, otorgados por la organización Desafío Climático en el Cuidado de la Salud -Health Care Climate Challenge-.

A nivel estatal, el Área Sanitaria de Santiago y Barbanza fue galardonada a finales de 2022 por el trabajo llevado a cabo para reducir el consumo de energía primaria y mejorar la eficiencia energética en sus instalaciones, dentro de una iniciativa impulsada por la plataforma Sanidad por el Clima, que convoca los premios +10 Hospitales por el Programa de Salud de Glasgow. 

Se trata de unos galardones que premian diferentes iniciativas relacionadas con la reducción de la huella de carbono, la difusión de buenos hábitos o la introducción de nuevas técnicas que resulten más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.