Inmobiliarias colapsadas en la periferia de Santiago: “No tenemos ni un piso de alquiler”

En Milladoiro hay agencias con listas de espera de hasta 50 personas

Las viviendas pasan de un inquilino a otro en apenas unos días, el tiempo que lleva limpiarlas

Ya no se ponen ni anuncios: “No nos hacen falta”

En Santiago continúan las colas de universitarios que buscan piso para el próximo curso / XOSÉ ALDÁMIZ

En Santiago continúan las colas de universitarios que buscan piso para el próximo curso / XOSÉ ALDÁMIZ / SUSANA LÓPEZ CARBIA

“Esto no había sucedido nunca. Ahora mismo tengo más de 50 personas en lista de espera y no tengo nin un piso para enseñar”. Quien así habla es Manuel Saavedra, director gerente de Arquisip, una de las inmobiliarias más veteranas de Milladoiro, la localidad con más población de Ames, donde ahora mismo es muy complicado encontrar una vivienda en alquiler. Saavedra lleva 25 años en el sector y recuerda momentos, no tan lejanos en el tiempo, en que llegó a tener 50 o 60 pisos para poder ofrecer a su cartera de clientes. La situación ha cambiado radicalmente, pero a él, en cierto modo, no le sorprende: “Es una consecuencia directa de que, desde los años 2010-2012, no se pusiera un ladrillo más”. “Al no haber obra nueva en todos estos años, ahora no tenemos pisos ni para alquilar ni para vender”, explica.

La suya no es, ni mucho menos, la única agencia inmobiliaria de la localidad que se encuentra en esta situación. Monse Carballido lleva 19 años trabajando en Noval Inmobiliaria y tampoco recuerda un momento en el que la demanda estuviese tan por encima de la oferta. Hay tantos clientes que ni siquiera hace falta publicar un anuncio cuando un piso queda libre. “La última vez que publicitamos una vivienda que quedaba vacía, en media hora teníamos quince llamadas”, explica.

Como no es posible pasar el día contestando las llamadas telefónicas ni se puede citar a tanta gente para que vea un mismo piso, han optado por trabajar de otra manera. “Tenemos una lista de espera de gente a la que avisamos directamente cuando una vivienda queda libre”, señala.

Y, con tanta demanda, no es de extrañar que el inmueble en cuestión vuelva a ocuparse casi de manera inmediata. “En solo unos días está alquilado de nuevo”, explica. A veces solamente permanece desocupado el tiempo mínimo indispensable para limpiarlo antes de poder arrendárselo a otra persona. Si la vivienda queda en malas condiciones y es preciso reparar algún desperfecto o necesita ser pintada, el proceso se demora unos días más, pero, en general, las mudanzas se llevan a cabo con mucha rapidez.

Muchas inmobiliarias ya no anuncian los pisos libres / jesús prieto

Muchas inmobiliarias ya no anuncian los pisos libres / jesús prieto / SUSANA LÓPEZ CARBIA

En estos momentos, en Noval Inmobiliaria solo tienen disponible un piso de alquiler. Y se trata precisamente del tipo de vivienda que más se busca en la actualidad: unos 65 metros cuadrados y dos habitaciones. Se alquila en 480 euros, un precio bastante razonable si se tiene en cuenta la horquilla de alquileres ahora mismo en Milladoiro y que varía ligeramente en función de la agencia inmobiliaria a la que se pregunte, pero también dependiendo del estado y el equipamiento de la vivienda en cuestión, que puede marcar la diferencia entre uno y otro inmueble.

En el caso de Noval, el rango medio de precios para los alquileres oscila entre los 350€ mensuales para los apartamentos de una habitación, de 450 a 500€ al mes por dos habitaciones y unos 550€ por una vivienda de tres habitaciones, que son, por lo general, las que más interesan a las familias con hijos.

También en Vilasgey Inmobiliaria confirman que “está todo agotado”. Begoña Vilas, la propietaria de la agencia, lleva 27 años trabajando en Milladoiro y no recuerda nada igual. “Un piso quedó vacío el sábado por la mañana y se alquiló el lunes”, cuenta. El inquilino pagará 530 euros mensuales por 75 metros cuadrados, con dos habitaciones y dos baños. “El precio supera los 500 euros porque se trata de una vivienda totalmente exterior, en una quinta planta y que se encuentra en muy buenas condiciones y estupentamente equipada”, explica. “Si el piso está bien, menos de 500 euros, nada”, dice. Y pone como ejemplo otro inmueble que está “medio reservado” por 450 euros mensuales. “Es más barato, pero porque el piso es muy distinto: en un primer piso y con un solo baño”, puntualiza. “Hace cinco años, se alquilaba un piso por 400 euros. Ahora por 650, lo que supone un 40% más”, dice Saavedra.

Hasta ahora el perfil de cliente más habitual era el de familias con niños, parejas sin hijos e inquilinos solos. “Mucho funcionario”, comenta Manuel Saavedra. Pero las cosas están cambiando. “No había pasado nunca, pero ahora empezamos a tener llamadas de estudiantes desesperados porque no encuentran piso en Santiago”, dice Begoña Vilas.

También abundan los clientes que hasta ahora vivían en la capital gallega y que, por distintas circunstancias, tienen que dejar el piso en el que residen. “Entonces, buscan en Milladoiro porque en Santiago los alquileres rondan ya los 900 o los 1.000 euros. Y por 300 euros menos pueden vivir en un piso relativamente nuevo, en buenas condiciones y bien equipado”, indica Vilas.

Saavedra añade otro perfil de cliente que cada vez tiene más peso en el negocio de los alquieres: el de las personas divorciadas. “Parejas que compartían piso y que, al separarse, necesitan una vivienda para cada uno”, relata. Pero la escasez de viviendas hace que las inmobiliarias se encuentren con “gente que está muy desesperada” porque no encuentra dónde vivir. “Tuve una clienta que me quería alquilar el piso sin verlo. Me decía: te pago la fianza y me lo quedo”, cuenta Monse Carballido, de Noval. “Cuando tengo un piso disponible, ya les digo: coge éste, que otro no hay”, afirma el director gerente de Arquisip.

Entre las razones que explican la falta de viviendas también está el miedo que tienen muchos propietarios a poner en alquiler las suyas, para lo que Saavedra recomienda acudir a las agencias, “que son el primer filtro, porque las ofrecen solo a arrendatarios serios y solventes”.

Pero también en Milladoiro se empieza a notar el auge de las viviendas que se reservan para uso vacacional, como confirma Monse Carballido. “Es otro tipo de negocio que también tiene que ver con la escasez de pisos de alquiler”, explica. La situación no es distinta en Bertamiráns o Cacheiras, como pudo constatar este periódico tras contactar con agencias inmobiliarias de ambas localidades.