Moncho y Eduardo, arquitectos de una plantilla con nuevos rumbos

El director deportivo asumió el cargo este curso ocupando el lugar de José Luis Mateo

El Alquimista de Pontepedriña definió la estructura del Obradoiro junto a Pascual

Eduardo Pascual, director deportivo, y Moncho Fernández, técnico del Monbus Obradoiro

Eduardo Pascual, director deportivo, y Moncho Fernández, técnico del Monbus Obradoiro / André Couce

Una nueva temporada comienza para el Monbus Obradoiro y con ella aparecen nuevos protagonistas junto a aquellos que se mantienen en el templo baloncestístico de Sar. En sus oficinas, dos arquitectos han armado y pulido durante este verano a una plantilla que afrontará el sueño europeo de Compostela.

Eduardo Pascual, llegado al club en este curso, asumió la dirección deportiva ocupando el lugar de un maestro en la construcción de plantillas como es José Luis Mateo. El listón era alto y el nuevo inquilino en las oficinas de Sar ha respondido tras encerrarse durante semanas para planificar y conseguir el equipo ideal.

A su lado, un clásico e ídolo que ha tendido la mano a su nuevo compañero para dibujar los esquemas del equipo que quiere, Moncho Fernández. El Alquimista de Pontepedriña definió junto a Pascual la estructura que sostendrá los sueños del obradoirismo, escogiendo delicadamente cada uno de sus pilares.

Eduardo no dudó en ningún momento de que debían trabajar codo con codo: “Siempre construyo con el entrenador. Con lo que piensa, con su idea de juego y con los jugadores que se puedan ajustar lo máximo posible a su baloncesto, a lo que quiere desarrollar. Dentro de ello hemos intentado confeccionar la plantilla. También de nuestras ganas de ir y hacer una buena temporada. Esta es la mejor plantilla que entendíamos que era posible”.

Por su parte, Moncho es sabedor de que el nuevo inquilino del área deportiva se ha encerrado en su ‘taller’ desde que llegó a Compostela por la premura de armar la plantilla: “Creo que la vorágine del verano no te da tiempo para mucho. Eduardo aterrizó y se puso a trabajar”.

Moncho Fernández, que llegó al club como técnico obradoirista en el verano de 2010, renovó el pasado junio hasta 2025 / CAB

Moncho Fernández, que llegó al club como técnico obradoirista en el verano de 2010, renovó el pasado junio hasta 2025 / CAB

Así, ambos se pusieron manos a la ‘Obra’, una labor que le ha resultado familiar al Alquimista de Pontepedriña: “No es muy diferente respecto a lo que pueden ser otros años, en el sentido de que hay que hacer unas renovaciones, hay que construir una plantilla, hay que ver nuestra estructura de equipo, conocer el presupuesto del club, a donde podemos ir y a donde no podemos ir. Digamos que no da tiempo a mucho ni nada es muy diferente de lo que ha sido”.

Poco a poco se fueron fraguando los fichajes. El primero en llegar sería el base estadounidense Eric Washington. Con pasaporte maltés, 1,83 metros de altura y 30 años, procede del MLP Academics Heidelberg, con el que promedió 19,2 puntos (30,9% en triples, 57,1% en tiros de dos y 87,1% en tiros libres), 7,3 asistencias, 3,8 rebotes y 1,8 robos en 30,5 minutos (32 partidos) en la pasada edición de la liga alemana.

Siguió el base español Pol Figueras, procedente del Bàsquet Girona, con 1,85 metros y 25 años. Llegaba de promediar 2,8 puntos, 0,7 rebotes, 1,6 asistencias y 0,6 recuperaciones en 32 partidos.

La tercera contratación sería la del dominicano Rigoberto Mendoza. El escolta-alero de 1,91 metros y 31 años cambió Los Capitanes de Ciudad de México por el Obra, tras promediar 14,1 puntos (55,8% en tiros de dos, 39,5% en triples y 82,9% en libres) y 3 rebotes en la NBA G League (34 partidos).

A continuación, uno de los jugadores más queridos de la afición regresaba a casa. El gigante ucraniano de 2,19 metros Artem Pustovyialcanzó un acuerdo con el conjunto compostelano por dos temporadas a sus 31 años. Llegó desde el UCAM Murcia, club donde promedió durante el último curso 7,7 puntos, 4,6 rebotes, 0,4 asistencias y 1,2 tapones en sus 17,9 minutos por partido de los 34 disputados.

El puertorriqueño Jordan Howard cerraría la línea exterior santiaguesa como escolta-base. Procedente del Napoli Basket, con 27 años y 1,83 de altura, promedió 13,4 puntos, con un 42,3 % de acierto en tiros de campo y un 40,1 % en triples, 2,5 asistencias y 1,6 rebotes.

El último en llegar sería Tres Tinkle para ocupar el puesto de 4. El jugador estadounidense de 2,03 metros y 27 años procede del Le Mans Sarthe Basket de la Pro A francesa, donde la pasada campaña promedió 11,3 puntos, 5,1 rebotes y 1,5 asistencias en 24,3 minutos (25 partidos disputados).

Estos hombres fueron los primeros fichajes de la era Pascual, a los que hay que sumar las renovaciones de Thomas Scrubb y Álvaro Muñoz, además del regreso de Sergi Huguet para quedarse con el primer equipo. También fue el responsable de asegurar la continuidad del cuerpo técnico compostelano, incluida la del propio Moncho Fernández.

El preparador santiagués no tuvo dudas en firmar de nuevo por el equipo de sus amores pese al cambio de la dirección deportiva, aunque siempre recordará la gran labor de José Luis Mateo.

“José llevaba aquí 11 temporadas, con lo cual el trabajo del verano se hacía también durante el invierno y las temporadas anteriores, porque aquí hemos incorporado jugadores cuyo fichaje se gestó en más de un año, por poner un ejemplo, (Artem) Pustovyi, que ha vuelto a Obradoiro, pero su primera llegada fue a los dos años de empezar con esa negociación o intento de ficharlo”, recordó el técnico compostelano sobre su ex compañero de trabajo, que ahora pasa de ser su jefe a un amigo.

Ahora hay un nuevo inquilino: “Eduardo lleva unos meses, entonces, como decía, la premura de la coyuntura hace que lo inmediato sea lo más importante. Seguro que Eduardo tiene un nuevo método de trabajo que veremos durante el año, pero al final estamos todos con el mismo objetivo: tener el mejor equipo posible. Las estrategias que durante el año desarrolle Eduardo ya las veremos”.

Ya solo queda ver si la ‘Obra’ de ambos convierte el Multiusos Fontes do Sar en una catedral del baloncesto con un gran año en la ACB y con la visita de peregrinos europeos. En esta ocasión serán trece los apóstoles responsables de iluminar al obradoirismo y de hacer que esta temporada 23/24 quede escrita en letras de oro en la historia del club. Aquí inicia la campaña del Obradoiro de Eduardo y Moncho.