El metal gallego facturó 14.534 millones en 2022, un 15 % más, pero sigue urgiendo personal cualificado

Asime cifra en 1.500 el déficit de trabajadores y asegura que, con plantillas suficientes, se facturarúa "un 30 % más"

Un operario trabaja en una fábrica de vehículos gallega

Un operario trabaja en una fábrica de vehículos gallega / ECG

Agencias

El sector del metal gallego cerró 2022 con una facturación de 14.534 millones, un 15 por ciento más que en 2021, según el informe anual difundido este viernes por la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime)

Un muy buen momento para el sector, con un momento histórico de actividad”, ha dicho el secretario general de la asociación, Enrique Mallón, durante una rueda de prensa para la presentación de los datos en la que dejó claro que la facturación podría haber sido incluso un 30 por ciento superior de no ser por la escasez de trabajadores cualificados que aqueja al sector.

“Podríamos incorporar varios miles de trabajadores, ahora mismo se necesitan unos 1.500 trabajadores cualificados en Galicia para cumplir con los contratos y pedidos, unos 800 sólo en Vigo y su área”, ha explicado Mallón.

De hecho, el secretario general de Asime ha hecho un llamamiento a las administraciones públicas para que se flexibilicen los requisitos necesarios para que el sector pueda incorporar trabajadores procedentes de otros países como Perú, Colombia, Vietnam o Bangladesh.

Esta incorporación de trabajadores nos permitiría alcanzar un 30 % más de facturación en el sector si tuviésemos el personal necesario cualificado”, ha explicado Mallón.

En consecuencia, no extraña que en 2022 el empleo en el sector (que incluye actividades como la automoción, el naval, las estructuras metálicas o la aeronáutica) se haya mantenido estable, experimentando un ligero crecimiento del 0,5 %.

Actualmente el metal, sector que aporta a Galicia un 20 por ciento de su PIB y emplea en la comunidad a 57.050 trabajadores, lejos de los 63.000 que llegó a emplear hace ocho años, continúa siendo la principal fuente de empleo de la comunidad gallega.

La falta de trabajadores impide que Galicia pueda desarrollar todos los proyectos que le llegan, lo que, en todo caso, no ensombrece unos números que, según Mallón, pueden “marcar tendencia” al tratarse de “una mejoría importante” que llevan al sector a “recuperar posiciones tras la pandemia”.

Más concretamente, el subsector automoción, metal mecánica y transporte facturó 10.560 millones, un 14 por ciento más que en 2021 pese a haber perdido un 2 por ciento de los trabajadores, hasta los 19.174.

La fabricación de vehículos a motor, a pesar de problemas como la carestía de las materias primas, la inflación, la carencia de microchips o la guerra en Ucrania, creció en 2022 un 24,4 por ciento.

Por su parte el subsector naval, marítima y energías marinas facturó 897 millones en 2022 y experimentó un descenso en el empleo del 1 por ciento, hasta los 7.956 ocupados, mientras que el subsector construcciones y estructuras metálicas dijo empleo a 16.288 personas e incrementó su facturación un 14 por ciento, hasta los 555 millones.

Por todo lo anterior, Mallón ha dicho que “la actividad del sector es total”, sin que existan “recursos ociosos”, y que actualmente trabaja a un “ritmo frenético”, el cual no se veía en Galicia desde hace una década.