La movilidad en Santiago, uno de los grandes retos para el Concello

La movilidad urbana es una cuestión clave en la actualidad, que enfrenta a las ciudades a problemas y desafíos que requieren de actuaciones firmes

La congestión del tráfico, la contaminación del aire y la crisis climática, la accesibilidad y equidad, la seguridad vial o el uso ineficiente del espacio son algunos de los retos compartidos

Autobús urbano y vehículos en la plaza de Galicia de Santiago

Autobús urbano y vehículos en la plaza de Galicia de Santiago / Antonio Hernández

El reto de la movilidad urbana es una cuestión clave en la actualidad, que enfrenta a las ciudades a problemas y desafíos que requieren de actuaciones firmes. La congestión del tráfico, la contaminación del aire y la crisis climática, la accesibilidad y equidad, la seguridad vial o el uso ineficiente del espacio son algunos de los retos compartidos.

Para abordarlos, las urbes están adoptando estrategias de movilidad urbana sostenible, que incluyen medidas como la promoción del uso de un transporte público eficiente y asequible, el fomento del uso de la bicicleta o los desplazamientos a pie con una planificación urbana que los priorice o la implantación de soluciones tecnológicas para la mejora de la eficiencia en los sistemas de transporte urbano. 

En Santiago, la apuesta por mejorar la movilidad copó el debate durante la campaña de las elecciones municipales del 28M, situándose en un lugar prioritario entre las promesas de los partidos políticos. En la ciudad trabajan alrededor de 67.000 personas y cada día entran otras 30.000, lo que hace que la ciudad tenga unas demandas de movilidad especiales. Ello provoca que la situación del transporte público en Compostela, las plazas de aparcamiento disponibles en puntos críticos de la ciudad -caso del Hospital Clínico o la plaza de Abastos-, la ampliación del carril bici o proyectos de reurbanización como el de O Restollal, Campus Sur o Castrón Douro estén siempre presentes en el debate público.

La demora en la tramitación del nuevo contrato del transporte público ha provocado que muchos de los autobuses de la red urbana de transporte muestren evidentes síntomas de agotamiento, con vehículos muy antiguos recorriendo a diario las calles de la ciudad. El pasado mes de abril, el primer Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia, elaborado por Economía Digital Galicia, suspendía a Compostela en transporte público urbano. La pésima situación de algunos de los autobuses obligó al Concello a un remedio temporal. A la espera de la licitación del nuevo contrato y de la renovación de la flota obsoleta, que tardará "alrededor de dos años" según indicó entonces el anterior alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, Raxoi ha procedido a sustituir -en régimen de leasing- ocho de los buses que más averías venían sufriendo.

Varias persoas subindo a un autobús da liña C11 ao seu paso pola rúa compostelá de Xeneral Pardiñas / Jesús prieto

Varias persoas subindo a un autobús da liña C11 ao seu paso pola rúa compostelá de Xeneral Pardiñas / Jesús prieto / Ana Triñáns

La actual alcaldesa, Goretti Sanmartín, centra sus propuestas en movilidad en el fomento de medios alternativos al coche y en la sostenibilidad ambiental. Rechazadas las alegaciones presentadas por el BNG al proyecto del eje de mobilidad sostenible de la Xunta, Sanmartín advierte de que al desecharse el itinerario más corto entre O Milladoiro, la estación intermodal y el centro de Compostela "isto fará inviábel que as persoas que queiran ir en bicicleta a traballar ou estudar usen ese itinerario que dá un rodeo e con pendentes moi pronunciadas para ir ao Politécnico, á USC ou ao CHUS".

Sensibilizar a las personas que emplean su vehículo particular para informar sobre la necesidad de cumplir las normas básicas de estacionamiento en las proximidades de los centros educativos, es otra de las reclamaciones del BNG en materia de movilidad, centradas en conformar espacios seguros para las personas que se desplazan a pie. Por otra parte, ampliar los espacios peatonales, el carril bici y priorizar la circulación de finalidad frente a la de paso ofreciendo soluciones a las zonas de mayor saturación, son algunos de los objetivos de su socio de gobierno, Compostela Aberta, que en campaña anunció que pondría en marcha un plan para mejorar la seguridad peatonal en las parroquias de Santiago. Ahora, su líder, María Rozas, actual concejala de Hacienda, responsable de los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Santiago, intentará materializar esas propuestas.

En cuanto a los proyectos de reurbanización, las actuaciones en O Restollal, Campus Sur o de las calles García-Lorca y Pombal son algunas de las tareas pendientes que el anterior Gobierno compostelano fijó para los próximos meses. Rechazado en pleno el proyecto para el segundo tramo de Castrón Douro, el de O Restollal también está en el aire tras quedar excluido de las ayudas de los fondos Next Generation que reparte el Ministerio. Aunque los fondos europeos no lleguen, Bugallo aseguró en su día que buscaría el modo de financiar las obras para la reforma prevista en O Castiñeiriño. “Para nosotros es un proyecto irrenunciable y, con un gobierno socialista, el proyecto de reurbanización de O Restollal se va a llevar adelante sí o sí”, aseguraba el anterior portavoz del Gobierno municipal, Sindo Guinarte. La intención del equipo de Gobierno era sacar la licitación del proyecto en las próximas semanas.

Aparcamiento del Hospital Clínico de Santiago este jueves por la tarde

Aparcamiento del Hospital Clínico de Santiago este jueves por la tarde

Ampliar la parcela del hospital Clínico en 50.000 metros cuadrados, ganando terreno en la zona sur, con el objetivo de mejorar la movilidad y la integración urbana, fue una de las principales propuestas presentadas por el exalcalde de Santiago. Ese plan del Concello, de ceder una parcela valorada en cuatro millones de euros para que la Xunta construya en ella un aparcamiento, sería de pago y podría albergar unas 480 nuevas plazas. Frente a la misma, el candidato popular, Borja Vera, prometió construir un aparcamiento en superficie, en la zona donde se ubica el helipuerto, que pasaría a los tejados con la ampliación del hospital. La pelota está ahora en el lado de la Xunta que espera tomar una decisión sobre este aparcamiento y su gestión antes del verano.

La problemática de la falta de aparcamiento en el casco urbano han llevado también a Verea a prometer otras medidas como la gratuidad para mayores de 60 en zona azul así como la reserva de aparcamiento en áreas sensibles. Además el PP se comprometió a facilitar el aparcamiento en la Plaza de Abastos y su entorno, y a construir un aparcamiento debajo del mercado con precios competitivos.