{ ON-OFF }

El pacto BNG-PSOE

Luis Pérez Fernández

Luis Pérez Fernández

BESTEIRO SALE REFORZADO DEL PACTO ENTRE EL BNG Y EL PSOE. Sea cual fuere el desenlace de la investidura, y todo apunta a que habrá gobierno la próxima semana tras dar ayer el sí Puigdemont para evitar los riesgos de una repetición electoral, diría que, ciñéndonos al ámbito gallego, el candidato del PSdeG obtiene más réditos que su rival, la del BNG, en su pugna por liderar la oposición en Galicia y mejorar las opciones de entrar, con permiso de Rueda, San Caetano.

Pocos creen que lo firmado se vaya a cumplir. La reciente historia lo deja claro. Abunda en lo mismo que el pacto de hace tres años cuando el BNG tenía la llave de la investidura y los resultados están ahí. Lo más destacado del pasado, si así se pudiera considerar, son las rebajas de peajes en la AP-9, más que discutibles porque también las pagan indirectamente quienes no la usan y son una garantía de incremento de ingresos para la concesionaria. En este asunto, después de más de cuarenta años de la inauguración (1980) de los primeros tramos entre A Coruña y Santiago deberíamos ser un poco más ambiciosos.

El punto más sustancial del pacto se refiere a la condonación de parte de la deuda de la comunidad autónoma. Habrá que agradecérselo a Junqueras, si es que finalmente se produce, y a su interlocutor el ministro Bolaños, quien se apresuró a anunciar su extensión a todas las comunidades de régimen común. O sea, todas menos País Vasco y Navarra.

En la negociación con el BNG no aparecía este asunto en el primer momento. Fue incluido en el documento final, el suscrito por la ministra Montero y la portavoz nacionalista Pontón, con un redactado que genera muchas dudas y no invita al optimismo. Explico mí desconfianza con un caso, al modo de parábola pero real. Lo contaba un protagonista perjudicado.

En unas elecciones, si es que así podían calificarse, a procuradores en Cortes durante el franquismo se presentaban en Lugo tres candidatos por el tercio familiar. En una de las mesas de un pueblo de la Montaña la participación había sido muy escasa por lo que los miembros que la conformaban tuvieron una brillante idea para evitar el bochorno del qué dirán por tan escaso interés de los parroquianos sobre el asunto. Eso sí, con equidad, sin perjudicar a ninguno de los contendientes. ¿Cómo? Haciendo que cada voto se duplicara. Así, el que recibió 300 en el acta figuraron 600, el de 100 llegaría a 200 y el tercero, que obtuvo sólo uno, lograría también el doble.

El modelo pudiera repetirse ahora al respecto. En el mismo acto de firma Junqueras cifró en 15.000 millones la reducción de la deuda con el FLA, que se traducirá en 1.300 millones de ahorro para la hacienda autonómica catalana. Ni PSOE ni BNG supieron o pudieron hacer las cuentas para Galicia, lo cual genera dudas más que razonables. En el texto se habla de “compensaciones análogas para Galicia en el marco de las compensaciones a aquellas CC AA que no hicieron uso del FLA.

Permítanme la inmodestia de ofrecer cifras. Es tan simple como una regla de tres. A Galicia le correspondería, como mínimo, la tercera parte de estas cifras. Digo al menos porque debieran aplicarse criterios correctores al alza como el envejecimiento y dispersión de la población, el retraso en infraestructuras y premiar la mejor gestión de los recursos financieros para ejemplo de otras administraciones autonómicas más gastadoras.

Y para hacer cumplir los acuerdos el BNG, salvo que dé por hecho su incumplimiento, también debiera exigir el mismo trato que Cataluña.