El fin del Xacobeo dispara el número de locales comerciales vacíos en Santiago hasta los 475

Son un 46 % más que en el pasado mes de julio, donde había 325, según el último estudio de Fegein // Pese al dato, la ciudad es junto a Vigo y A Coruña donde menos desciende el precio de los arrendamientos

Un bajo vacío en la zona del ensanche compostelano / jesús prieto

Un bajo vacío en la zona del ensanche compostelano / jesús prieto / roi rodríguez/r.prieto

R. Prieto

El final del Xacobeo, que en 2022 atrajo un aluvión de turistas y peregrinos a Santiago, disparó a principios de este año el número de bajos comerciales vacíos en la ciudad, unido a factores como la subida de costes –en los combustibles o la energía–, la falta de relevo generacional o el aumento de las ventas online. Un cóctel explosivo para muchos autónomos, que optaron por bajar la persiana. Zapaterías, restaurantes, cafeterías o tiendas de ropa, que ya venían tocadas por la crisis causada por la pandemia, no tienen fácil llegar a fin de mes y eso hace que proliferen los carteles de se vende o se alquila incluso en zonas céntricas.

Así, la urbe compostelana contabiliza este marzo un total de 475 locales vacíos en el circuito de comercialización en arrendamiento o venta, un 46 % más que el pasado mes de julio, donde la cifra se quedaba en 325. Pese a este dato, la capital de Galicia es, junto a Vigo y A Coruña, una de las tres ciudades donde menos desciende el precio del alquiler, según los datos del último informe elaborado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

Santiago, como se desprende del documento, es la cuarta localidad a nivel autonómico con más bajos vacíos –por detrás de Ourense, donde se cuentan 1.475, Vigo (1.275) y A Coruña (900)– y suma casi la misma cifra que Ferrol (275) y Lugo (290) juntos. En Pontevedra, por su parte, la cifra es de 350. Ya fuera del municipio compostelano, aunque dentro de su área de influencia, el estudio señala que en Ames el número de bajos que esperan arrendatario o comprador es de 140.

Datos gallegos: un 40% más que en el estallido de la burbuja.

En el conjunto de Galicia son 8.175 los locales vacíos, casi un 40% más que los registrados en el trienio 2011-2012-2013, los peores años de la crisis económica que provocó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008. Desde la patronal inmobiliaria advierten de que el segundo trimestre del año engrosará la bolsa de establecimientos en busca de arrendatario entre un 8 y un 10% debido a la desaceleración de la economía y el consumo y el aumento de los costes financieros y energéticos.

De las cuatro provincias, A Coruña concentra el mayor número de bajos comerciales en alquiler o en busca de comprador: un total de 2.800, un 33% más que el verano pasado. En Pontevedra son 2.500 los establecimientos vacíos, un 47% más que hace ocho meses. Destaca el volumen de negocios en arrendamiento o venta en Ourense, con 2.300, un 4,5% más. Y en Lugo son 575, un 64% más. Las siete ciudades suman ya más de 5.040 locales comerciales e industriales desocupados, el 61% de la bolsa autonómica.

Desde la patronal inmobiliaria destacan que un importante número de locales comerciales cerrados se han incorporado al circuito de comercialización. “Esto es positivo porque aumenta la oferta y resalta que muchos propietarios no quieren seguir asumiendo gastos sin retorno, como el IBI, la luz, el agua o las tasas municipales”, destaca Benito Iglesias, presidente de Fegein. Pese a este retorno a la actividad, los que hoy están a la espera de un nuevo arrendatario son más que los registrados hace una década. “Los locales en arrendamiento en la comparativa de la última década se ha incrementado un 38%. Esto obedece a cierres —las fusiones y cierres de oficinas bancarias, matiza, tienen un peso importante— ya que los locales de obra nueva son poco significativos”. “La desaparición de las entidades en muchos ayuntamientos de menos de 3.000 habitantes le da la puntilla a la Galicia vaciada al disminuir notablemente la demanda de locales comerciales en estos municipios”, detalla Iglesias. Incluso las grandes marcas y franquicias han reducido y, lo seguirán haciendo, espacios físicos en calles y centro comerciales al aumentar y reforzar sus canales de venta online. Los propietarios, asegura, deben comprender que ese perfil de cliente ya no volverá. Y esta es una de las principales razones por las que, si no se abarata el precio de los locales vacíos existentes, ante una oferta abundante como la actual, aumenta las posibilidades de que este bajo quede vacío.

La comercialización de bajos comerciales apunta, sostiene Iglesias, a una Galicia de dos velocidades. Así en unas áreas se aglutina el 80% de la demanda y la oferta, prácticamente concentrada en 40 de los 313 concellos. Esto deriva en más de 270 municipios en los que la demanda es reducida y se deriva al núcleo más céntrico de las localidades más pobladas y que únicamente representan el 20% de la demanda. “Es una anacrónica a tener muy en cuenta y que evidencia el despoblamiento y el envejecimiento de los municipios de menos de 5.000 habitantes y su falta de poder de atracción de nuevas actividades económicas de ropa, bisutería, calzados y complementos”, sostiene. Desde Fegein, demandan a las administraciones líneas de apoyo fiscales a arrendadores y arrendatarios en ayuntamientos de interior de menos de 5.000 habitantes al constatar la “gran dificultad” de dinamizar una oferta estática y una pérdida del valor patrimonial considerable.