La tasa turística no entraría en vigor en Santiago hasta 2025

Es el plazo que maneja el actual gobierno local teniendo en cuenta que es una medida que debe aprobar el Parlamento de Galicia // La propuesta de Raxoi fija un precio de entre 0,5 y 2,5 € por día, con pernoctación o sin ella, y establece un límite de seis jornadas

Turistas sentados frente la Catedral de Santiago

Turistas sentados frente la Catedral de Santiago / E.P.

El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, y el concelleiro de Turismo, Sindo Guinarte, mantuvieron este miércoles un encuentro con representantes de Unión Hotelera Compostela, Hostalaria.gal y la Asociación de Hostelaría Compostela para explicarle al sector el plan del Concello para la implantación de una tasa turística en la capital gallega.

A la reunión también asistió el catedrático César García Novoa, autor del informe encargado por Raxoi a la Universidade de Santiago (USC), en el que se incide en que “la creación de un impuesto autonómico sobre el turismo, basado en las estancias en establecimientos de alojamiento, estaría plenamente justificada”.

Tras la reunión, Sánchez Bugallo confirmó que la cuantía económica de la tasa, que también gravaría los alojamientos en pisos turísticos, oscilaría entre los 0,5 euros de mínima y los 2,5 euros de máxima por día, con un límite de seis jornadas. Para imponer este tipo de impuesto, es necesario que el Parlamento de Galicia autorice a los municipios a aplicar el gravamen.

La intención del actual Gobierno local pasa por trasladar su propuesta al Gobierno gallego durante el verano, si bien el alcalde señaló que ya será una cuestión que tendrá que definir la nueva Corporación municipal. En cualquier caso, Sánchez Bugallo apuntó que el objetivo es que, si se autoriza, entre en vigor en 2025 e incidió en que el 50% de la recaudación se destine a políticas de rehabilitación e vivenda, “poñendo o foco no casco histórico para facilitar a fixación de poboación”.

En cuanto a cómo se organizaría el modo de recaudación, el regidor de Santiago avanzó que se realizaría en los propios establecimientos hoteleros, que, a su vez, ingresarían los pagos en las arcas municipales de forma trimestral.