Balance “muy positivo” en la Feria del Libro de Santiago y récord de ventas en algún caso

La expresión “muy positivo”, acompañada de récord de ventas en algún caso, traza el balance de la docena de puestos de la Feria del Libro de Santiago, concluida ayer en el paseo central de la Alameda, donde el sábado abre la cita dedicada a obras antiguas y de ocasión.

Antón Pedreira, propietario de la librería compostelana que lleva su apellido (Rúa do Home Santo, 55) arranca la tanda de opiniones recabadas in situ por EL CORREO GALLEGO en la jornada de ayer, día con buena afluencia de público.

“O balance é moi positivo. Moita xente quedou en Santiago porque se xuntaron moitas cousas, como a Festa da Primavera no barrio de San Pedro, e cousas en Sar, e o tempo tamén axudou. Vendimos ben O home que matou a Antía Morgade, de Arantza Portabales; Viva a Comuna!, de Carlos Meixide; Vémonos mañá, de Xosé Monteagudo; e no caso da lectura infantil, Historia da Galicia pequeniña, de César Lorenzo Gil”.

Y Lola Puerta, de la librería Aenea (Rúa dos Irmáns Rey-Alvite, 3), amplía este retrato coral. “La feria ha ido muy bien, mejor de lo esperado. La gente ha venido con otro ánimo, con ganas de mirar obras y descubrir libros. Destacaría libros como Compostela mágica, de Carlos Gabriel Fernández Cortiñas, que es un autor que sabe mucho de Santiago; Podas e enxertos, escrito por Rosendo Estévez, un manual muy práctico con muchas ilustraciones; y A nai que nos pariu, de Fernando García Penas, cuyas páginas reivindican el trabajo de muchas mujeres que nos precedieron”.

Gonzalo Pérez, de la librería Cartabón (Vigo; Rúa de Urzaiz, 125), añade: “Tivemos moita xente, estamos moi contentos. Nós traballamos con libro cen por cen en galego, con traducións. E foron ben, libros como A tenza, de Laetitia Colombani; O lector, de Bernhard Schlink; e O quinto en cuestión, de Robertson Davies”.

Ian Gibson, estrella de lo que resta de encuentros en la feria del libro de la Alameda

En la docena de stands, hubo algún estreno expositivo, caso de Boadicea, recién nacida editorial gallega asentada en Lalín dedicada a la literatura fantástica. Es fruto de la labor común de José María Dopazo, Marcos López y Alba Rozas. “A cousa estivo ben o primeiro fin de semana, despois baixou e no segundo fin de semana, ben de novo”.

De su caseta, destacan: Ubik, de Philip K. Dick; Un feiticeiro de Terramar, de Ursula K. Le Guin; y O biosbardo e os paxaros sen cor, de los citados Dopazo y Rozas, con ilustraciones de Iago Torres.

También debutaba en esta edición la librería Ben, de Rianxo (Rúa Faustino Rey Romero, 7), su responsable, Celia Alfaya, agranda la foto. “Ha sido nuestra primera vez en Santiago y ha ido muy bien. En 2024 repetiremos. Se disfruta mucho teniendo un contacto tan intenso durante varios días seguidos con quienes leen”, explica antes de detallar qué obras han tenido especial eco en su palco: “Dos libros de Maggie O’Farrell, Hamnet, y El retrato de casada; Tostonazo, de Santiago Lorenzo; y Una historia de amor, de Punki”.

Desde la librería Cortizas, situada en Ferrol (Est. de Castela, 14), vino Ismael Cortizas para ponerse durante la pasada semana tras un stand en Santiago donde, después de siete años presente en la feria, ha batido récord de ventas: “Hemos vendido muy bien Verbolario, de Rodrigo Cortés; los títulos de Arantza Portabales; y Misterios de Ferrolterra, tres libros en uno, obra de Rober H.L.Cagiao”.

La federación de librerías de Galicia, integrada por 141 locales, aportan también su visión a este diario. “Valoramos muy positivamente esta edición 2023 de la feria en Santiago porque hubo aumento en la cifra de librerías participantes, creció el público, e incluso hemos sobrepasado las 100 personas de asistencia en algunas de las actividades programadas. Y este año han sido muy exitosas las actividades infantiles”.