Elegir bien y constancia en el estudio, retos de los opositores para aspirar al empleo público

Las academias, ante la última gran oferta estatal de plazas, instan a acertar con los procesos según las capacidades de los estudiantes y a invertir bien las horas dedicadas a los temarios

Antonio Estévez, José Manuel Lage y Ruth Iglesias, en la redacción de LA OPINIÓN de A Coruña.

Antonio Estévez, José Manuel Lage y Ruth Iglesias, en la redacción de LA OPINIÓN de A Coruña. / Víctor Echave

R.D. Santiago

El Gobierno central convocó este mes la mayor oferta de empleo público hasta la fecha, casi 40.000 plazas, tanto de turno libre como de promoción interna, con cerca de 30.000 para la Administración General del Estado. Las hay también para Policía Nacional, Guardia Civil y Fuerzas Armadas, la Seguridad Social, Instituciones Penitenciarias y la Administración de Justicia. Opositores de toda España, a la espera de la convocatoria de los procesos selectivos, tienen la oportunidad de prepararse para la obtención de estas plazas. ¿Cómo afrontar un reto como este? ¿Cómo encarar de la manera más adecuada las muchas horas de estudio y preparación que requieren las oposiciones? Antonio Estévez, director de la academia coruñesa Infórmate, y Ruth Iglesias, entrenadora de Formación de MasterD en Galicia, exponen su experiencia en una mesa de redacción y debate organizada por LA OPINIÓN, a la que acude en representación del Ayuntamiento de A Coruña —85 nuevas plazas en su oferta pública de empleo para 2023— José Manuel Lage, concejal de Economía, Facenda e Réxime Interior.

José Manuel Lage: La Administración sufrió una estrangulación derivada de las políticas del Partido Popular con leyes que hicieron que hubiera tasa de reposición cero durante muchos años, hasta que llegó el Gobierno socialista actual. Hubo una pérdida de empleados públicos que afectó a la educación, a la sanidad y a los servicios que recibimos. Las políticas neoliberales critican que hay muchos funcionarios, pero los funcionarios son muchas veces quienes limpian a nuestros mayores y los que enseñan a nuestros pequeños. Esas plazas no se repusieron y ahora hay un bum de empleo público porque hay un déficit que se arrastra de atrás y porque se están produciendo muchas jubilaciones y hay necesidades a cubrir. Las administraciones debemos ser ágiles para aprobar ofertas públicas de empleo y en un tiempo determinado convocar plazas. El gasto en empleo público debe verse como un gasto social y para el buen funcionamiento de las administraciones con personal especializado, por eso creo que debemos dar certidumbre a quienes preparan una oposición.

La administración local se compromete a convocar plazas el mismo año natural

Ruth Iglesias: En Galicia, el reclamo de la oposición pública es muy importante porque la empresa privada no es tan amplia como lo es en otras comunidades. Aquí tenemos una gran cantidad de opositores y la estabilidad económica que proporciona un empleo público es uno de los retos a los que aspira la población para afrontar el día a día. Para mí, preparar una oposición es una carrera a largo plazo, no se trata de llegar y besar el santo, hay que dedicarle tiempo y no todo el mundo dispone del mismo tiempo.

Antonio Estévez: Yo soy funcionario de carrera de la Administración, trabajé en tesorería de la Seguridad Social, donde entré con 23 años. Trabajé en el Sergas y en la Xunta, en la Consellería del Mar. Conozco la Administración y tengo una vocación de profesor. Empecé siendo maestro y pedí la excedencia por esa vocación. Aún hoy soy muy sensible con la gente que opta a un empleo público, porque veo que hay gente que sufre por el recibo que paga mes a mes, o viene con poco tiempo, o está en paro, y piden asesoramiento y recomendación. Yo intento ser lo más honesto posible y lo que quiero es que en los centros se esté el menor tiempo posible y se logre sacar una oposición. Pero el peor fracaso de una academia es cuando un opositor empieza con toda la ilusión, estudia, se esfuerza, paga y se va de la academia sin examinarse porque esa oferta caduca. ¿Después de quién es esa responsabilidad? Ahora hay mucho empleo público y la única Administración que me da seguridad es la del Estado. El pasado 11 de julio se aprobó una oferta de casi 40.000 plazas, con el compromiso de que se convoquen antes de que acabe el año y el proceso finalice antes de nueve meses. Muchas de esas plazas van a estar en Galicia y aquí en A Coruña. ¿Qué pasa? Que la media de edad de los opositores ha subido mucho y existe preocupación en todas las administraciones por la necesidad de rejuvenecimiento de las plantillas. La Xunta tiene oposiciones atractivas, pero los exámenes no son hasta 2025, lo que no impedirá que los centros capten opositores. Pero no podemos tener dos años a estudiantes que después pueden suspender, con la de gente que se pelea sus plazas. Esta es la asignatura pendiente: muchos ciudadanos descartan el empleo público por la incertidumbre de plazos.

Los centros dan la misma relevancia al tiempo de estudio que al de descanso

J. M. L.: Los concellos tenemos menos músculo y conozco muchos casos de opositores que ven pasar más de tres años desde que empezó la oposición hasta que la acabó. Esta tardanza es una locura. Es que a veces pasan siete años y aún no acabó el proceso, o hay gente que ha estado diez esperando para terminar. En el Concello de A Coruña vamos a tratar de recuperar el tiempo perdido. Hemos convocado muchas plazas, nos quedan algunas por convocar, y nuestra idea es que la oferta siga el modelo del Estado con fecha límite para la convocatoria de plazas en el mismo año natural.

A. E.: Al funcionar bien la Administración General del Estado en la convocatoria de plazas, en los centros les decimos a los interesados que si vienen a estudiar saquen las plazas pronto porque si sacas esta luego puedes ir a otra, vas a ver materias troncales. 

R. I.: Obviamente, todas las oposiciones tienen unos requisitos, titulaciones, lo básico para cribar. Nos encontramos con que al llegar a cierta edad, el opositor no quiere desplazarse, por familia u otras razones; yo recomiendo a la gente joven y sin cargas que se mueva porque siempre puede regresar a su lugar de origen. Por otro lado, cuando preparamos plazas para ayuntamientos, que crean bolsas de trabajos, siempre es posible optar a varios concellos con un cierto temario, y si uno no saca la plaza se puede quedar en esa bolsa de empleo y empezar a tener puntos de concurso, porque al fin y al cabo muchas de las oposiciones que se convocan no son oposiciones, son concurso-oposición. Podemos jugar con la temporalidad. A veces la gente consigue una plaza no solo por una oposición sino por concurso-oposición.

Los responsables de las academias y el concejal de Economía, en un momento del debate.

Los responsables de las academias y el concejal de Economía, en un momento del debate. / Víctor Echave

A. E.: Gran parte del éxito de sacar una oposición es la elección acertada del proceso selectivo que hay que preparar. Hay mucho abanico de opositores: quienes se lo toman como un trabajo al acabar un grado, quienes están en una situación precaria, quienes compaginan la preparación con su trabajo o con el cuidado de sus hijos… con mucho robatiempo, como lo llamo yo. Por eso hay que elegir bien el proceso selectivo según el tiempo del que se dispone. La media de edad ha subido mucho, está por encima de los 40 años, con gente que viene del mercado laboral, que tiene un trabajo temporal, que lleva en el paro poco o mucho tiempo, que viene del sector de la hostelería... Luego, las administraciones locales tienen el atractivo de poder trabajar en casa, lo que es una compensación inmediata. Es complicado elegir y a veces la gente no da llegado a la cultura de saber elegir cuál es la mejor oposición. Las academias intentamos ser muy rigurosas, no anunciamos nada que no esté en las ofertas de empleo y recomendamos a cada persona la mejor alternativa según el potencial que tiene para llegar a una plaza. 

R. I.: A veces lo que primero nos preguntan es: ¿cuánto tiempo me va a llevar sacar esta oposición?; o, ¿cuánto voy a cobrar? A ver, el proceso es largo, preparar y estudiar un temario, y si hay 80 plazas de lo que se trata es de estar entre los mejores 80 aspirantes. Hay quien empieza pensando que se va a comer el mundo y desiste, pero insisto: esto es una carrera a largo plazo. Vemos que el estudiante más adecuado es el que acaba de terminar una carrera y empieza una oposición, porque viene con carga de estudios y con constancia para dedicarle suficientes horas al día. La constancia es clave: si solo tengo una hora al día, que esa hora sea de dedicación máxima. Nosotros damos un servicio más personal en el sentido de adaptarnos al opositor, a su tiempo y a su manera de estudiar. 

A. E.: De quienes vienen a los centros, yo creo que hay mucha gente que llega al final. De lo que se trata, en los centros, es de tener la capacidad de convencer a la persona de que se tenga bien cogida la medida: conocer nuestras capacidades, saber bien el tiempo del que se dispone, conocer la competencia que hay en el proceso selectivo, que es grande en los ayuntamientos.

J. M. L.: Nuestra oferta de empleo público es ambiciosa. En estos cuatro años hemos convocado 223 plazas de acceso libre recogiendo plazas no convocadas en los diez años anteriores. Entendemos que tenemos margen de mejora y que, dadas las jubilaciones que hay, la respuesta debe ser rápida y ágil. Nos quedan procedimientos por hacer, se harán a partir de septiembre, y hay que afrontar el real decreto estatal de la estabilización del personal que no estaba estabilizado. Nuestro compromiso está en ir al límite del máximo de convocatorias que podamos, hacer la de 2024 lo antes posible en el primer trimestre del año, y hacer lo mismo que acaba de hacer el Estado: fijar un límite para que dentro del año las plazas sean ya convocadas. Lógicamente, comienza el proceso, no termina, pero damos certidumbre a los opositores y a nosotros mismos en el sentido de tener una previsión sobre cuándo podremos cubrir las plazas de acceso libre. Creo que seremos la primera administración municipal que siga el ejemplo del Estado.

R. I.: La oferta de empleo municipal está bien, era necesaria por el tiempo grande de estabilización que llevaba el Ayuntamiento y para ofrecer un mayor servicio a los ciudadanos.

A.E.: Creo que no ha habido en democracia más oferta pública de empleo que en este momento. Coinciden varias administraciones y con plazas para todos los niveles de formación. La gente tiene que acertar con lo que mejor se adapta a su formación y a su rutina. Es un momento idóneo, pero conviene no pensar en obtener una recompensa inmediata. Aprobar una oposición supone un trabajo fijo para toda la vida y garantiza una pensión digna. El esfuerzo merece la pena. Yo recomiendo que la primera oposición que se prepara sea de cuerpo general con temario transversal que vale para todas las oposiciones, y eso necesita un buen asesoramiento. Ahí estamos nosotros, los centros, y llegamos hasta donde llegamos. También aconsejo que no se tema a la movilidad, que si alguien aprueba una plaza salga de aquí para valorar lo que tiene, porque siempre puede volver, y hoy en día hay muchos jóvenes que no quieren ir más allá del puente de A Pasaxe.

R. I.: En nuestro centro tenemos dos tipos de formación: una parte de conocimientos y otra de habilidades. Ayudamos a los alumnos a crear una habilidad de cara al estudio para que les sea más fácil seguir técnicas de estudio, resúmenes, tests… siempre con constancia y tenacidad. Con esta dualidad creemos que les resulta más sencillo preparar las oposiciones. Ofrecemos también una formación online con los docentes ayudando en todos los temarios y haciendo tutorías. Y para otros procesos que tienen pruebas físicas nuestros entrenadores generan hábitos nutricionales y de estudio. Nos adaptamos al horario de todos los opositores, trabajen o estudien de día o de noche. Y tan importante como las horas de estudio son las horas de asueto, de desconexión para volver a estudiar luego con fuerza.

A.E.: Tras informarse y orientarse bien, yendo a más de un centro a consultar, el estudiante tiene que tener claro su potencial. Elegir una oposición no es elegir una camisa en las rebajas, es una decisión muy importante que tiene un coste económico. Conviene que haya apoyo familiar en el proceso de preparación para que se puedan seguir hábitos de estudio, ser disciplinado. Ahora además se pueden ver clases grabadas y la tendencia a estudiar online ha crecido mucho.

R.I.: Si en realidad opositar es como trabajar, algo no remunerado hasta que sacas tu plaza.