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Más de mil universitarios se quedan sin plaza en las residencias públicas de la USC

Este año la lista de espera se incrementa en 300 personas y aumentan las solicitudes

El Consello de Estudantado pide a las administraciones soluciones de alojamiento

Colegio mayor de la USC en el Campus Sur de Santiago de Compostela

Colegio mayor de la USC en el Campus Sur de Santiago de Compostela / Antonio Hernández

Con los precios de la vivienda de alquiler disparados en Santiago, el número de universitarios que solicitan plaza pública en las residencias de la USC va en aumento. Pero muchos de ellos no la han conseguido. La institución académica publicó este jueves las listas definitivas. La vicerreitora de Estudantes, Pilar Murias, explica que calculan que más de 1.000 alumnos no podrán alojarse en la red pública, la mayor parte en el campus de Santiago. Desde el Consello de Estudantado de la USC exigen a la institución académica y a las administraciones públicas “un servicio de residencias que cubra la demanda” .

En total, la Universidade compostelana recibió 3.147 solicitudes, 278 en el Campus de Lugo y 2.869 en el Campus de Santiago. La red de alojamientos dependiente de la USC cuenta con 910 plazas, pero Murias explica que “muchas personas demandan plaza en los dos grupos que recoge la convocatoria, lo que deriva en la duplicidad de solicitudes”. Este curso, indica la vicerreitora, unas 300 personas más que el anterior se han quedado en la lista de espera para poder acceder a una plaza, “lo que va en línea con el incremento de solitudes recibidas durante este año”.

“El estudiantado no tiene donde vivir”, resume el presidente del Consello do Estudantado da USC, Emilio Lage. “La vivienda cada vez está más cara y los universitarios son un colectivo vulnerable”, explica. Ya a finales de junio muchas inmobiliarias de la ciudad empezaban a colgar el cártel de que no tenían pisos en alquiler y a principios de julio multitud de universitarios tuvieron que hacer cola a las puertas de las agencias para tratar de conseguir vivienda.

Según la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalín), este curso los precios por habitación en piso compartido se están moviendo entre los 200 y 250 euros en el entorno del campus sur y en los 175 en el norte. En las residencias públicas, el coste depende de la renta familiar y oscilan entre los 46 euros en habitación compartida hasta los 292 euros.

Los estudiantes llevarán el tema del problema de alojamiento a la próxima reunión que mantengan con la Vicerreitoría de Estudantes prevista para el próximo mes de septiembre. Lage explica que desde hace tiempo demandan que se creen más plazas públicas. Reconoce que la red de alojamientos de la USC “es mejor que otras universidades”, pero recalca que que “sigue siendo insuficiente”. Emplaza a la institución académica a buscar “un diálogo con el Concello y la Xunta” para que aporten soluciones. “Es un problema que va in crescendo año a año, ya no sólo con las residencias sino también con los alquileres. Los pisos son cada vez más caros y los estudiantes estamos siendo expulsados de la ciudad hacia otras zonas como Milladoiro o Bertamirans”, protesta el presidente del Consello de Estudantado.

La vicereitora de Estudantes se muestra consciente del problema. Pero entre los planes de la institución académica no está por el momento el de construir nuevas residencias. No hay fondos para poder hacerlo. “La USC mantiene su compromiso con la igualdad de oportunidades consolidando casi 1.000 plazas anuales de residencia con unas tarifas comparativamente bajas y reducidas en función de las circunstancias económicas”, explica Murias. La vicerreitora recuerda que se trata de una “apuesta particular de la USC”, que no forma parte del Plan de Financiamento do Sistema Universitario Galego, que sufraga la Xunta. “Los recursos destinados al mantenimiento y mejora del servicio salen de los presupuestos anuales, lo que clarifica aún más la centralidad de la apuesta para la institución. Pero no podemos tomar la iniciativa, de forma autónoma, de construir nuevas infraestructuras”, explica.

Murias indica que, tal como piden los estudiantes, sí trasladan su preocupación por las dificultades de alojamiento al resto de administraciones. “Así se hizo por ejemplo en la primera reunión con los nuevos equipos de gobierno de las ciudades de Santiago y Lugo, en la que quedó patente que esta es una preocupación compartida”, subraya la vicerreitora. La vicerrectora garantiza que la Universidade de Santiago “seguirá trasladando a preocupación por esta cuestión en todos los foros en los que participen otras instituciones con competencias en vivienda y colaborará en lo que sea posible con otras entidades para fomentar nuevas iniciativas que den solución a la problemática de vivienda que afronta nuestro estudiantado”.