Preocupación en el sector turístico por un modelo de visitante poco rentable en verano

Los taxistas entienden que la masificación está disuadiendo a viajeros con mayor poder adquisitivo

Hostelería y restauración admiten que el gasto por persona ha bajado, pero lo achacan sobre todo a la inflación

Varios peregrinos descansando en los soportales de Raxoi tras haber recorrido parte del Camino

Varios peregrinos descansando en los soportales de Raxoi tras haber recorrido parte del Camino / Jesús Prieto

Gestionar en una ciudad como Santiago la llegada masiva de turistas durante un espacio muy corto de tiempo —principalmente julio y agosto—, y hacerlo no sólo de forma que interfiera lo mínimo posible en la vida de sus habitantes, sino que además se consiga una elevada rentabilidad, es todo un reto ante el que el debate presenta múltiples aristas y se mantiene muy vivo.

Y más si desde el propio sector se observa con preocupación que en los últimos años ese gasto por viajero ha ido disminuyendo, sobre todo en los meses de verano, donde el perfil es completamente distinto al de aquel visitante que acude a la capital gallega para participar por ejemplo en un congreso.

Un perfil frente al que se muestra especialmente crítico el presidente de la asociación de Radio Taxi Compostela, Jesús García, quien subraya que el colectivo al que representa está moviéndose “en cifras de facturación más bajas que las que barajábamos en 2019”.

En conversación con este periódico, asegura que “lo del año pasado fue algo nunca visto porque todo el mundo salió en desbandada a disfrutar tras el período de restricciones por la pandemia, y ello provocó los caos que se vivieron por la enorme demanda, en Santiago y en el resto del planeta”, pero indica que “ahora no sólo hemos vuelto a la normalidad, sino incluso a cifras inferiores”. Y ello pese a que “la ciudad está de bote en bote, pero con un turismo que gasta mucho menos, que utiliza menos servicios”.

Para Jesús García, es un visitante que “no usa el taxi ni los restaurantes, y tampoco los hoteles, que no deja dinero en la ciudad”, y va más allá al considerar que los problemas derivados de la masificación que provoca “están llevando a que muchos hoteles de gama media y alta estén sufriendo cancelaciones este agosto porque disuaden a un tipo de visitante que quiere conocer Compostela y vivirla con tranquilidad, pero que para evitar ese colapso desiste y se decanta por otros destinos”.

Más optimista se muestra sin embargo el presidente de la Asociación Hostelería Compostela, Thor Rodríguez, quien recalca que “acaban de salir los datos de viajeros en el aeropuerto de Santiago del pasado julio y se ha visto que son muy buenos, lo observamos en las compostelas que se sellan a diario, con lo cual estamos teniendo un número elevado de visitas”, y recuerda que ha habido momentos puntuales en los que se ha llegado a rozar el lleno, como durante las fiestas del Apóstol o los conciertos del festival O Son do Camiño o el artista Robbie Williams.

Reconoce que aun con esas importantes cifras de ocupación, “julio ha sido un poco irregular, y lo que sí estamos notando es que el turista, tanto el nacional como el extranjero, gasta menos”, algo que atribuye a la actual coyuntura económica, “con una inflación bastante alta en España y en Europa, con lo cual las familias han visto reducido su poder adquisitivo y, evidentemente, disminuyen también el gasto”.

Adelanta que agosto también será positivo, puesto que “en la encuesta que hicimos a principios de mes había ya un 81,72 % de plazas hoteleras reservadas, a falta de las de última hora, de forma que estaremos en los mismos números de 2022, que era Año Santo”, si bien admite que “otra cosa es el volumen de negocio, ya que tenemos grandes números en reservas, pero el gasto no es igual”.

Thor Rodríguez no cree que el turismo masificado de verano esté expulsando a viajeros con mayor poder adquisitivo, aunque indica que “en agosto los hoteles que están en la almendra de Santiago, los de la zona monumental, son los primeros en llenarse y sí que están al cien por cien en muchos casos, y a medida que te vas alejando va bajando porque el turismo de verano busca estar en el meollo, la cercanía, y el de congresos apuesta por otro tipo de establecimientos que ofrecen diferentes servicios”.

Desde Hostalaría.gal su presidente, Lois Lopes, también pone el acento en las tipologías de turista, puesto que el que elige Santiago en verano es “outro perfil de usuario que non é o visitante que ven cos congresos ou eventos específicos”.

Recuerda que desde la asociación a la que representa “levamos tempo dicindo que debería revisarse o modelo turístico, que non nos vale que o centro da cidade estea cheo de peregrinos e xente que visita a cidade, pero que realmente a repercusión económica sexa mínima”.

Indica que en verano se recibe un número mucho mayor de viajeros por habitante que en ciudades como Palma de Mallorca o Barcelona, “e entón si podemos falar de saturación en determinados puntos e épocas, pero afortunadamente é unha etapa moi curta na que a actividade turística pode alterar a propia convivencia cos residentes”, y aunque señala que siempre dejan algo en la ciudad, aboga por continuar con el turismo de eventos y de congresos, y cree necesario detectar determinados nichos de mercado “que aportan un perfil de turismo que nos convence máis, que é ese turismo cultural, dedicado a visitar unha cidade que é patrimonio da humanidade, coa súa historia e a súa cultura”. Habla de una apuesta desde Turismo de Santiago por acceder a nichos asiáticos o estadounidenses, “de xente que vive a dinámica da cidade, que se integra durante eses días na propia cidade, e tamén nos parece interesante especializarse en determinados tipos de turismo, que son múltiples e variados”.

Unos nichos frente a los que reconoce, como autocrítica, que “aínda temos o problema da cuestión idiomática porque si temos un nivel moi baixo de inglés, que é o idioma que prevalece nas relacións con este tipo de mercado, pois haberá que poñerse ao día para poder atendelos”.

Apunta además para evitar los colapsos en torno a la Catedral, que podrían planificarse las visitas de alguna manera, como ya se hace en otros monumentos como la Alhambra.

Sobre la incidencia de la aplicación de una tasa turística en el número de visitantes, entiende que no tiene por qué repercutir y pone como ejemplo el hecho de que en Francia se lleva aplicando ya desde el siglo XIX. Hostalaría.gal se mostraría a favor de su implementación, pero asegura que “estamos expectantes para saber como se vai xestionar, que nos vai supoñer a nós e a que van destinarse eses recursos”.

También Thor Rodríguez considera clave en la aplicación de esa tasa saber a qué se destinará lo recaudado y, sobre todo, que para el sector sea fácil de aplicar y no les provoque mayor burocracia de la que tienen.

Jesús García está totalmente a favor de una medida que ya se aplica desde hace tiempo en muchos lugares del planeta, como Portugal.