Los albergues del Camino se resignan: “Si aún no has tenido chinches, seguro que los vas a tener”

Hoteles, albergues, especialistas, administración y expertos en plagas coinciden en la necesidade de establecer un protocolo común

(Izquierda) Iago Alonso, César Ballesteros, Inés Mato, José Carlos Otero, Miguel Ángel Rodríguez y  Rafael Cid

(Izquierda) Iago Alonso, César Ballesteros, Inés Mato, José Carlos Otero, Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Cid / Antonio Hernández

“Hablamos de chinches, un tema tan viejo como el Camino”. Así iniciaba la mesa redonda ayer a las 12 horas el periodista y moderador de la misma Rafael Cid, un encuentro de debate enmarcado en el Faiway. V Fórum Camino de Santiago y que llevaba por título ‘La gestión de la seguridad y la higiene en el Camino de Santiago. Houston, tenemos un problema’, si bien la aparición de chinches, según coincidieron todos los participantes en la mesa redonda no se debe a la falta de higiene.

“La presencia de chinches nada tiene que ver con la suciedad”, afirmaba el entomólogo y profesor emérito de la USC José Carlos Otero. El experto disertó acerca de las características de este insecto y de su propagación advirtiendo que “el cambio global” no solo traerá chinches, ya existentes cuando el ser humano habitaba en cuevas hace miles de años, sino que traerá otras especies, como es el caso del mosquito tigre.

Según explicó el profesor Otero, los chinches poseen una saliva anticoagulante y anestésica, necesitan sangre para nutrirse y su picadura no la nota su víctima. Además, en unas condiciones de temperatura “normal” (entre los 18 y los 20ºC), estos insectos pueden llegar a vivir 18 meses. Sobre su procedencia hay actualmente dos teorías destacadas: que provienen de países donde no se usan pesticidas y que son resistentes a los biopesticidas, por eso el profesor reivindica como agente fundamental para el control biológico de este insecto el papel de las “arañas”.

Un tema que ya no es tabú

Más allá del experto, las intervenciones más destacadas de la mesa redonda fueron las de aquellos directamente implicados en la hostelería y el Camino. Miguel Ángel Rodríguez, presidente de Agalber (Asociación Galega de Albergues Privados) se congratuló de que el tema de los chiches haya dejado de ser “tabú” y alertó no sólo a los albergues de que “o has tenido chinches o los vas a tener”, ya que estos insectos siempre han estado en la naturaleza y “es imposible saber en qué albergue u hotel te han picado porque la picadura puede tardar en aparecer hasta cuatro días”, aseguró.

Rodríguez, que agradece el labor de los medios de comunicación en la normalización de la presencia de chinches (que no son una plaga en el Camino), pedía al auditorio que no se “demonizase” el transporte de mochilas, “antes de haberlo ya había transporte de chinches”, concluyó.

Prevención como remedio

Para él, como para el resto de sus compañeros de debate, es necesario normalizar la situación, prevenirla y establecer un protocolo de actuación común, no sólo para los establecimientos sino también para que los propios peregrinos sean conscientes de que pueden ser picados por un chinche en el Camino. 

En una línea muy similar se pronunció su colega del sector, César Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Pontevedra. Según él, existe una ventaja con el tema de los chinches en el Camino, “se camina en una sola dirección”.

Más allá de eso, defendió que se pierda el “miedo reputacional” en los establecimientos, que haya una mayor y mejor comunicación entre hospedajes e incluso con los propios viajeros y, una vez más, reivindicó la necesidad de establecer “un protocolo común de actuación”.

El hostelero comentó que cuando se detecta una plaga de chinches es necesario “bloquear la habitación si es posible, así como las adyacentes”, ya que los chinches se desplazan y extienden la plaga a las habitaciones cercanas, tal y como confirmaba Iago Alonso, de Plagostel, expertos en eliminación de plagas. 

Las plagas de chinches aparecen de tanto en tanto en los albergues del Camino de Santiago debido al flujo constante de peregrinos

Las plagas de chinches aparecen de tanto en tanto en los albergues del Camino de Santiago debido al flujo constante de peregrinos / ECG

La prevención fue el tema más recurrente en el debate, desde la recomendación de Miguel Ángel Rodríguez para que los albergues, simplifiquen la decoración, utilicen hierro y no madera, para que “no pueda quedarse el chinche”, hasta la reivindicación de Ballesteros de que los hoteles creen su propio “protocolo de actuación, por escrito” para que esté en conocimiento de todo el personal del hotel, desde el recepcionista “a quien el cliente dará queja si sufre una picadura” hasta las camareras de piso, factor clave en la observación, “la mejor manera de detectar un chinche y evitar una plaga”.

"En alerta pero no en alarma"

La subdirectora de riesgos ambientales de la Xunta, Inés Mato, que también participó en la mesa redonda, se refirió específicamente al tema de la plaga, cuya situación no se da en Galicia, y se refirió a la proliferación de chinches en el Camino de la siguiente manera: “Estamos en alerta pero no en alarma”. Mato recordó que en 2010 se realizó una campaña específica sobre la prevención y actuación en caso de plaga de chinches en un establecimiento, y explicó que desde su departamento están constantemente en alerta, para evitar que se den estas situaciones.

“Las altas temperaturas y la humedad facilitan la aparición de chinches y también la del mosquito tigre, ya en Galicia y cuya picadura, al contrario que la de los chinches que tan sólo buscan alimento, sí transmite enfermedades”.

La conclusión general de la mesa redonda ‘Houston, tenemos un problema’, podría resumirse en la necesidad de vigilar, en los establecimientos, la aparición de chinches y entre los viajeros y peregrinos la concienciación de que se trata de un insecto que está en la naturaleza pero que no implica falta de higiene.  

Camino y economía circular

En la jornada de ayer se clausuró la V edición de Fairway. El V Fórum del Camino se despidió este viernes de Compostela, debatiendo una vez más sobre economía circular, leitmotiv de esta quinta edición y temática protagonista ya de la conferencia inaugural del evento el pasado miércoles. La jornada de clausura del Fairway daba comienzo con la mesa de debate ‘Rutas y Caminos del mundo'.

El fenómeno de las peregrinaciones más allá de nuestras fronteras’, para la que se contó con la presencia de delegaciones de Japón y el Camino Kumano-Kodo, Irlanda y Malta. La jornada final también estuvo protagonizada por la mesa redonda ‘Economía circular. Sumamos un grado a la sostenibilidad’, eje, este último concepto de la edición de Fairway 2021.

En el debate participaron Gumersindo Feijoo, vicerrector de Planificación y Proyección estratégica en la USC; Lolo Mosteiro, chef de A Artesa de Moza Crecha; e Isabel Pernas, co-fundadora de Creativas Galegas. Todos ellos pusieron en común ante el auditorio sus estrategias de economía circular en cada uno de los sectores de los que se ocupan.