Alex Arrieche: “Cada pan o cada postre tiene que dar una experiencia inolvidable de sabor”

El venezolano, que llegó a Compostela hace cinco años, es uno de los tres candidatos a convertirse en el mejor panadero de España

Alex Arrieche, de 29 años, se enfrenta hoy a la última ronda decisiva del galardón The Baker, convocado por la Baking School BCN Sabadell

Alex Arrieche, de 29 años, se enfrenta hoy a la última ronda decisiva del galardón The Baker, convocado por la Baking School BCN Sabadell / Antonio Hernández

Alex Arrieche, venezolano de 29 años, es una de las jóvenes promesas del mundo de la panadería de Compostela, donde se instaló hace cinco años. Arrieche, que actualmente trabaja en el obrador de La Bulanxerí, es uno de los tres finalistas que opta a conseguir el galardón The Baker, el premio a la excelencia panadera convocado por la Baking School BCN Sabadell. Este lunes y martes competirá en una decisiva ronda final contra otro panadero gallego, Diego Marín, de Vigo, y Daniel Ramos, de Cádiz. 

Tras una fase clasificatoria desarrollada el pasado mes de septiembre, fue a mediados de octubre cuando la organización dio el veredicto del comité técnico señalando que Arrieche, “el candidato más joven”, destacó por su “precisión y atención al detalle en cada creación, sus panes artesanales concentran sabor y presentación”. Una definición que él mismo confirma. “Pienso que cada pan o cada postre que se le sirve a un cliente tiene que dar una experiencia inolvidable de sabor, por encima de lo estético, porque un sabor desarrolla emociones y momentos únicos en tu mente”, señala en conversación con EL CORREO.

Este lunes Arrieche se enfrentaba a la prueba teórica y al pesaje de los ingredientes, para ya hoy proceder con la elaboración de los productos que mañana presentarán en el Fórum Gastronómico de Barcelona, jornada en la que se dará a conocer al ganador.

Arrieche y sus contrincantes tendrán que seguir unas pautas, utilizando las mismas cantidades y pesos. “Tendré que hacer baguete de tradición francesa, bollería tradicional y artística, panes artísticos, brioche de la zona donde vivimos, que en mi caso haré una trenza gallega y un brioche artístico”, especifica.

Durante las últimas dos semanas ha dedicado entre cuatro o cinco horas a la preparación de las pruebas ,“repasando recetas, corrigiendo o reformulando otras y pensando en qué piezas hacer”.

A pocas horas de comenzar la competición, el panadero asegura estar nervioso y a la vez “ansioso por empezar”. “Los contrincantes son profesionales muy buenos, tienen muchos más años de experiencia, pero la final se determinará en función de quien se haya preparado, de quien tenga un buen día y de quien siga de forma correcta los parámetros”,dice.

Hace siete años que se dedica a la panadería y pastelería, y lo que más le gusta es ver la reacción de las personas que degustan algo hecho por él mismo. “Siempre busco que digan que está espectacular, que está buenísimo y la mayoría de reacciones que he obtenido son esas. Insisto en preguntar si hay algo que le falta o sobra. Soy un poco pesado”, declara. El joven incide en el sabor del producto como el factor más importante a tener en cuenta. “No sirve de nada tener una excelente presentación si cuando lo comes no eres capaz de darle más que dos mordiscos”, dice.

" Hay muchos negocios en Compostela que siguen caminando hacia lo tradicional, y no lo veo mal, pero a veces se le puede dar un toque más moderno e innovador”

Sobre la profesión en Compostela, comenta que hay muchos negocios que siguen caminando hacia lo tradicional, “y no lo veo mal, pero a veces se le puede dar un toque más moderno e innovador”. Confiesa, además, que la panadería gallega sigue siendo de las mejores de España. “Tenemos un pan que si el proceso de elaboración se hace correctamente, respetando los tiempos de fermentación y trabajando con una masa madre, es un producto saludable y no tiene nada que ver con el del supermercado”, confirma.

En un futuro próximo espera poder consolidar un negocio con su estilo propio. Le gustaría que la ubicación fuese Santiago, ya que “ha sido mi segunda casa desde que llegué aquí con mi esposa”.