Realidad virtual e IA para mejorar la autonomía de personas con discapacidad

Investigadores de Chile explicaron esta semana en el Citius el funcionamiento de cuatro tecnologías enfocadas en promover la accesibilidad cognitiva involucrando al usuario 

Edificio del Citius situado en la rúa de Jenaro de la Fuente del Campus Vida

Edificio del Citius situado en la rúa de Jenaro de la Fuente del Campus Vida / Jesús Prieto

La tecnología, desde la inteligencia artificial hasta la realidad virtual, pueden ayudar a fomentar la autonomía de persoas con deterioros cognitivos, demencia o discapacidad intelectual. Un aspecto en lo que ha profundizado esta semana el Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes (CiTIUS) de la USC a raíz de la conferencia Adelantos en tecnologías accesibles, en la que se presentaron cuatro iniciativas relacionadas con el desarrollo de tecnologías accesibles. Se trata de Pictos, Lectogram, Awen y Nam. En la conferencia se ha hablado del paradigma de investigación inclusiva como una forma de entender los procesos de investigación cuyo fin último es el de involucrar a los usuarios en el diseño de tecnologías para promover la accesibilidad cognitiva y/o el fomento de autonomía en personas con necesidades de apoyo específicas.

Estas cuatro tecnologías son Pictos, Lectogram, Awen y Nam. Se están desarrollando a raíz de un núcleo de trabajo entre la Universidad de las Américas y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ambas de Chile. Pictos ya está operativa en servicios de salud, en el metro de la Región de Valparaíso y en el transporte público. Las restantes están en proceso de diseño.

Los responsables del proyecto explicaron a investigadores del Citius y de la USC en general su funcionamiento y objetivos concretos.

Izaskun Álvarez Agudo, de la Universidad de las Américas, dio las claves sobre Lectogram. Es una aplicación que busca apoyar a las personas que tienen demencia débil-moderada en la ejecución de actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Puede estar programada por la propia persona, cuidador o incluso por el profesional de la residencia en la que resida. “Lectogram fija unos horarios semanales o mensuales y va estableciendo las rutinas que tiene que hacer la persona cada día. A través de Alexa le recuerda lo que tiene que hacer en función del calendario y horario y mediante el uso de pictogramas y audio le asiste en la ejecución de una tarea concreta”, explica en detalle a EL CORREO Álvarez.

Por su parte Nam, de la que también es responsable Álvarez Agudo, es un proyecto que busca validar de forma preliminar un método multimodal que involucra realidad virtual con estimulación magnética transcraneal. Va dirigido a personas con deterioro cognitivo leve o moderado. “Con la inmersión de la persona en dos escenarios de realidad virtual, una ciudad y un supermercado, combinado con la estimulación magnética transcraneal dos veces a la semana se consigue ralentizar el empeoramiento del deterioro cognitivo leve y se evita que se convierta de manera más rápida en una demencia más profunda”, detalla.

“Confiamos en que en el futuro estrecharemos más nuestros lazos con estas tecnologías”

Nelly Condori

— Investigadora del Citius

Por su parte Pictos, surge en el año 2018 y estudia la accesibilidad cognitiva tratando de identificar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual y la vida independiente. Es una aplicación que no necesita descargarse sino que puede accederse a ella a través de un navegador o un acceso directo donde aparecen todos los servicios, lugares y las tareas que se pueden hacer. Como parte del proyecto de investigación que concluirá este año se le incorporan los apoyos web, “al reflexionar tras la pandemia sobre la importante de hacer accesible las transacciones presenciales y también las online”. Así lo explica uno de sus responsables, Herbert Spencer, de la Pontificia Universidade Católica de Valparíso. A través de pictogramas, la aplicación le explica a la persona paso a paso qué puede hacer en el lugar en el que se encuentra. Herbert Spencer señala que la idea es “armar una comunidad más grande, buscar socios locales y usar una plataforma de código abierto que pueda ser aplicada en España”.

En referencia a Awen, la investigadora de la Pontificia Universidade Católica de Valparaíso, Vanessa Vega, incide en que se trata de un proyecto interdisciplinario con educadores sociales, sociólogos, ingenieros civiles y diseñadores, muestra preocupación por la accesibilidad a las viviendas. “Desarrollamos programas de realidad virtual con viviendas sociales del país para ver cuáles son las necesidades reales de las personas con discapacidad a la hora de diseñar una vivienda universalmente accesible”, señala. En concreto, se utilizan unos modelos inmersivos en los que las personas recorren la vivienda a través de la realidad virtual y facilitan parámetros para el diseño y evaluación de las viviendas. Este proyecto, en palabras de Vega, “ha permitido colaborar con diferentes disciplinas entendiendo que el trabajo en conjunto permite respuestas más integrales a necesidades de las personas con discapacidad”.

El Citius trabaja en dos proyectos que crean impacto en la sociedad

La visita de estos investigadores implicó la exploración de diversas oportunidades de colaboración que podrían generar un impacto significativo en la sociedad.

En la actualidad el Citius alberga una variedad de proyectos centrados en la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) con el objetivo de abordar desafíos sociales. Entre ellos destaca XAI4SOC, un proyecto nacional que busca mantener o mejorar la actividad cognitiva de los adultos mayores a través de juegos serios adaptativos. 

Otro proyecto significativo es el programa Erasmus Mundus SE4GD (Software Engineering for Green Deal), el cual se enfoca en formar a futuros estudiantes capaces de desarrollar software que ayuden a contribuir al logro de los objetivos de desarrollo sostenible. 

En palabras de la investigadora del Citius, Nelly Condori Fernández, responsable de la conferencia, la visita “ha permitido identificar puntos de colaboración potencialmente fructíferos. Confiamos en que en el futuro podremos estrechar aún más nuestros lazos con estas tecnologías”. Para Condori “es crucial crear conciencia sobre el proceso de involucrar al usuario y al ciudadano en el desarrollo tecnológico, más allá de simplemente recopilar datos y crear modelos”.