Hablan los comerciantes tras la ola de robos: "Las cámaras que instalaron en el casco histórico no sirven para nada"

Pese a que Raxoi activó en enero dispositivos de videovigilancia en las principales calles, se suceden este tipo de sucesos

Los ladrones ‘actuaron’ la pasada madrugada en una crepería de A Quintana y en un comercio de Xeneral Pardiñas

Los ladrones rompieron durante la madrugada del martes la puerta de entrada de Kiko Milano y se llevaron la caja registradora  / antonio Hernández

Los ladrones rompieron durante la madrugada del martes la puerta de entrada de Kiko Milano y se llevaron la caja registradora / antonio Hernández / Antonio Hernández

Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones se dispararon en 2023 un 71,2 por ciento en Santiago. Así consta en el balance anual de criminalidad del Ministerio del Interior, en el que también se detalla que entre enero y diciembre de 2023 se registraron en la capital gallega un total de 4.778 infracciones penales, mientras que en el mismo periodo de 2022 fueron 4.594, lo cual significa un incremento del 4 %.

En la línea ascendente que dibujan los datos oficiales, en las últimas dos semanas se han contabilizado varios robos con fuerza en distintos establecimientos de la ciudad, tanto en el Ensanche como en el casco histórico. En la madrugada de este martes, en torno a las 03.00 horas, la crepería Cre-Cotte, situada en el número 1 de la Praza da Quintana, fue objeto de un suceso de estas características, después de que un hombre accediese al interior por una ventana del local. Una vez dentro, “arrancó la caja registradora y la lanzó a la calle, donde esperaba otra persona para llevársela”, indicaron a EL CORREO los dueños del negocio, antes de añadir que la rápida intervención policial evitó que se consumase el robo. “Los cazaron justo en el exterior del local, cuando se disponían a huir con la caja registradora”, describen, al tiempo que inciden en que este tipo de sucesos se repiten con demasiada frecuencia en las calles de la zona monumental. En este sentido, insisten en la importancia de reforzar la presencia policial. “Especialmente por la noche, la inseguridad en algunas calles es evidente, con constantes trifulcas y peleas. Hay cámaras de videovigilancia en distintos puntos, pero no sirven para nada”, añaden.

Y solo horas después del suceso registrado en A Quintana, a las cinco de la madrugada, las alarmas saltaron en pleno Ensanche, en la tienda de cosméticos Kiko Milano. En este caso, los ladrones rompieron la puerta de entrada y se llevaron la caja registradora. “Es el segundo suceso de este tipo que sufrimos en poco más de un año”, indicaron las trabajadoras del comercio, situado en el número 28 de la rúa Xeneral Pardiñas. Precisaron, además, que los autores del robo se llevaron un escaso botín, puesto que en el interior de la caja “solo había el poco cambio que quedó del día anterior”.

Estos dos robos no son acciones puntuales; una situación similar a la vivida en la madrugada de este martes se produjo el pasado 26 de marzo, después del robo, también de madrugada, en la joyería Camilo Regueira, ubicada en San Miguel dos Agros. Los autores de los hechos realizaron un boquete en el escaparate y se llevaron un total de 19 piezas de oro, cuyo valor supera los 100.000 euros. Fue un vecino quien, alrededor de las seis de la madrugada, avisó a la Policía.

Y al igual que este martes, solo unas horas después, también se registraba un intento de robo en la cafetería de la Facultade de Matemáticas de la Universidade de Santiago (USC), situada en el Campus Sur. En este caso, aunque accedieron al interior después de realizar un butrón, no se llevaron nada.

Con el objetivo de reforzar la vigilancia en el casco histórico, el Concello de Santiago tramitó el pasado mes de enero la renovación de la autorización de las 10 cámaras fijas de vigilancia situadas en esta zona de la ciudad. Están ubicadas en la Praza do Obradoiro, Rúa de San Francisco, Praza de Praterías, A Quintana, Cervantes, Praza do Toural, en la Avenida de Raxoi-rúa Trindade y en el Pazo de Raxoi (en la Costa do Cristo, y dos cámaras en los soportales de la entrada principal), con el centro de control de vídeo situado en las dependencias de la Policía Local, en la rúa Trindade.

No obstante, desde Raxoi inciden en que “a lei esixe que para poder gravar non poden cambiar o seu tiro”, con lo cual, añaden, “están enfocando uns puntos concretos e non se poden mover”.

Tras los últimos robos, las quejas de los comerciantes del casco histórico se suceden, si bien añaden que este “es un problema que arrastra la ciudad desde ya muchos meses”. En este sentido, José Ángel Blanco, gerente de Compostela Monumental, subraya que “lo que está pasando está perjudicando gravemente a los comerciantes de la zona, y repercute considerablemente en su actividad económica”. Asimismo, incide en la importancia de “poner en marcha medidas concretas cuanto antes para intentar frenar la oleada de robos que se están registrando a lo largo de las últimas semanas en distintos puntos de la ciudad”.

Blanco, asimismo, señala que un ejemplo evidente del “deterioro que vive la zona monumental” de Santiago es “el elevado número de establecimientos que están cerrando”. Es por ello que, además de incrementar la vigilancia policial, insta a Raxoi a poner en marcha un plan “para que el casco historico no se muera”.

Destrozan de madrugada la puerta de una tienda en Xeneral Pardiñas

Javier Rosende Novo

Por su parte, Delmiro Prieto, portavoz de Santiago Centro, la asociación de comerciantes del Ensanche, señala que pese a los robos que se están registrando en la ciudad en las últimas semanas, la capital es gallega es una urbe “tranquila y segura”, y califica de “casos puntuales” este tipo de sucesos. No obstante, subraya que es una evidencia que sí hacen falta muchos más efectivos policiales en Santiago. “Tanto Policía Nacional como Local arrastran desde hace mucho tiempo un déficit muy importante de agentes, lo cual no ayuda a reforzar la seguridad”, concluye Prieto.

Suscríbete para seguir leyendo