CONFLICTO VECINAL

Concello y Policía de Noia se activan ante la queja de los vecinos de Labarta por los ladridos de unos perros

El alcalde encargó una nueva inspección a los agentes y estudiarán si es necesario llevar al caso al Juzgado

Los afectados aseguran que llevan más de tres meses "sin poder pegar ojo"

Casa consistorial de Noia

Casa consistorial de Noia / Concello de Noia

J. M. Ramos

El alcalde de Noia, Santiago Freire, encargó a la Policía Local que realice una nueva inspección en el barrio de Labarta para evaluar la situación que denuncian los vecinos a causa de la presencia de cinco perros encerrados en un piso, cuyos ladridos durante la noche les impiden conciliar el sueño.

En base al informe que emitan los agentes al respecto, “daremos os pasos que procedan, e estudaremos se é necesario trasladar a denuncia ao Xulgado ou a outros organismos” afirma el regidor. Asegura que es un problema “que vén de anos atrás, derivado de condutas irresponsables e irrespetuosas” y señala que, además, “hai outras problemáticas”.

Reconoce que la solución al conflicto es compleja porque “aínda que se fagan os controis por parte da Policía Local, é necesario que exista unha resolución xudicial”.

No obstante, asegura que “intentaremos na medida do posible buscar unha solución” y a partir de las inspecciones y dictámenes que elabore la Policía Local “decidiremos as medidas a adoptar”.

Los vecinos afectados aseguran que llevan “más de tres meses sin pegar ojo”, debido a los ladridos de cinco perros “encerrados en una pequeña habitación de un piso”. Culpan de esta situación a una vecina “de carácter problemático y conocida de sobra por las autoridades”. Señalan que ya fue denunciada por tenencia de “perros agresivos, que en su día llegaron a atacar a gente en el paseo de Noia”. 

Además, señalan que algunos vecinos han sido amenazados y, por ello, “han desistido de denunciar jurídica y socialmente, porque esta persona no tiene nada que perder y tomaría represalias”.

Lamentan asimismo que sus quejas ante la Policía Local, la Guardia Civil y el Concello, "caesen en saco roto”, al menos hasta la fecha, por lo que han decidido denunciar públicamente su situación a la espera que de se busque una solución al conflicto.